TELEFONOS DE ITUZAINGÓ


Cuando en 1940 el servicio telefónico se extendió al pueblo de Ituzaingó, instaláronse unos 200 aparatos. El abono era barato, pero también era escaso el vecindario y no había por lo general tanta urgencia en las comunicaciones; en la casa se esperaba con tranquilidad el regreso del jefe de la familia y de los hijos, y en el comercio se aguardaba sin apuro la visita del corredor. Eran otros tiempos y no era aún imprescindible el teléfono. Pero, posteriormente, con la venida al pueblo de nutridas corrientes de porteños para afincarse, algunos y para disfrutar de temporadas de descanso otros, el servicio telefónico fue intensificándose hasta llegar a ser una necesidad.
Y entonces la población encontró que las líneas tendidas eran muy limitadas y con averías las existentes, debiendo sufrir por largos años la tremenda irregularidad en las comunicaciones y los prolongados períodos de suspensión del servicio. Por ello debíase concurrir a las oficinas de la calle 24 de Octubre con el objeto de lograr un llamado urgente.
A comienzos de 1958, la Empresa Nacional de Telecomunicaciones resuelve construir una central en el predio de la calle Juncal 65, reemplazando al viejo sistema central manual. Y se da principio a las obras para ser libradas al público en noviembre del año siguiente. Dificultades con el ente constructor, relacionadas por los mayores costos, no pudieron ser solucionadas de entrada y el  edificio solo pudo ser habilitado en su parte operativa el 30 de octubre de 1966.
Mientras, fue un angustioso esperar y peregrinar en procura de un aparato que funcionara debidamente.
Al inaugurarse la nueva central fueron puestos en servicio los 800 teléfonos existentes en la fecha y otros 1.500. Los demás, hasta llegar al número de 6000 previstos fueron adjudicándose de acuerdo a la antigüedad de solicitud. Sucesivamente, se ampliaron las líneas hasta un total de 9500 aparatos para noviembre de 1972.
El edificio, con una superficie cubierta de 1.353 metros cuadrados consta de planta baja y primer piso donde se hallan instalados los equipos automáticos elaborados por Siemens Argentina S.A. En el sótano están la sala de máquinas, la batería, la refrigeración general y los talleres. La edificación se aparta de los canones tradicionales pero las nuevas líneas dan a la central carácter funcional.