Desde la
fundación del pueblo hasta llegar el año 1906, la grey católica de Ituzaingó no
pudo cumplir en el lugar con las obligaciones que la práctica de la religión
preceptúa, por no tener siquiera una capilla donde hacerlo.
En dicho
año siendo el mes de agosto, una joven, Juanita Consejero, nacida en 1880,
afincóse en la localidad, descollando por su piedad y sus obras. No habiendo
aquí ni templo ni sacerdotes, el acendrado celo de esta mujer en el ejercicio
de un fecundo apostolado supo reducir esos inconvenientes.
En su casa
situada en la calle Las Heras 127, donde vivía con su madre viuda y en la cual
sus hermanos instalaron una peluquería, Juanita enseñaba a los niños las
primeras letras y las primeras nociones de catecismo, con mayores conocimientos
de la doctrina cristiana cuando se trataba de prepararlos para la primera
comunión, cuya ceremonia se realizaba siempre en la iglesia parroquial de
Morón.
Con la
ayuda pecuniaria de algunas familias, más tarde se alquiló una casa en la calle
Belgrano (hoy Zufriategui) llegando a la de Camacuá, la que fue transformada en
oratorio público puesto bajo la advocación del Sagrado Corazón de Jesús. Fue
don Juan Massé quien construyó en su taller de carpintería los varios elementos
para la capilla, inclusive el altar.
Y Juanita
fue el alma de este centro religioso, siempre rodeada de niños, a los cuales
dedicó toda su vida.
Concurría
para la celebración del culto y la atención de los fieles el infatigable y
fervoroso padre Pablo Darbón, párroco de Ntra. Sra. De la Inmaculada Concepción
del Buen Viaje, de Morón, Don Natalio Barbieri, por su parte, mediante una
módica paga, se encargaba de transportarlo en su celebrado “carruaje”.
A partir
del 14 de julio de 1920 la capilla tuvo nuevo emplazamiento, en la calle
Segunda Rivadavia, muy cerca de la calle Soler, habilitándose a tal efecto la
casa de don Pancho, que distinguíase con el rótulo de “La Palmera”.
Allí estuvo
por espacio de quince años. Los asistentes a las funciones, resignadamente,
debieron sobrellevar serias incomodidades, originadas por el barro (las calles
no tenían todavía pavimento), la falta de alumbrado y el permanente paso de
haciendas.
En 1935 es
trasladada provisionalmente a la calle Rondeau, en el solar que con
posterioridad fuera ocupado por el Cine Petit Palace. La familia Seré, siempre
dispuesta a colaborar, toma a su cargo la mejora de los ambientes, tornándolos
convenientemente adecuados para los oficios divinos. En los primeros años se
enseñaba la Doctrina Cristiana en las casas de las familias Melano, Agrelo,
Massé, Verdín, Scandroglio. En las escuelas números 6 y 13 se daba catecismo
fuera de las horas de clase.
IGLESIA ORTODOXA RUSA
Su templo,
uno de los siete que se levantan en los alrededores de Buenos Aires se
encuentra en la calle Malabia 1253 en la zona de Villa Ariza. Se trata de una
soberbia construcción de singular estructura, realizada con la dirección del
arcipreste Jorge Romanoff.
Su cripta
está dedicada a San Juan y la iglesia superior a Todos los Santos de Rusia.
Cabe recordar que el edificio ha sido construido casi en su totalidad por el
apasionado obrero Juan Jourkievich y la ayuda de Francisco Fatur y Valeriano
Barcou.
El
reverendo Romanoff, que falleció el 11 de marzo de 1968 fue una figura
patriarcal y de gran prestigio de la Iglesia Ortodoxa en el Exilio. Nacido en
la ciudad e Ekaterimburgo en los montes Urales, llegó a tierra argentina en
1947, comisionado para fundar aquí un centro de refugiados de ese país.
Constituida
de inmediato la Asociación Hogar Ortodoxo Ruso, su preocupación fue levantar,
en solar lindero a la iglesia, su sede-asilo. La residencia edificada por
acuerdo del Consejo Mundial de Iglesias, el Servicio para Refugiados y la
Asociación del Hogar Ortodoxo Ruso, tiene doscientos metros cuadrados de
superficie en dos plantas, con doce dormitorios amoblados para 24 personas,
ancianos de ambos sexos, sin recursos y escapados después de la Segunda Guerra Mundial
a través de la cortina de hierro. (Dígase al margen de nuestro tema, que se ha
calculado en treinta millones los cristianos muertos por los gobiernos
comunistas de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas).
Antes de
recibir las órdenes sagradas, el arcipreste Romanoff se alistó en las filas del
ejército de Rusia Blanca para combatir contra los rojos que subyugaron a su
patria. Empero, derrotado en 1918 el ejército blanco por los bolcheviques, se
vio obligado el padre Romanoff a abandonar el suelo natal y peregrinar por
tierras extrañas hasta llegar a París. En la ciudad luz le atrajo la física
nuclear, especializándose en la materia; más tarde, sin embargo, se consagró al
sacerdocio.
Al venir a
Villa Ariza se alojó en una caballeriza hasta inaugurarse el asilo, que tuvo
lugar el 16 de abril de 1962, con la presencia del Director Nacional de
Inmigraciones, señor Héctor Ciaspucio, los señores Walter Kilpatrich y Andrés
Mouravieff, del Servicio de Refugiados del Consejo Mundial de Iglesias, y la señora
Rosa S. de Martínez Guerrero, presidente de la Asociación de Protección al
Refugiado.
Participó
el arcipreste en conferencias por la unión de los católicos y ortodoxos,
primero en Roma y luego en Rodas. Pocos meses antes de su óbito viajó a Estados
Unidos para asistir en Nueva York al sínodo de obispos ortodoxos. Su
desaparición dejó un gran vacío. El sepelio de sus restos efectuóse en el
cementerio de Morón, tras solemne funeral oficiado en la cripta de la iglesia
local.
El día 19
del mismo mes se realizó una nueva ceremonia fúnebre en su memoria, a la cual
asistieron su esposa, señora Nadine Drink, su hijo abad Gherasim, actualmente
en Francia, y altos dignatarios de la Iglesia Ortodoxa Rusa, entre ellos el
obispo Anastasio.
Visitando
su cuarto de trabajo, pocos días después de su muerte, pude observar numerosos
libros y retratos, reliquias centenarias, una cruz griega, collares y cruces
pectorales, un tríptico antiguo con motivos de la Virgen María, de la cual era
muy devoto; un cuadro de gran tamaño del zar Nicolás II, mártir de los rojos, y
fotografías con dedicatorias de relevantes personalidades.
La
feligresía de la comunidad ortodoxa en Ituzaingó la componen unas cincuenta
familias.
El templo,
si bien de reducida área, se eleva majestuoso, en estilo Novgorod y bloque
cuadrangular, en medio de amplio espacio verde y placentera serenidad. Tiene
tres portadas. El interior está dividido por una mampara de madera; la parte
más amplia para los asistentes al culto, y la menor, donde se halla el altar, para
la realización de las ceremonias religiosas, que en los últimos tiempos, por la
escasez de sacerdotes, no se celebran con la asiduidad requerida.
Ricas
pinturas adornan el panel, las de mayores dimensiones fueron ejecutadas por la
hermana Juana Iagmen, chilena de origen árabe, otras pequeñas que representan a
los cuatro Evangelistas, la Anunciación y a la Virgen, son pinturas de Gabriel
Buriak, quien además de ser un artista, desde 1970 es el administrador y
también maestro del coro. En la parte superior de la cúpula, situada ésta en el
centro de la construcción, dominando el todo, se ha colocado una figura
bizantina de Jesús. Muchos íconos más, pequeños casi todos ellos, decoran las
paredes del recinto.
La parte
subterránea, que tiene también su altar, es utilizada como osario. En urnas
forradas de cinc y puestas a la vista sobre catres metálicos adosados a dos
paredes, frente a frente, se encuentran depositados los restos de los
refugiados que van siendo sepultados en los cementerios de la Chacarita y de Morón
y cuyos cuerpos son exhumados a los cuatro o cinco años de la inhumación, según
lo establezca cada necrópolis. En la actualidad se hallan ocupadas 102 urnas.
MARIA MEDIADORA DE TODAS LAS GRACIAS
Atendida
por el R.P. José D. Tomás. Se levanta dicha capilla en el barrio Alberdi.
MONSEÑOR FRANCISCO NOVAK
Nuevo
párroco es el R.P. Francisco Novak, nacido el 8 de diciembre de 1909 en
Eslovenia, una de las provincias que constituyeran por entonces el antiguo
imperio Austro-Húngaro, y hoy formando parte de Yugoslavia. Cursó sus estudios
secundarios en el gimnasio episcopal de St. Vid, culminando su carrera
sacerdotal en 1933.
Fue
ordenado el 2 de julio de ese año y cantó su primera misa el 9 de julio,
iniciando su ministerio como teniente cura, primero en Dobernic y luego en
Ljubliana. En 1939 pasó a ejercer el curato de la parroquia del Sagrado Corazón
en Rakek, desempeñándose en dicho puesto hasta principio de mayo de 1945. Al
restablecerse en su país el gobierno comunista del mariscal Tito, padeció los
rigores de la persecución, los sufrimientos del exilio y enfermedad, por
añadidura.
En
conocimiento de que los ejércitos rojos debían hacer su entrada en la localidad
entre los días 3 y 4 de mayo de 1945, la noche del 3 huye de Rakek con un grupo
de amigos y tras duro andar llega a los campos de refugiados de los Alpes
Spittal, en Austria.
Durante
cuatro años ejerce en Kals. Finalmente, se traslada a Génova, desde la cual, en
el carácter de emigrado, el 17 de enero de 1949, embarca para América,
arribando a Buenos Aires el 5 de febrero siguiente. En estas tierras
acogedoras, abiertas sus puertas a todos los hombres de buena voluntad, el
padre Novak se siente otra persona, renace a la vida, pues goza de la libertad
que le fuera negada en su patria. Bendice este suelo de promisión y da gracias
a Dios por la infinita ayuda que le ha dispensado.
Comienza
pues a trabajar con tesón y alegría, dedicando todos sus afanes a la causa de
sus hermanos en Cristo. Se inicia con los Padres Sacarmentinos de la Capital
Federal, los que recuerda con gran afecto. A partir del 30 de enero de 1951
realiza sus primeras armas como teniente en la parroquia de Ntra. Sra. De los
Dolores, en la ciudad homónima; más tardes es trasladado al templo de La
Piedad, de la localidad de Témperley. En 1953 pasa a Villa Sarmiento, de la
diócesis de Morón, con el cargo de capellán del noviciado de las hijas de María
Inmaculada. El 8 de marzo de 1859, después de la desaparición de Mons. Rava, lo
destinan a Ituzaingó, como vicario sustituto. Y el 24 de mayo, festividad de
María Auxiliadora, el obispo diocesano Mons. Miguel Raspanti, lo pone en
posesión de la parroquia de San Judas Tadeo.
En la
alocución de circunstancia expresó el prelado que Ituzaingó, por lo extenso de
su territorio y el elevado número de habitantes, necesitaba se le designara a
un sacerdote de intensa actividad a fin de atender convenientemente a la
feligresía, mientras se estudiaba la posibilidad de erigir algunas capillas, ya
que la dilatada jurisdicción eclesiástica del pueblo había sido dividida en
varias nuevas parroquias. Conociendo pues el señor Obispo el grado de fervor de
la población de esta ciudad, había querido enviarle a un sacerdote ejemplar y
digno para que continuara la labor apostólica de sus predecesores.
Cumplido
con el juramento de fidelidad y la lectura del nombramiento y de las
obligaciones del cargo y ministerio parroquial el R.P. Novak se dirigió a los
fieles manifestando, entre otros conceptos, que su unión con el superior sería
incondicional y apeló a la colaboración de las asociaciones, cuya participación
estimaba valiosa para el ejercicio del apostolado que se proponía llevar a
cabo.
Luego del
oficio religioso, recibió el saludo de su grey. A continuación le fue ofrecido
un almuerzo; asistieron Mons. Juan A. Presas, los sacerdotes Miguel Bazán,
Egidio Esparza y Alberto Mariglio y un grupo de amigos.
Desde
entonces a la fecha, ¿cuánto no ha hecho monseñor Novak? Lo primero fue
infundir un nuevo espíritu en las asociaciones imprimiéndoles nuevo fervor,
nuevo celo y otro ritmo. La feligresía advierte pronto el alcance de su obra y
le brinda amplio apoyo. Con tales auspicios el flamante párroco emprende
trabajos inigualados, fecundos e impostergables.
Le cupo en
suerte, dada la posibilidad de su realización, iniciar la construcción del
colegio parroquial, modelo de establecimiento escolar. Siguiendo las recientes
manifestaciones de la Iglesia, derivadas del Concilio Vaticano II, acometió la
renovación del presbiterio y del altar mayor, emplazándose un magnífico altar
comunitario de acuerdo a la nueva liturgia, siendo éste el primero construido
en la diócesis y su inauguración dio lugar a una brillante ceremonia. Obra de
trascendencia en el ámbito parroquial es la erección del salón de actos, de
trece metros por trece, confortable y de suma utilidad para las asociaciones y
para el colegio anexo. También es cedido gratuitamente a entidades de bien
público, para sus asambleas o reuniones de expansión cultural. Paralelamente,
se efectúan reformas en la casa parroquial con renovadas comodidades para la
vida espiritual de las instituciones y la atención de los fieles. Se reconstruyen
las dependencias de Cáritas, tras el incendio que destruyó sus instalaciones
iniciales.
Adquiere en
1966, especialmente ejecutado por el instrumentista de la Capital Federal,
sacerdote Mirko Kovac, el órgano electrónico de doble teclado y 33 registros,
estrenado el 3 de julio. En la oportunidad la Asociación Coral Lorenzo Perosi
presentó su primer concierto del ciclo 1966. El 3 de agosto de 1964 queda
oficializado el grupo de Niños Acólitos, con la conducción del R. P. Benito
Pérez Novoa. En el mismo año dicta cursos especiales para el personal de la
policía local, sobre “Lo sagrado de la Ley”. Es consultor diocesano y es
miembro del Decanato Morón II para las Zonas Norte y Oeste, creado para una más
eficiente coordinación de la Pastoral de Conjunto de la Diócesis.
Con motivo
de la distinción prelaticia que la fuera otorgada el 20 de febrero de 1964 por
S. S. Pablo VI, la población de Ituzaingó recibió con singular simpatía y sumo
beneplácito la honorificencia con que fue honrado. Fueron padrinos de honor los
reverendos padres Esteban Novak, Luis Kosmerli y Antonio Orehar, las
asociaciones parroquiales, la escuela San Judas Tadeo, las señoras María Novak
de Urbanija y Dora Villagra de Manso y los señores Vinko Logar y Joaquín Manso.
La Comisión de homenaje estuvo integrada por las señoras Brígida R. de
Cambiasso y Esther I. de Lucchini, la señorita Helena Amelia Povalej y los
señores Joaquín Manso, Agustín L. Camerucci, Jorge Mambretti y Vinko Logar.
En su
adhesión se celebraron en la parroquia las Jornadas Vocacionales Sacerdotales,
las que, sabiamente organizadas por el padre Pérez Novoa, bajo el lema “Confío
en la misericordia de Dios”, se desarrollaron del 1° al 12 de julio, recibiendo
monseñor Novak múltiples agasajos y renovadas muestras de afecto.
En el
transcurso de las jornadas tuvo lugar la consagración del altar mayor, donde se
colocaron las reliquias de San Adeodato y Santa Victoria; efectuóse la
bendición del altar comunitario y la inauguración del salón parroquial y del
Centro Catequístico Santo Domingo Savio, sito en la calle Latzina y Fernández
de la Cruz. En los actos actuaron los coros Lorenzo Perosi, Esloveno Gallus y
de los Novicios Salesianos. En solemne ritual, el señor Obispo le invistió de
las insignias correspondientes. Luego se le ofreció un homenaje, haciendo uso
de la palabra el señor Manso, el padre Orehar y Mons. Raspanti.
La dignidad
de prelado doméstico de Su Santidad le fue conferida por su relevante actuación
y diligente cumplimiento en el cuidado de las almas y también como
reconocimiento a la labor hacia la colectividad eslovena de la diócesis de
Morón.
El
nombramiento: Pablo VI, Pontífice Máximo, al dilecto hijo Pbro. Francisco
Novak, de la Diócesis de Morón, salud y bendición apostólica.
Aceptamos
complacidos los ruegos a nos elevados, como singular testimonio de nuestra
benevolencia hacia ti que queremos hacer pública, y estímulo de la fe católica
por tus crecidos méritos, te elegimos y nombramos PRELADO DOMESTICO con todos
los honores, privilegios y prerrogativas, conforme lo establece la Constitución
Apostólica “Inter-Multiplices” de San Pí9o X.
Dado en
Roma, cerca de San Pedro, el día 20 de febrero del año 1964. (fdo.) Cardenal
Cicognani
Fueron
tenientes curas en San Judas Tadeo los siguientes sacerdotes: Enrique Grosman,
José Pus, Oscar Delgado, José Nagy, Rafael S. Pazzelli, Osvaldo L. Remón, Angel
Cersósimo, José M. Delgado, Benito Pérez Novoa, Miguel A. Narbaitz Jaureguy y
Juan Carlos Martínez. Desde la salida del P. Martínez, la parroquia no tuvo
nuevos tenientes, quedando a cargo exclusivo de monseñor Novak todas las
tareas.
En el
templo se realizaron ordenaciones: julio de 1967, del diácono Martín Moyano,
cuatro sacerdotes y órdenes menores a cuatro seminaristas. El 5 de enero de
1968 recibió las órdenes sagradas Martín Moyano y el 18 de mayo de ese año,
Juan Carlos Martínez. Las ceremonias en todos los casos fueron realizadas por
Mons. Miguel Raspanti.
En 1960
tuvo efecto en la parroquia la Gran Misión de Buenos Aires, predicada por los
padres españoles Angel Serrano Nuel y Joaquín Alcalá Gracia. En noviembre de
1968 se llevó a cabo el Encuentro del Pueblo de Dios. La primera visita
pastoral del diocesano se realizó el 17 de junio de 1962. En enero de 1971 se creó
el Consejo Pastoral Parroquial, en cumplimiento de disposiciones adoptadas por
el Episcopado Argentino.
Lo
integraron: la señora Raquel L. Ande-Lacroix de Mugica, la señorita Gladys
Elliff y los señores Juan C. Moreno, Agustín L. Camerucci, Manuel M. Mugica,
Enrique R. Sodor, Ricardo Morales Torres, Miguel Sostres y Marcelo H. Labeque,
designándose coordinador al señor Moreno. En abril de 1971 se edita el primer
número del Boletín Parroquial.
Entre las
asociaciones parroquiales, la Liga de Madres de Familia merece referencia
especial por la naturaleza de su esencia y las realizaciones llevadas a cabo en
favor de las familias de la ciudad, hacia las cuales se ha volcado de modo
particular y con desvelo. Considerable ayuda presta en los barrios Pintemar y San
Alberto, que ha tomado bajo su custodia, y también en la escuela n° 59, donde
las necesidades son mayúsculas, brindando apoyo material, asistencia médica y
auxilio espiritual.
Asimismo,
para bien de la comunidad tiene a su cargo clases de gimnasia, corte y
confección, artes decorativas y otras especialidades. La entidad sostiene las
obras con los beneficios obtenidos en funciones de teatro o cine, conciertos y
diversas reuniones y los aportes de amigos y simpatizantes de la Liga. Su
presidente es la señora Etelvina Silva de Panelo. El 18 de octubre de 1970, en
las calles Camacuá y Bacacay, se bendice la piedra fundamental para la
construcción de la Guardería Infantil y sede de la Liga.
Cáritas,
que en sus comienzos se llamó Fraterna Ayuda Cristiana, es otra asociación de
bien y cuyo fin es el de prestar protección a los necesitados, comprendiendo en
lo que significa necesitado también al que es falto de felicidad espiritual.
Tiene su
sede en terreno lindero al templo, donde se guardan los efectos recibidos en
donación y que se distribuyen a los menesterosos en épocas señaladas o en el
momento que sea indispensable su entrega, como en el caso de medicamentos,
ropas o ciertos víveres.
Sus
integrantes no rehúyen el esfuerzo que la institución requiere y tampoco, en
cuanto les sea posible, dejan de resolver las dificultades de angustiados
indigentes. Cuenta con un grupo de asociados que aportan fondos y otras
ofrendas.
El señor
Tomás E. Duggan es su director y colaboran generosamente la señora Filomena B.
de Elliff, la señorita Gladys Elliff y el señor José M. Fanelli.
Son el
brazo derecho del señor cura párroco el Consejo Pastoral Parroquial y la Junta
Coordinadora que tiene como presidente al señor Fanelli; por la índole de sus
mandatos, la primera tiene la misión de asesorar en lo que respecta a la vida
parroquial y la segunda de procurar se cumplan metódicamente los proyectos y
trabajos de las instituciones, conservando cada una de éstas su propia
independencia.
Todas las
demás asociaciones, que son de carácter piadoso o formativo, como la Acción
Católica, Apostolado de la Oración, Adoradoras, Vocaciones Sacerdotales,
Acólitos y Jóvenes, Centros Catequísticos, Coro Lorenzo Perosi, Agrupación
Scout y Movimientos Familiar Cristiano, son igualmente importantes y cumplen
dentro de la Iglesia elevada y específica labor, ya sea por el celo con que se
realiza como por la acción contemplativa, puestos que ambas acciones llegan y
aprovechan al espíritu de cada miembro como, asimismo, de igual manera o más,
al semejante, que es también pueblo de Dios.
Conducen
dichas asociaciones, respectivamente: Isabel Ruiz de Irurtia y Adolfo D
Arielli, Matilde P. de Russo, Gloria R. de Moyano, Raquel A. R. de Mugica,
Francisco Delamer, Dina R. de Mosquera y Rosalía de Lacoa, Elida I. Russo,
Ricardo Fraga y el matrimonio Raúl y Lidia Baraldi.
La Unión de
Padres de Alumnos del Colegio Parroquial y la Unión de Padres y Amigos del
Instituto Técnico Industrial, son entidades de mucho mérito y coadyuvan
admirablemente con Mon. Novak en los asuntos de las dos escuelas. Las presiden
los señores Néstor Aldrey y Raúl Maríncola.
MONSEÑOR SANTIAGO A. RAVA
Tras los
interinatos de los padres Juan Angel Palermo y Rafael S. Pazzelli, se hizo
cargo del gobierno de San Judas Tadeo un sacerdote de mucho mérito, procedente
de la ciudad de Azul, monseñor Santiago A. Rava, nacido en 1901 en Ciudad
Belgrano, donde cursó sus primeros estudios. Pasó luego al seminario de Buenos
Aires y concluyó la carrera en 1924 en Roma. De regreso a la Argentina se le
designa teniente cura en Escobar y más tarde, como vicario general, colabora
con el obispo César Cáneva. Fue, asimismo, vicario foráneo de La Plata para la
zona de Mar del Plata, a raíz de la muerte de Mons. Tomás A. Solari.
Puesto en
posesión del curato de Ituzaingó el 6 de octubre de 1956, impulsa la creación
de la filial de la Asociación Fraterna Ayuda Cristiana (hoy Cáritas),
silenciosa y encomiable obra de ponderados vecinos, constituida el 22 de
setiembre de 1956, en cumplimiento de disposiciones emanadas del arzobispado de
La Plata. En el carácter de asesor delegado de la parroquia de Ntra. Sra. Del
Buen Viaje de Morón, concurre el señor Miguel Narvaez para ilustrar a los
integrantes del grupo local sobre la obra de referencia, que tenía ya
habilitado el ropero de los pobres, efectuaba la distribución de elementos de
farmacia y contaba también con la colaboración de profesionales para los
servicios médicos, jurídicos y contables.
A poco de
su llegada, monseñor Rava dispone la renovación de la decoración del altar
mayor, encomendando la labor al pintor sacro Elías Ahmetoc, ejecutor de
diversos trabajos en la Argentina, Uruguay y Yugoslavia. En ocasión de la
festividad de la Inmaculada, el 8 de diciembre de 1956, se inaugura la parte
del presbiterio.
Se instala
la Congregación de las Hijas de María y se oficializa solemnemente, con la
asistencia de los delegados diocesanos de las respectivas ramas, los centros de
Acción Católica, siendo designados como primeros presidentes la señora Adelina
M. de Martinelli Massa y el señor Urbano Labrousse. El 30 de abril de 1958,
constituido el “Grupo Scout Santiago Apóstol” tomó sus componentes las promesas
de práctica y el juramento de fidelidad. A partir de noviembre de 1957 se
publica con la dirección del señor José M. Fanelli, el Boletín parroquial mensual
“Pregón”.
A comienzos
de 1959 viaja a Italia, en la localidad de Avigliano, jurisdicción del
arzobispado de Turín, fallece el 13 de abril a consecuencia de hemorragia
cerebral. El 22 de abril monseñor Raspanti oficia un solemne funeral,
pronunciando la oración fúnebre el R.P. Dr. Luis J. Tomé, párroco de la
Concepción de la Capital y amigo del extinto.
Sus restos,
repatriados por gestión de un núcleo de damas y caballeros de Azul, llegaron a
Ituzaingó el 8 de enero de 1960. Tras recibir las honras de la feligresía y
efectuado un oficio religioso por el padre Novak, fueron trasladados a aquella
ciudad, recibiendo sepultura en la capilla del Buen Pastor, de la cual Mons.
Rava fue vicario por espacio de quince años.
NTRA. SRA. DE FATIMA
Su erección
data del 19 de marzo de 1959. Ya en noviembre de 1958, una comisión vecinal,
presidida por el Dr. Fernando Mario Fuentes se encontraba trabajando para la
construcción de una iglesia, cuya erección se estima impostergable para la vida
espiritual de la importante zona de Villa Ariza. El acto inicial se realizó en
la escuela n° 13, con la asistencia del Obispo Diocesano y el intendente
municipal, señor Abel Costa.
En octubre
de 1955, monseñor Raspanti bendice la piedra basal del templo y colegio anexo,
en la intersección de las calles Chilavert y Colonia. El 6 de diciembre del
mismo año, a pesar de los pocos meses transcurridos, se efectúa la inauguración
del templo. El R.P. José Daniel Tomás, joven sacerdote ordenado en 1954,
dinámico, bondadoso y dotado de natural simpatía, es designado titular de la nueva parroquia. Por razones de
salud de éste, se hace cargo del curato por breve tiempo el P. David Núñez, más
tarde reemplazado por el sacerdote Bartolomé Brossa.
NTRA. SRA. DE LOURDES
En Villa
Udaondo, otra magnífica zona de Ituzaingó, fue fundada el 19 de marzo de 1959.
Padres de la orden Oblatos de María Virgen, tienen a su cargo la atención de
esta parroquia, inaugurada por el Obispo Diocesano el 12 de febrero de 1961.
Posee una hermosa escuela. Su primer párroco fue el P. Lino Santelli, a quien
sucedió el P. Juan P. Vivaldi.
NTRA. SRA. DE LUJAN
Con igual
fecha de creación que la de Ntra. Sra. Del Pilar en el extremo sudoeste de
Ituzaingó, en pleno barrio La Marina, calles Guastavino y Hortiguera, se erige
esta iglesia, puesta bajo la advocación de Nuestra Señora de Luján.
La
feligresía en su mayor parte está compuesta por un numeroso grupo de familias
de suboficiales de Marina, que poseen en la zona su vivienda permanente.
Cuenta con
escuela y guardería infantil. Desde enero de 1967 la regenteó el P. Honorato
Ros Llópis, siendo relevado por el actual párroco, R. P. Ricardo Artacho. En
junio de 1970 con solemnes ceremonias quedó inaugurado el Jardín de Infantes.
NTRA. SRA. DEL PILAR
Como
desmembramiento de Ntra. Sra. De Fátima, surge esta nueva parroquia. Tiene
fecha de creación el 15 de agosto de 1965 y su asiento en las calles Paso de
los Libres y Alta Gracia. En marzo de ese año monseñor Raspanti bendice la
escuela que se levanta en la calle La Victoria y cuya construcción se va
completando paulatinamente. La capilla, de humilde aspecto, un quincho con
paredes de mampostería en sus comienzos, ya tiene nueva estructura y sirve a
extensas barriadas cercanas. La atiende un veterano sacerdote, el R. P. José D.
Tomás, siendo vicario sustituto el P. Salvador Ferrer Aparisi.
NTRA. SRA. DEL VALLE
Esta
parroquia, cuya piedra fundamental fue colocada el 25 de mayo de 1963 por
monseñor Raspanti, encontrándose presente el comisionado municipal coronel
Alberto Cabello, fue erigida el 16 de agosto de 1964 y se levanta en el barrio
Parque Alvear, calles Andalgalá y Lomas de Zamora, en amplio lote donado por el
vecino don Manuel González. El proyecto corresponde al arquitecto Emilio Nuño.
Varios sacerdotes se desempeñaron temporariamente, nombrándose párroco en mayo
de 1970 al padre Raúl R. Trotta. En 1971 es designado vicario cooperador el P.
Juan Coltro.
PBRO. ALBERTO MAXIMO MARIGLIO
Nació en La
Tablada el 29 de mayo de 1910 y fue ordenado sacerdote el 2 de diciembre de
1936. Falleció en Ituzaingó el 30 de junio de 1969.
La muerte
del padre Mariglio, que se desempeñaba como director del Colegio Ceferino
Namuncurá, produjo profundo dolor en la población que admiró la silenciosa obra
del clérigo, desarrollada en favor de la niñez y de los humildes.
Actuó en
Villa León y su labor se extendió con marcado énfasis hacia las obras de bien
comunitario. Forjó un centro de vida espiritual que a los pocos años floreció
en una agrupación de personas activas y esforzadas, dando origen a la parroquia
de Santa Teresita. Colaboró en la parroquia de Villa Ariza, pero deseoso de
comunicar el saber y promover la educación, luego de innumerables sacrificios,
inicia en marzo de 1960, con amplio apoyo del vecindario, la construcción del
colegio, en un esfuerzo común de salvar a los niños y a los jóvenes, misión que
le señalara el Señor para realizar en este mundo.
En 1963,
ciertas dificultades respecto al pago de las cuotas del terreno donde estaba
levantando la escuela, pusieron en apuros al padre Mariglio y a muchos
generosos amigos de Villa León, al intentarse subastar judicialmente el
edificio. Se anunciaba el remate para el 17 de noviembre, pero el apremio pudo
ser superado saliendo airoso el colegio, tras haber ganado el juicio en primera
instancia y ser confirmado el fallo dos veces por la Excma. Cámara de
Apelaciones.
Ceferino
Namuncurá salvo al Instituto puesto bajo su patrocinio. Los restos del P. Mariglio
descansan en el cementerio de Morón.
R P CARLOS LORENZO MURRAY
A partir
del 4 de marzo de 1941 se desempeñó como capellán el padre Murray, de familia
irlandesa. Había nacido en Zárate el 6 de julio de 1876, falleciendo en Buenos
Aires, tras corta enfermedad, el 19 de julio de 1963. La primera misión que se
le encomendó al recibir los hábitos religiosos debió cumplirla en Resistencia,
capital de la entonces Gobernación del Chaco, apenas entregado este territorio
a la civilización y todavía en guerra con los indígenas. Allí, en la dura faena
contrajo el paludismo. En los lugares donde más tarde realizó su apostolado dio
pruebas de su gran espíritu al servicio de Dios.
Durante su
permanencia en Ituzaingó, se estableció la conferencia de San Vicente de Paul,
disuelta en 1950. Por su ejemplar vocación sacerdotal y sincera humildad en
todas sus obras, se le recuerda con cariño y veneración.
El 29 de
junio de 1944 toma posesión en el carácter de primer párroco de Ituzaingó, el
presbítero Villalonga, quien ejerció su ministerio con notoria capacidad y
beneplácito.
El padre
José Alberto Villalonga había nacido el 3 de febrero de 1905 en Río Cuarto,
Córdoba, de tradicional familia del lugar. Su padre y su tío fueron los
fundadores de la conocida empresa “Expreso Villalonga”. Joven aún, su vocación
lo llevó a cursar estudios religiosos, que completó en el Seminario
Metropolitano, doctorándose en teología.
Cantó la
primera misa en la Navidad de 1930 en la iglesia del Corazón Amoroso de San
Martín, provincia de Buenos Aires. Desde entonces fue celoso apóstol de Cristo,
realizando una eminente obra espiritual y social, cumplida primero como teniente
cura en la parroquia de San Isidro, más tarde en San Ponciano en La Plata y
luego en San Pedro, de Mar del Plata.
Posteriormente,
fue designado cura en Monte, poco después en Ranchos y finalmente en Ituzaingó.
Aquí organizó la vida parroquial, vitalizando las instituciones existentes y
creando otras, el Apostolado de la Oración, la Congregación Mariana de Jóvenes,
la Comisión de Caballeros, los Centros de Acción Católica y la Cofradía de
Ntra. Sra. De Luján. Deseó siempre una formal transformación de su feligresía,
hacia lo cual enderezó en cada momento sus trabajos.
Fue el
promotor y muchas veces el ejecutor material de mejoras de todo orden,
cumpliendo los más variados menesteres manuales que efectuaba dando el ejemplo
y con reconocida habilidad. Para él, su ministerio no concluía en el templo con
la celebración de la misa, la atención de los sacramentos u otros actos del
culto, sino que llevaba su acción apostólica hasta las barriadas de la extensa
parroquia a las cuales llegaba con una capilla rodante, que alcanzó renombre,
acoplada a su automóvil y que servía para el desarrollo de las funciones
religiosas y rápidas misiones, a la sombra de las arboledas de antiguas quintas
o en el interior de mansiones, gustosamente ofrecidas por sus propietarios.
El sacerdocio
rodante del P. Villalonga era algo similar al del P. Presas, cuyo rodado, una
bicicleta, era empero más modesto que el vehículo del cura de Ituzaingó.
Proporcionaba, de este modo, aunque en forma esporádica, la asistencia
espiritual necesaria y también amable esparcimiento, proyectando cine y
haciendo funcionar un equipo sonoro. En tales trabajos colaboraba un grupo de
excelentes jóvenes integrantes de la Congregación Mariana, asociación que en su
tiempo fue orgullo de la parroquia.
Con el fin
de propender al engrandecimiento de las instituciones del templo hizo construir
nuevas dependencias sobre los ambientes que constituían la casa parroquial,
obras que no llegó a inaugurar en razón de su muerte prematura. Con la
cooperación de algunas maestras fundó cursos post-escolares; también proyectó
la creación de un colegio. Con la participación de un grupo de amigos y
vecinos, en el atrio del templo, en primavera y en otoño durante las horas
vespertinas, se tenían reuniones sobre problemas atingentes a la Iglesia, que
se alternaban con conciertos o conferencias de interés general.
Como
experto radioaficionado poseía un extraordinario equipo, registrado en la
Dirección de Telecomunicaciones bajo la señal distintiva de L.U.# D.E. En Mar
del Plata tuvo a su cargo la transmisión especial de Radio Atlántida,
organizada en cadena por Radio Belgrano en celebración de sus doce años de
existencia, en cuya oportunidad, para poner una nota agradable y original, los
propietarios señores Bonecco y Zaccagnini, instalaron el micrófono sobre las
mismas rocas de Cabo Corrientes, azotadas por las olas del mar.
En esa
forma los oyentes del mundo pudieron percibir nítidamente los embates rítmicos
acompasados del Atlántico sobre la hermosa saliente acantilada de ese lugar. La
novedosa transmisión dirigida por el presbítero Villalonga tuvo un éxito
inesperado para sus organizadores. Entre otras cosas, dijo el sacerdote: “En
toda la dilatada costa de la patria, solo hay un punto donde el mar, digno de
su pujanza, puede medir sus fuerzas contra las rocas y acantilados, Mar del
Plata. Y de todo Mar del Plata, es tal vez Cabo Corrientes la diminuta bahía
incrustada entre peñascos, el punto en que mejor muestra el mar su fisonomía
propia, en el cual mayor fascinación ejerce por la unción de lo pintoresco y lo
grandioso. El deseo de transmitir armonías marinas, el litúrgico canto de las
bravas olas nos han impulsado a abandonar nuestros estudios para propagar ese
canto incomparable, y hemos escalado las piedras labradas por el perfecto golpear
del agua y hemos asentado nuestros micrófonos muy próximos a las rompientes.
Escuchen ustedes como ellas se abalanzan llenas de salvaje furor para
estrellarse contra las rocas, cayendo después pulverizadas en blanquísima
espuma”.
El
periodismo de Mar del Plata, en especial “La Capital” y “El Progreso”, se hizo
eco de las relevantes cualidades de este sacerdote, con motivo de su traslado a
Monte, destacando la labor llevada a cabo con los niños y jóvenes de la
Catedral de Santa Cecilia y San Pedro, y con los enfermos del hospital de la
ciudad balnearia.
Nacida en
la Argentina en el año 1950, la televisión, merced a los estímulos y la fe de
un pionero infatigable, don Eduardo E. Grinberg, su técnica y programas fueron
superándose rápidamente. De este modo, el telespectador pudo gozar de los
espectáculos deportivos, del teatro, del cine, conciertos, reportajes, etc.,
obteniendo en breve tiempo un magnífico desarrollo.
Tuvo la
televisión por entonces, administrado por el padre Villalonga, su primer
bautismo televisado que reunió una verdadera multitud. Según relato del señor
Martín Pedro Zabalúa, fue impresionante el número de asistentes; resultó una
interminable caravana la que se encaminó desde la sede del canal, Ayacucho 1558
a la iglesia de Ntra. Sra. Del Pilar. Esta no pudo contener a la concurrencia y
lo propio ocurrió cuando, bautizado Cholito, el niño de Telefamilia, la
muchedumbre volvió al canal, debiéndose cerrar las puertas de acceso. El P.
Villalonga quedó altamente emocionado. El acontecimiento, por otra parte, fue
celebrado con grande alegría de todos.
Con motivo
de celebrarse las bodas de plata de su ordenación sacerdotal, la feligresía
ofreció al P. Villalonga un excepcional agasajo en la residencia de la familia
Martínez Cal. En la ocasión hablaron monseñor Anunciado Serafini, obispo de
Mercedes y el señor Agustín L. Camerucci, presidente de la comisión de
homenaje.
Recibió en
la oportunidad una medalla de oro, un hermoso poncho de vicuña, ornamentos
sagrados y otros presentes materiales y espirituales. Los actos de la
recordación culminaron con un concierto de órgano y entrega de distintivos de
oro de “Cristo Vence” al representante de la Embajada Uruguaya, señor Alfredo
Varsi, donados por el pueblo de Ituzaingó, a las emisoras del Uruguay por su
activo desempeño en los días de la Revolución Libertadora.
Para la
Navidad de 1953, presentó en el atrio del templo el pesebre viviente, con la
actuación de más de cuarenta pequeños, reproduciendo escenas del nacimiento del
Niño Dios, adoración de los Pastores y de los Reyes Magos. Una segunda
exhibición tuvo por finalidad poner de relieve las advocaciones de la Virgen
María en la Argentina con motivo del Año Mariano. Así, fueron apareciendo en
escena D. Pedro de Mendoza, quien puso el nombre de Buenos Aires a la fundación
por ser de su devoción la Virgen de los Buenos Aires; los paisanos con la
carreta que trajera la imagen de la Virgen de Luján, y finalmente, el general
Belgrano con sus soldados llevando en andas la imagen de Ntra. Sra. De las
Mercedes, declarada por el prócer Generala del Ejército Argentino.
La palabra
del P. Villalonga atrajo la atención del público que siguió las escenas con
interés y recogimiento. Los decorados fueron ejecutados por el señor Felipe
Courant y la transmisión musical atendida por Jean Duval. El acto volvió a
presentarse, con mayor éxito, como gratitud hacia el señor obispo Serafini, en
los primeros días de enero siguiente, frente a la catedral de Mercedes.
Igualmente,
cabe hacer mención de su paso por la Armada Nacional, revistando como capellán
del crucero Almirante Brown. Era entonces un apuesto marino, de porte gallardo
y extraordinaria prestancia. Su misión sacerdotal fue también allí cumplida al
máximo, granjeándose además la amistad de toda la tripulación.
No se puede
silenciar su trayectoria como ciudadano de la Patria, a la que sirvió siempre
con honor, en modo particular en los últimos años, cuando fue necesario salir a
defender a Dios y la Libertad. Un pueblo solo perdura cuando es libre, es decir
cuando goza del pleno derecho del ejercicio de sus libertades, cuando se postra
solamente ante Dios, su creador, y honra a sus mayores que supieron entregar
una patria grande, sin intrigas, sin odios, sin delaciones, sin renuncias a la
dignidad humana.
Estos
apotegmas fueron los infundidos siempre por el P. Villalonga al pueblo de
Ituzaingó, y después de las tristes jornadas de la segunda tiranía en que se
abismó a la Nación, obtenida la victoria por obra de la Revolución Libertadora,
pidió a la feligresía se encaminara a la real convivencia para trabajar todos
unidos, con miras a la consolidación del país, hacerlo grande, crear nuevas
conciencias, educarlas y ennoblecerlas.
Si he
recordado al P. Villalonga a través de su carrera de sacerdote, como oficial de
la Armada Argentina y como baluarte de la democracia en la zona del Oeste, lo
he hecho porque he reconocido en él al sacerdote culto, laborioso y patriota.
Consecuente con la acción salvadora de la Iglesia, se preocupó de apacentar su
grey y promover obras de bien común. Por ello recogió el afecto y la gratitud
de sus feligreses y el respeto aun de sus enemigos.
Como muchos
religiosos sufrió el P. Villalonga penurias, persecución y cárcel durante el
gobierno del presidente Perón.
Su muerte
sobrevino imprevista y prematura el 22 de agosto de 1956. Se encontraba
oficiando misa. En el preciso momento de acercarse al comulgatorio para
administrar la Santa Comunión, se desplomó a causa de un síncope cardíaco.
Socorrido rápidamente y llevado a su aposento no hubo tiempo siquiera para
intentar su recuperación. El súbito deceso dejó perplejas a las pocas personas
que le asistían.
Sus restos
fueron velados en el templo parroquial y llevado su féretro en la capilla
rodante, efectuándose la inhumación en el cementerio de Morón. Instituciones y
pueblo adhirieron al duelo, poniéndose de manifiesto el sentimiento de pesar
causado por su desaparición.
En ocasión
del segundo aniversario de su muerte, el señor Agustín L. Camerucci se dirigió
al H. Concejo Deliberante de Morón, presidido en la oportunidad por el señor
Manuel Braña, solicitando la imposición de su nombre a la calle Sarandí de
Ituzaingó. El pedido fue avalado por el señor Obispo Diocesano. El H. Concejo,
tras someter a consideración de los distintos sectores políticos la petición,
ésta fue apoyada por unanimidad. La ceremonia de sustitución del nombre se
realizó el 26 de octubre de 1958, en la intersección de las calles Sarandí y
Las Heras. En el transcurso se descubrió un bronce, cuya bendición efectuó
Mons. Juan A. Presas, quien recordó la labor del digno párroco. En
representación de los vecinos lo hizo el doctor José M. Grossi Gallegos,
realzando la trascendencia de la obra del P. Villalonga y su popular figura.
SAGRADO CORAZON DE JESUS
En el
barrio Ferroviario, que alberga a numerosos empleados del gremio, en Monroe y
Anchorena, se construye esta capilla cuya piedra fundamental bendijo el 30 de
junio de 1960 monseñor Raspanti.
SAN FRANCISCO DE PAULA
Fundada por
iniciativa del padre Alejandro Paravano, S. J., en jurisdicción de la parroquia
San Judas Tadeo. Es la única iglesia en la República dedicada al santo de
Paula. La primera misa se rezó el 25 de mayo de 1952 en los terrenos de la
quinta Spadaro y para ello en cuatro días la Comisión pro-capilla, presidida
por la señora Hesperia S. de Bonavita, organizó un pequeño templo en el garaje
de su escuela Manuel Belgrano.
Posteriormente
las hermanas señoras Spadaro de Melo Pacheco y de Bonavita, donaron un lote de
terreno situado en el barrio Villa Las Naciones, calle Carabobo y Haití. Es de
hacer notar la meritoria obra del padre Paravano que durante siete años atendió
a los pobladores sin que en la capilla se dejara de oficiar la misa un solo
domingo. Su colaborador, el P. Villalonga solía visitar el lugar en alguna
oportunidad llevando su capilla rodante.
Llegaba
acompañado de un grupo de jóvenes congregantes marianos que lo ayudaban en las
diversas tareas y aun en la catequización de los moradores. Eran breves
misiones, estilo relámpago, pues el P. Villalonga era reclamado en San Judas
Tadeo. El y algún acompañante, en ciertas ocasiones, pernoctaban en la capilla
rodante, que era también dormitorio y tenía baño y cocina, de pequeñas
dimensiones, pero el conjunto servía a los fines del caso.
Al crearse
el Obispado de Morón, el templo se elevó a la categoría de parroquia el 19 de
marzo de 1959. La inauguró monseñor Raspanti el 30 de agosto de ese año,
tomando posesión como párroco el R. P. Lorenzo Castillo, O. F. M.
Sucesivamente
se hicieron cargo los padres Carlos Larcher y Julio Bernárdez y también fray
Francisco de la Cruz Muguerza, todos ellos de la Orden Franciscana, con casa en
la vecina localidad de San Antonio de Padua. Años más tarde fray Muguerza fue
designado primer obispo de la diócesis de San Ramón de la Nueva Orán, en la
provincia de Salta. Los sacerdotes Bartolomé Brossa y José Mellino fueron
vicarios sustitutos hasta la llegada del clérito italiano, R. P. Alberto de
Marón, el 10 de octubre de 1965. Nombrado vicario ecónomo, le toma el juramento
Mons. Francisco Novak. Desde el 24 de noviembre de 1968 es párroco el P. Julio
Gigliotti y vicario sustituto el P. Joaquín Montagnoli.
SAN JOSE OBRERO
Esta
capilla donde todo es señorial, bien diseñado, amplio y bien construido, se
halla en una hermosa zona de Ituzaingó Norte, denominada Villa Saponara, sobre
la calle Martín Fierro, frente al magnífico Parque Leloir. Fue donación de los
esposos José y Pabla Saponara. Lleva fecha de erección 19 de marzo de 1959. El
4 de abril de 1960 bendice la piedra basal monseñor Raspanti y se inaugura el
templo el 7 de noviembre del mismo año, apadrinando la ceremonia el matrimonio
ya nombrado. En octubre de 1962 monseñor Presas coloca la piedra básica del
colegio contiguo, que se levanta con peculio del señor Saponara. Es atendida la
parroquia por el R. P. Varela, S.D.B.
SANTA TERESITA DEL NIÑO JESUS
Surgió en
Villa León en el año 1959, como capilla, de instalación precaria y en lugar
destinado originariamente a gallinero. El 15 de noviembre celebró la primera
misa el R. P. Alberto Mariglio. Hasta entonces no llegaba vida espiritual a la
villa más que cada dos meses, cuando el P. Villalonga enderezaba su capilla
rodante y realizaba sus rápidas misiones en el encuentro de dos calles. En casa
lindera alquilada funcionó una escuela, que al poco tiempo, por desalojo, pasó
a ocupar un solar de Avda. Brandsen entre Santa Cruz y Cmte. Pinedo.
La señora
León de García Tuñón llevó allí la campana que en su cabaña llamaba a comer a
los peones. En abril de 1960 se constituye la comisión pro-capilla y colegio,
con la presidencia de la señora Susana G. de Ricabarre. En mayo de 1962,
monseñor Raspanti bendice la piedra fundamental; se erige en parroquia el 16 de
julio de 1964 y en seguida toma posesión el R. P. Benito Pérez Novoa.
El templo
que representa la estructura de una cruz, con el campanario al frente, se
levanta en la calle Cerrito, próximo a la avenida Brandsen. En la parte baja de
la torre se ha instalado el despacho parroquial e inmediatamente arriba un
camarín con su frente vidriado, donde se halla entronizada la imagen de Santa
Teresita.
Su párroco,
nacido el 10 de julio de 1922 en la provincia de Orense, España, fue alumno del
seminario salesiano de Bernal y realizó sus estudios de teología con los Padres
sacramentinos de Buenos Aires, recibiendo las órdenes sacerdotales en la
catedral de Morón el 15 de agosto de 1962. Fue vicario cooperador en San Judas
Tadeo, siendo eficaz colaborador de monseñor Novak. Su gran anhelo fue terminar
la construcción del templo, para lo cual contó con el apoyo generoso de su
madrina de ordenación, señora María Luisa Wolman de Soulignac.
Tuvo
destacada trayectoria en sus funciones, realizando una obra digna de encomio,
ligada de modo muy particular a la niñez. Fue el fundador y primer director de
la Asociación Diocesana de Acólitos; creó la Cooperativa de Consumo, Crédito y
Vivienda Juan XXIII, auspiciada por el Movimiento de Defensa del Consumidor con
sede en Buenos Aires, y la Colonia de Vacaciones San Luis Gonzaga, de Mar del
Plata.
Prestó
atención espiritual en las capillas de Santo Domingo Savio y San José Obrero.
Falleció este sacerdote, cuyo recuerdo quedó grabado en el corazón de su
feligresía, el 8 de diciembre de 1966, siendo sepultados sus restos en el
cementerio de Morón. Le sucedió el P. Emilio Moglia, profesor de matemáticas y
ciencias biológicas, ex rector del Colegio San José de Rosario.
SANTO DOMINGO SAVIO
Sobre la
calle Latzina, próxima a la de Francisco Fernández de la Cruz, se levanta la
capilla, cuya construcción se debe en gran parte a la labor misionera del P.
Pérez Novoa y cuya vida espiritual del grupo fue atendida por el mismo logrando
cimentar en el lugar la religión y obtener conquistas para la Iglesia.
SANTOS ANGELES CUSTODIO
En la
década del 50 al 60 el sector sud de Ituzaingó experimentó un inusitado
crecimiento demográfico. Muchas villas y conglomerados fueron fundados, dando
cabida en sus modestas viviendas a gran número de personas, propietarios, por
lo general, de las fincas. De este modo, como ocurrió también en barrios aledaños
situados al norte de la ciudad, se fue sintiendo la necesidad de contar con una
iglesia, además, se evitaría, en el caso de la zona sud, que ancianos y niños
sufrieran la incomodidad y el peligro que representaba el cruce de la avenida
Rivadavia, transformada en ruta nacional.
Ello hizo
que se erigiera, cercenando la jurisdicción de San Judas Tadeo, el 19 de marzo
de 1959 la nueva parroquia de los Santos Angeles Custodios, sita en la calle
Barros Paso 231, entre 24 de Octubre y Olivera, El 30 de agosto siguiente el
señor Obispo bendice la piedra basal de la iglesia y de la escuela. De
inmediato se inicia la construcción y ya el 10 de abril de 1960, aunque sin
concluir, se inauguran el templo y el colegio, y se entroniza la imagen de
María Auxiliadora. En el mismo acto se pone en posesión del curato al R. P.
Osvaldo Remón.
La obra del
P. Remón, en el orden espiritual y educativa, ha sido intensa y ejemplar. En
dura lucha se ocupó de la pavimentación de calles de la zona, originando un
cambio fundamental en lo urbanístico. En enero de 1967 lo reemplaza el P.
Santiago Queron Gimeno, a quien secunda el P. Héctor Mazzucchi.
TEMPLO DE SAN JUDAS TADEO
Cinco años
duró su construcción, erigido en la calle 25 de Mayo (hoy Gral. Lucio N.
Mansilla) entre las de Soler y San Martín (hoy Las Heras), en la manzana de
edificios públicos.
Fue
iniciada la obra el 30 de abril de 1935 por el capellán padre Luis D Ambrosio
(fallecido el 23 de octubre de 1960), siendo teniente de la basílica de La
Merced, de Buenos Aires).
La
edificación estuvo a cargo de los arquitectos Angel Silva y Alfredo E. Coppola,
y del constructor Antonio Dorsi.
Los
respectivos planos fueron firmados por las señoras Albina S. de Parodi y Luisa
M. de Voelklein y el señor Julio Protto, y llevan como fecha de presentación el
22 de julio de 1935. Al efecto, se constituye una amplia comisión pro-templo
parroquial, presidida por el comerciante don Julio Protto e integrada por las
señoras de Parodi, Pastré, Voelklein y Tadeo y las señoritas María y Mercedes
Dellacasa y Esther y Delia González.
La nueva
iglesia fue bendecida por monseñor Juan Chimento, obispo de La Plata, el 28 de
abril de 1940, con la asistencia, entre otras autoridades, del gobernador de la
provincia, Dr. Manuel A. Fresco, y el intendente municipal señor Rafael A.
Amato, realizándose grandes festejos y acuñación de medallas conmemorativas con
la imagen del santo patrono en el anverso y la perspectiva del templo en su
reverso. También se troquelaron otras en ocasión de colocarse la piedra basal
el 9 de julio de 1935.
Construido
en amplio terreno de 21 x 46 metros con frente a la Plaza 20 de Febrero, tiene
en la parte central una altura de once metros. El campanario que se yergue
esbelto, hundiendo en el espacio su aguda cúspide, medido desde el nivel de
vereda, alcanza a 27,50 metros.
El templo y
la torre constituyen un conjunto arquitectónico que podríase llamar románico
fundido con elementos coloniales de innegable independencia entre sí;
resultando difícil definir el estilo, es conveniente señalarlo como algo “sui
generis”, creado por los profesionales a cargo de la obra.
Conserva la
construcción las líneas de las basílicas primitivas, con tres naves abovedadas,
ábside y nave transversal, cuyo compuesto da al edificio la forma de una cruz
latina. En el cruce de las dos naves surge un octógono con rasgaduras vidriadas
y sombrerete rematado por una cruz metálica, que años atrás, con su iluminación
color verde, señalara a distancia la presencia de la casa de Dios. Su frente es
de iglesia episcopal, consta de dos cuerpos, el frontispicio con gran puerta
central y dos laterales, las tres en madera de roble a medio punto y terminado
en un ángulo obtuso; un ventanal de amplias dimensiones, también a medio punto
y vidriado; y dos aberturas longitudinales haciendo juego con las del
campanario.
Este
segundo cuerpo concluye igualmente en ángulo obtuso; otros dos más pequeños se
encuentran en ambos extremos de la fachada. Interiormente, sobre el pórtico
está ubicado el coro. A la derecha de la entrada del templo, tras una cancela,
el bautisterio, con pila de mármol ónix. En el recinto pende una pintura del
Precursor ejecutada por el vecino Amleto Scarzello.
Adosado a
la primera columna de la izquierda hubo un magnífico púlpito de fino mármol
ricamente labrado que fue retirado con motivo de las reformas litúrgicas
puestas en práctica en estos últimos años. En el ábside se encuentra el altar
mayor, privilegiado, en mármol de Carrara, donde se halla entronizada una
policromada imagen del titular de la parroquia y patrono de Ituzaingó, San
Judas Tadeo, amado apóstol de Jesús, “varón sabio y generoso”, al decir de San
Jerónimo. Otra imagen del mismo, de pequeño tamaño, se presenta en escaparate
de vidrio. Numerosos devotos, llegados de distintas partes y aun de la Capital
Federal, acuden a diario a venerar al santo y a suplicarle. Sin duda, por las
ofrendas de fieles agradecidos allí depositadas, San Judas Tadeo ha de ser buen
mediador y munífico dispensador de favores espirituales y temporales.
En los
extremos del crucero, también de rico mármol, se levantan los altares dedicados
al Sagrado Corazón de Jesús y a María Inmaculada. A ambos costados del
presbiterio tenemos dos sacristías. Buena luz, llega al interior por las
vidrieras del ábside y por una serie de ventiluces distribuidos a lo largo de
las paredes laterales. Por la altura de las naves, la contextura de los muros y
sus pilares y la misma fábrica, se colige que se trata de una esmerada y
excelente construcción. En fecha reciente fueron adheridas en el frente del
edificio dos mayólicas, una con la imagen del santo patrono y la otra con el
escudo de Ituzaingó, donadas por la dirección del periódico “Noticiero
Ituzaingó”.
El templo
difiere en mucho, en lo que respecta a su arquitectura en general, al croquis
que se hiciera conocer en la edición especial de “La Tribuna” de 1932, proyecto
preparado por el ingeniero don José Quartino. Su alta fachada, con un frontis
en vértice, entre dos torres presentaba una sola entrada.
La
aprobación de los planos de construcción quedó regularizada el 25 de junio de
1971, por expediente 41/02870, a solicitud del actual párroco y merced a las
diligencias efectuadas ante la Municipalidad por el profesional don Federico
Garrido Oromí.
Antes de
cerrar este capítulo, he de referirme nuevamente a Juanita Consejero. Sus años
de trabajo fueron multiplicándose; la prestación de servicios en favor de sus
semejantes fue amplia y fructífera, realizándose en los distintos lugares donde
la casa de Dios estuviera ubicada, pues no cejó un instante en el desempeño de
sus diarias tareas, voluntariamente impuestas y llevadas a cabo con el mayor
fervor.
En la época
del padre Villalonga ocupó una casilla de madera en los fondos de la iglesia.
Cuando esa vivienda quedó deteriorada, monseñor Rava le destinó una dependencia
en lo alto de la parte posterior del templo. Por entonces la señorita Consejero
sentía declinar su salud e iba perdiendo paulatinamente la vista.
El 6 de
agosto de 1960, con motivo de celebrarse el octogésimo aniversario de su
natalicio, la abnegada maestra y querida catequista recibió el saludo de
numerosas personas que le testimoniaron su admiración y afecto.
Poco
después, en 1962, fue internada en el Hospital de Geriatría Gral. Martín
Rodríguez donde concluyó sus días totalmente ciega, ella, que durante toda su
vida hizo que brillara la luz en la mente y en el corazón de muchos vecinos.
Era el 13 de diciembre de 1966. Por decreto n° 441 del 31/5/1972, al darse
nombres a calles que carecían de él, se impone el de Juana Consejero a la que
corre desde Guillermo Udaondo hasta Fragata Sarmiento, entre Av. Costanera y
Cacheuta. Además se llamó Guardería Infantil Juanita Consejero, el centro para
niños del barrio San Alberto.
Tratándose
en estas páginas del templo dedicado al santo patrono de la ciudad, justo es
que se diga algo acerca de su vida, aunque muy poco se sabe al respecto.
Llamado Tadeo o Lebeo (que significa valiente y para distinguirlo de Judas
Iscariote) era primo de Jesús y hermano de Santiago el Menor. Evangelizó
Mesopotamia y Persia; en ésta y precisamente en la ciudad de Suanir, haciendo
conversiones, sufrió el martirio. Arrastrado ante una estatua de un ídolo para
que le ofreciera incienso, el santo mostró el horror que le causaba tal
impiedad, siendo decapitado por ello allí mismo.
Es autor,
hacia el año 64 de una epístola canónica, destinada a las iglesias de Asia
Menor y dirigida a los fieles para ponerlos en guardia contra los falsos
doctores, simonianos, gnósticos y otros, que empezaban a turbar la Iglesia
naciente. Habla de la severidad de Dios sobre los incrédulos, los soberbios y
los lujuriosos identificados con aquéllos, y los amenaza con los más rigurosos
castigos. Luego exhorta a los cristianos a que se mantengan firmes en la fe y
fija algunas normas sobre el modo de comportarse de las distintas esferas
sociales.
La piedad
moderna ha popularizado la devoción al Santo considerándolo como abogado de
casos imposibles. El escritor Juan Carlos Echenique dice al respecto: “Muchas
devotas de San Antonio refuerzan sus ilusiones con la visita a San Judas Tadeo,
ni falta el político que confía más en el silencio del Santo que en la
elocuencia de sus discursos”.
En el año
1909, cuando se iniciaron los trabajos de reparaciones y reformas en la
Catedral de Buenos Aires, con motivo de la celebración del centenario de la
emancipación, varias imágenes talladas en madera que adornaban los altares
fueron reemplazadas por cuadros. Una de ellas, la de San Judas Tadeo, de
quebracho, de la época colonial fue solicitada por el párroco de La Merced,
monseñor Antonio Rasore. Es la que se venera en la Basílica (Reconquista y
Cangallo), ante la cual, a diario y particularmente los días 28 de cada mes, se
postran muchos fieles en demandas de favores.
TEMPLO EVANGELICO BAUTISTA
Una
extensión misionera de la Iglesia Evangélica Bautista de la ciudad de Morón
provisionalmente se instala en mayo de 1969 en el local de la calle 24 de
Octubre 783, contiguo a la oficina que ocupa hoy Correos y Telecomunicaciones.
Las actividades religiosas principales del culto se cumplen allí los domingos
al atardecer, con la dirección del pastor Miguel Bollatti.
Mientras,
un grupo femenino se dedica a la Obra Social Misionera, poniendo en condiciones
las prendas de vestir que reciben en donación y que luego son enviadas a
comunidades necesitadas del interior en las provincias del sur y del norte del
país, con preferencia a los aborígenes Tobas.
Otras damas
suelen visitar semanalmente a un número de enfermos del Hospital de Geriatría
Gral. Martín Rodríguez, llevándoles alimentos.
El templo
es sumamente sencillo, sin imágenes, algunos bancos, un armonio y varios
ejemplares de la Biblia, que los asistentes utilizan para el desarrollo de las
ceremonias. En dependencias interiores, un ambiente es destinado a los niños
para sus entretenimientos y otro como taller de costuras.
Se trata de
un núcleo de personas adultas, voluntariosas y de magnífico trato. Todos los
jueves se reúnen en los hogares de familias amigas para conversar sobre
problemas concernientes al culto que profesan.
TEMPLO EVANGELICO CRISTIANO
Digna de
encomio es la labor del pastor Armando Guillermo Secchi realizada con sabiduría
y amor cristiano, siguiendo las enseñanzas que le brindara la afectuosa señora
Lucía Regolbuto de Bongarrá, su suegra, fallecida en 1951.
En 1949, en
su hogar de la calle Juncal 378, reúne a un grupo de amigos y con ellos funda
un pequeño centro evangélico. En un saloncito, edificado expresamente en los
fondos de la finca, se dan las conferencias dominicales de divulgación
religiosa y se adecúa asimismo para la práctica del culto con extraordinario
sentido espiritual y social que va creciendo en dimensión, llegando más
adelante hasta los barrios de Villa Ariza y Seré. Las reuniones se llevan a
cabo con la colaboración de Radio Excelsior y pastores de otras localidades.
La
construcción del templo se inicia en 1962 dirigida por el ingeniero José I.
Rodríguez Escalante. En una primera etapa se habilita el subsuelo, continuando
las obras hasta 1966; en 1970 se libra al público la iglesia propiamente dicha.
Casi en
forma paralela se concreta la adquisición de una propiedad en la calle Camacuá,
donde se instala la primera escuela de doble escolaridad dependiente de la
entidad evangélica, y cuyas clases dan comienzo en 1965. En el salón del templo
se efectuó la primera promoción de alumnos, a los cuales, como norma
invariable, se les entrega un ejemplar de la Biblia y un banderín.
En terrenos
de hermoso arbolado, sitos en Alvear entre Besares y Santa Rosa, que fueran de
los esposos Secchi y más tarde transferidos en donación a la Fundación
Evangélica de Ituzaingó, se está construyendo la nueva escuela, de dos plantas,
con 36 aulas y comedor escolar. En la misma, actualmente con capacidad para 300
alumnos, funcionan ya los cursos del presente año lectivo, la señora Noemí
Secchi de Diego, hija del pastor, es su directora desde la apertura del
colegio.
VIRGEN DE LAS LAGRIMAS
Se inauguró
el 31 de agosto de 1968, con motivo de recordarse el 15° aniversario del divino
llanto de la Virgen que se venera en Siracusa. Ese día el P. Santiago Querol
celebró allí la primera misa. Se halla ubicada en la zona sud, calles Caaguazú
y Aguirre.
Otra
capilla: En terreno donado por la Municipalidad, en la avenida Blas Parera y
gascón, se proyecta construir una capilla cuya comisión preside la señora María
Josefina Santamaría de Cáceres.