HOSPITAL DE GERIATRIA GRAL. MARTIN RODRIGUEZ DE ITUZAINGO


El parque arbolado que ocupa este nosocomio dependiente de la Municipalidad de la Capital Federal fue la estanzuela del ingeniero Emilio Agrelo. Su adquisición data del año 1915 y comprende 44,5 hectáreas. El establecimiento, fundado y levantado por la empresa Falcone con un costo de tres millones de pesos con el nombre de Colonia de Ancianos de Ituzaingó, se inauguró en abril de 1927. Con motivo del centenario de la creación de la Universidad Nacional de Buenos Aires, en homenaje a su fundador, prócer y gobernador de esta provincia, recibió la denominación de Hospital de Geriatría General Martín Rodríguez.
La Colonia de Ancianos dejó entonces de ser lo que fue en sus comienzos, un depósito donde llegaban los crónicos y valetudinarios a pasar sus últimos días, como elementos segregados de la sociedad; hoy, con orgullo se le llama hospital y como hospital gerocomio, único en su género en la República Argentina y aun en Sudamérica, y es el primer centro de investigaciones gerontológicas.
El doctor Idélico L. Gelpi, que desde la época de estudiante estaba vinculado al hospital, recordaba en oportunidad que había compartido inquietudes y gozado de la cariñosa amistad de algunas personas internadas; como del tío del escritor Gustavo Martínez Zuviría; de aquel ingeniero italiano que a los 90 años trabajaba como un joven queriendo descubrir el movimiento continuo; del médico de Sarmiento, abogados, músicos, poetas, artistas y obreros que formaron juntos esa legión de trabajadores argentinos y extranjeros que con tesón colaboró en la grandeza del país.
Por concurso, el 14 de abril de 1947 es designado el Dr. Gelpi director del hospital. En 1958, al hacerse cargo nuevamente de la dirección, había solo once médicos, sin cubrir las especialidades, y en la fecha ochenta y nueve profesionales lo frecuentan. Se han creado nuevos servicios hospitalarios, siendo importante destacar el de hemoterapia, el de traumatología y clínica neurológica, y los laboratorios de investigaciones.
Un potente aparato de radiología ha reemplazado a uno pequeño y antiguo; se cuenta con un cuerpo de kinesiólogos para la rehabilitación y recuperación de cuantos ancianos sea posible. Varios dietistas se ocupan de mejorar las comidas de muchos de los asilados.
En los pabellones se alojan en la fecha, en pequeños ambientes, unos 1.400 ancianos. Un pabellón se ha destinado a farmacia y prótesis dental. Posee el nosocomio asistentes sociales y visitadores, servicios colaterales a la medicina, creados con el fin de resolver problemas afectivos, económicos, morales, psiquiátricos, etc.
Habiéndose elevado el término de vida en razón de su mejor atención, se encuentran personas con más de cuarenta años de permanencia en el lugar.
Se han hecho fundamentales refacciones en la sección calderas, transformando el viejo sistema de calefacción y servicios centrales para todo el establecimiento. Allí están una hermosa capilla y la residencia de las Hermanas Concepcionistas Argentinas, dirigidas por la reverenda madre Asunta del Mestre. Estas religiosas llegaron en 1938 y desde entonces prestan valiosa colaboración, de gran importancia para la atención y disciplina de los ancianos.
Por sugerencia del Dr. Gelpi, caracterizados veci9nos fundan el 2 de agosto de 1958 la asociación cooperadora, a la cual se impone el nombre del Dr. Alejandro Squassini, quien fuera benemérito director del asilo. Su primera presidente, doctora Asunción Alonso de Nacarate, secundada por un grupo de damas y caballeros con extraordinaria actividad, procuró incesantemente identificarse con la dirección y administración del hospital, interpretando y apoyando las inquietudes tendientes a mejorar el cuidado de los internados y la ayuda espiritual, que se ofrecen con trato amable, comprensión y cariño.
Es benemérita institución nacida para brindar a la ancianidad todo su entusiasmo en el afán de mitigar los dolores físicos y espirituales de millares de seres generalmente olvidados por el mundo exterior. Prepara festivales y funciones cinematográficas; en los días festivos se sirve un menú superior, se aportan postres, vino, golosinas, cigarrillos, etc. Una entidad de ancianos, el Club del Buen Pasar, fundado en 1962, funciona con carácter de esparcimiento.
Un lamentable episodio de graves consecuencias se registró en julio de 1956, motivado por aviones militares que evolucionaban sobre la zona. Se originó un encontrón entre dos máquinas a propulsión, las que fueron a caer en lugares distintos. Una de ellas embistió violentamente una casilla prefabricada en la calle Bynnon; a una cuadra del campo de aviación, resultando con muy graves quemaduras cuatro niños de corta edad y carbonizado un pequeño de dos meses. El otro avión cayó con mayor violencia y se incrustó en el techo del pabellón 13 del nosocomio. El combustible que fue derramando en su caída provocó incendios en los pabellones 7 y 9.
La súbita rotura de los vidrios de puertas y ventanas, el derrumbe de muros y las llamas que subían impresionantes pusieron en angustias a los internados. Bajo los escombros quedaron varias ancianas. Luego que personal de bomberos de Morón y de La Matanza extinguieron los focos de incendio, se pudo comprobar que habían fallecido cuatro de ellas y resultado con heridas tres.
En los meses de octubre y noviembre de 1965, con los auspicios de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Buenos Aires se dictó un importante curso sobre Gerontología y Geriatría. Anualmente ya se realizan otros cursos similares. En noviembre del presente año se tendrá el 2do. Simposio Municipal con mesas de temas libres y conferencias. Serán debatidos los temas clínicos, aspectos socioeconómicos y problemática general del anciano en nuestro país y en el ámbito mundial.
El congreso es auspiciado por la Municipalidad de Buenos Aires, la Sociedad Argentina de Geriatría, el Comité de Docencia e Investigaciones del Hospital Gral. Martín Rodríguez, la Sociedad Argentina de Medicina Social y otras instituciones científicas y asistenciales.
El presupuesto asignado para el año 1972 importa la suma de $ 11.000.000.
En enero de 1972 ingresa como director asistente el doctor Fernando Mario Fuentes, habiéndose hecho acreedor a la designación por concurso.
La Asociación Cooperadora inauguró el 4 de noviembre un Microcine y salón de actos espléndidamente equipado y que servirá de mucho para la recreación de los asilados. Al acto concurrieron funcionarios de la Municipalidad de Buenos Aires y el obispo de Morón. En la oportunidad la Dirección del Hospital agasajó al Dr. Ernesto B. Realini, jefe honorario del servicio de odontología y presidente de la asociación cooperadora, con motivo de cumplir 50 años de actuación municipal ininterrumpida. Fueron directores los doctores Bartons, Alberto J. Mazziotti, Alberto Frías, Idélico L. Gelpi y en la actualidad Angel J. Papeschi.