CULTOS EN ITUZAINGO


Desde la fundación del pueblo hasta llegar el año 1906, la grey católica de Ituzaingó no pudo cumplir en el lugar con las obligaciones que la práctica de la religión preceptúa, por no tener siquiera una capilla donde hacerlo.
En dicho año siendo el mes de agosto, una joven, Juanita Consejero, nacida en 1880, afincóse en la localidad, descollando por su piedad y sus obras. No habiendo aquí ni templo ni sacerdotes, el acendrado celo de esta mujer en el ejercicio de un fecundo apostolado supo reducir esos inconvenientes.
En su casa situada en la calle Las Heras 127, donde vivía con su madre viuda y en la cual sus hermanos instalaron una peluquería, Juanita enseñaba a los niños las primeras letras y las primeras nociones de catecismo, con mayores conocimientos de la doctrina cristiana cuando se trataba de prepararlos para la primera comunión, cuya ceremonia se realizaba siempre en la iglesia parroquial de Morón.
Con la ayuda pecuniaria de algunas familias, más tarde se alquiló una casa en la calle Belgrano (hoy Zufriategui) llegando a la de Camacuá, la que fue transformada en oratorio público puesto bajo la advocación del Sagrado Corazón de Jesús. Fue don Juan Massé quien construyó en su taller de carpintería los varios elementos para la capilla, inclusive el altar.
Y Juanita fue el alma de este centro religioso, siempre rodeada de niños, a los cuales dedicó toda su vida.
Concurría para la celebración del culto y la atención de los fieles el infatigable y fervoroso padre Pablo Darbón, párroco de Ntra. Sra. De la Inmaculada Concepción del Buen Viaje, de Morón, Don Natalio Barbieri, por su parte, mediante una módica paga, se encargaba de transportarlo en su celebrado “carruaje”.
A partir del 14 de julio de 1920 la capilla tuvo nuevo emplazamiento, en la calle Segunda Rivadavia, muy cerca de la calle Soler, habilitándose a tal efecto la casa de don Pancho, que distinguíase con el rótulo de “La Palmera”.
Allí estuvo por espacio de quince años. Los asistentes a las funciones, resignadamente, debieron sobrellevar serias incomodidades, originadas por el barro (las calles no tenían todavía pavimento), la falta de alumbrado y el permanente paso de haciendas.
En 1935 es trasladada provisionalmente a la calle Rondeau, en el solar que con posterioridad fuera ocupado por el Cine Petit Palace. La familia Seré, siempre dispuesta a colaborar, toma a su cargo la mejora de los ambientes, tornándolos convenientemente adecuados para los oficios divinos. En los primeros años se enseñaba la Doctrina Cristiana en las casas de las familias Melano, Agrelo, Massé, Verdín, Scandroglio. En las escuelas números 6 y 13 se daba catecismo fuera de las horas de clase.





IGLESIA ORTODOXA RUSA

Su templo, uno de los siete que se levantan en los alrededores de Buenos Aires se encuentra en la calle Malabia 1253 en la zona de Villa Ariza. Se trata de una soberbia construcción de singular estructura, realizada con la dirección del arcipreste Jorge Romanoff.
Su cripta está dedicada a San Juan y la iglesia superior a Todos los Santos de Rusia. Cabe recordar que el edificio ha sido construido casi en su totalidad por el apasionado obrero Juan Jourkievich y la ayuda de Francisco Fatur y Valeriano Barcou.
El reverendo Romanoff, que falleció el 11 de marzo de 1968 fue una figura patriarcal y de gran prestigio de la Iglesia Ortodoxa en el Exilio. Nacido en la ciudad e Ekaterimburgo en los montes Urales, llegó a tierra argentina en 1947, comisionado para fundar aquí un centro de refugiados de ese país.
Constituida de inmediato la Asociación Hogar Ortodoxo Ruso, su preocupación fue levantar, en solar lindero a la iglesia, su sede-asilo. La residencia edificada por acuerdo del Consejo Mundial de Iglesias, el Servicio para Refugiados y la Asociación del Hogar Ortodoxo Ruso, tiene doscientos metros cuadrados de superficie en dos plantas, con doce dormitorios amoblados para 24 personas, ancianos de ambos sexos, sin recursos y escapados después de la Segunda Guerra Mundial a través de la cortina de hierro. (Dígase al margen de nuestro tema, que se ha calculado en treinta millones los cristianos muertos por los gobiernos comunistas de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas).
Antes de recibir las órdenes sagradas, el arcipreste Romanoff se alistó en las filas del ejército de Rusia Blanca para combatir contra los rojos que subyugaron a su patria. Empero, derrotado en 1918 el ejército blanco por los bolcheviques, se vio obligado el padre Romanoff a abandonar el suelo natal y peregrinar por tierras extrañas hasta llegar a París. En la ciudad luz le atrajo la física nuclear, especializándose en la materia; más tarde, sin embargo, se consagró al sacerdocio.
Al venir a Villa Ariza se alojó en una caballeriza hasta inaugurarse el asilo, que tuvo lugar el 16 de abril de 1962, con la presencia del Director Nacional de Inmigraciones, señor Héctor Ciaspucio, los señores Walter Kilpatrich y Andrés Mouravieff, del Servicio de Refugiados del Consejo Mundial de Iglesias, y la señora Rosa S. de Martínez Guerrero, presidente de la Asociación de Protección al Refugiado.
Participó el arcipreste en conferencias por la unión de los católicos y ortodoxos, primero en Roma y luego en Rodas. Pocos meses antes de su óbito viajó a Estados Unidos para asistir en Nueva York al sínodo de obispos ortodoxos. Su desaparición dejó un gran vacío. El sepelio de sus restos efectuóse en el cementerio de Morón, tras solemne funeral oficiado en la cripta de la iglesia local.
El día 19 del mismo mes se realizó una nueva ceremonia fúnebre en su memoria, a la cual asistieron su esposa, señora Nadine Drink, su hijo abad Gherasim, actualmente en Francia, y altos dignatarios de la Iglesia Ortodoxa Rusa, entre ellos el obispo Anastasio.
Visitando su cuarto de trabajo, pocos días después de su muerte, pude observar numerosos libros y retratos, reliquias centenarias, una cruz griega, collares y cruces pectorales, un tríptico antiguo con motivos de la Virgen María, de la cual era muy devoto; un cuadro de gran tamaño del zar Nicolás II, mártir de los rojos, y fotografías con dedicatorias de relevantes personalidades.
La feligresía de la comunidad ortodoxa en Ituzaingó la componen unas cincuenta familias.

El templo, si bien de reducida área, se eleva majestuoso, en estilo Novgorod y bloque cuadrangular, en medio de amplio espacio verde y placentera serenidad. Tiene tres portadas. El interior está dividido por una mampara de madera; la parte más amplia para los asistentes al culto, y la menor, donde se halla el altar, para la realización de las ceremonias religiosas, que en los últimos tiempos, por la escasez de sacerdotes, no se celebran con la asiduidad requerida.
Ricas pinturas adornan el panel, las de mayores dimensiones fueron ejecutadas por la hermana Juana Iagmen, chilena de origen árabe, otras pequeñas que representan a los cuatro Evangelistas, la Anunciación y a la Virgen, son pinturas de Gabriel Buriak, quien además de ser un artista, desde 1970 es el administrador y también maestro del coro. En la parte superior de la cúpula, situada ésta en el centro de la construcción, dominando el todo, se ha colocado una figura bizantina de Jesús. Muchos íconos más, pequeños casi todos ellos, decoran las paredes del recinto.
La parte subterránea, que tiene también su altar, es utilizada como osario. En urnas forradas de cinc y puestas a la vista sobre catres metálicos adosados a dos paredes, frente a frente, se encuentran depositados los restos de los refugiados que van siendo sepultados en los cementerios de la Chacarita y de Morón y cuyos cuerpos son exhumados a los cuatro o cinco años de la inhumación, según lo establezca cada necrópolis. En la actualidad se hallan ocupadas 102 urnas.


MARIA MEDIADORA DE TODAS LAS GRACIAS

Atendida por el R.P. José D. Tomás. Se levanta dicha capilla en el barrio Alberdi.


MONSEÑOR FRANCISCO NOVAK

Nuevo párroco es el R.P. Francisco Novak, nacido el 8 de diciembre de 1909 en Eslovenia, una de las provincias que constituyeran por entonces el antiguo imperio Austro-Húngaro, y hoy formando parte de Yugoslavia. Cursó sus estudios secundarios en el gimnasio episcopal de St. Vid, culminando su carrera sacerdotal en 1933.
Fue ordenado el 2 de julio de ese año y cantó su primera misa el 9 de julio, iniciando su ministerio como teniente cura, primero en Dobernic y luego en Ljubliana. En 1939 pasó a ejercer el curato de la parroquia del Sagrado Corazón en Rakek, desempeñándose en dicho puesto hasta principio de mayo de 1945. Al restablecerse en su país el gobierno comunista del mariscal Tito, padeció los rigores de la persecución, los sufrimientos del exilio y enfermedad, por añadidura.
En conocimiento de que los ejércitos rojos debían hacer su entrada en la localidad entre los días 3 y 4 de mayo de 1945, la noche del 3 huye de Rakek con un grupo de amigos y tras duro andar llega a los campos de refugiados de los Alpes Spittal, en Austria.
Durante cuatro años ejerce en Kals. Finalmente, se traslada a Génova, desde la cual, en el carácter de emigrado, el 17 de enero de 1949, embarca para América, arribando a Buenos Aires el 5 de febrero siguiente. En estas tierras acogedoras, abiertas sus puertas a todos los hombres de buena voluntad, el padre Novak se siente otra persona, renace a la vida, pues goza de la libertad que le fuera negada en su patria. Bendice este suelo de promisión y da gracias a Dios por la infinita ayuda que le ha dispensado.
Comienza pues a trabajar con tesón y alegría, dedicando todos sus afanes a la causa de sus hermanos en Cristo. Se inicia con los Padres Sacarmentinos de la Capital Federal, los que recuerda con gran afecto. A partir del 30 de enero de 1951 realiza sus primeras armas como teniente en la parroquia de Ntra. Sra. De los Dolores, en la ciudad homónima; más tardes es trasladado al templo de La Piedad, de la localidad de Témperley. En 1953 pasa a Villa Sarmiento, de la diócesis de Morón, con el cargo de capellán del noviciado de las hijas de María Inmaculada. El 8 de marzo de 1859, después de la desaparición de Mons. Rava, lo destinan a Ituzaingó, como vicario sustituto. Y el 24 de mayo, festividad de María Auxiliadora, el obispo diocesano Mons. Miguel Raspanti, lo pone en posesión de la parroquia de San Judas Tadeo.
En la alocución de circunstancia expresó el prelado que Ituzaingó, por lo extenso de su territorio y el elevado número de habitantes, necesitaba se le designara a un sacerdote de intensa actividad a fin de atender convenientemente a la feligresía, mientras se estudiaba la posibilidad de erigir algunas capillas, ya que la dilatada jurisdicción eclesiástica del pueblo había sido dividida en varias nuevas parroquias. Conociendo pues el señor Obispo el grado de fervor de la población de esta ciudad, había querido enviarle a un sacerdote ejemplar y digno para que continuara la labor apostólica de sus predecesores.
Cumplido con el juramento de fidelidad y la lectura del nombramiento y de las obligaciones del cargo y ministerio parroquial el R.P. Novak se dirigió a los fieles manifestando, entre otros conceptos, que su unión con el superior sería incondicional y apeló a la colaboración de las asociaciones, cuya participación estimaba valiosa para el ejercicio del apostolado que se proponía llevar a cabo.
Luego del oficio religioso, recibió el saludo de su grey. A continuación le fue ofrecido un almuerzo; asistieron Mons. Juan A. Presas, los sacerdotes Miguel Bazán, Egidio Esparza y Alberto Mariglio y un grupo de amigos.
Desde entonces a la fecha, ¿cuánto no ha hecho monseñor Novak? Lo primero fue infundir un nuevo espíritu en las asociaciones imprimiéndoles nuevo fervor, nuevo celo y otro ritmo. La feligresía advierte pronto el alcance de su obra y le brinda amplio apoyo. Con tales auspicios el flamante párroco emprende trabajos inigualados, fecundos e impostergables.
Le cupo en suerte, dada la posibilidad de su realización, iniciar la construcción del colegio parroquial, modelo de establecimiento escolar. Siguiendo las recientes manifestaciones de la Iglesia, derivadas del Concilio Vaticano II, acometió la renovación del presbiterio y del altar mayor, emplazándose un magnífico altar comunitario de acuerdo a la nueva liturgia, siendo éste el primero construido en la diócesis y su inauguración dio lugar a una brillante ceremonia. Obra de trascendencia en el ámbito parroquial es la erección del salón de actos, de trece metros por trece, confortable y de suma utilidad para las asociaciones y para el colegio anexo. También es cedido gratuitamente a entidades de bien público, para sus asambleas o reuniones de expansión cultural. Paralelamente, se efectúan reformas en la casa parroquial con renovadas comodidades para la vida espiritual de las instituciones y la atención de los fieles. Se reconstruyen las dependencias de Cáritas, tras el incendio que destruyó sus instalaciones iniciales.
Adquiere en 1966, especialmente ejecutado por el instrumentista de la Capital Federal, sacerdote Mirko Kovac, el órgano electrónico de doble teclado y 33 registros, estrenado el 3 de julio. En la oportunidad la Asociación Coral Lorenzo Perosi presentó su primer concierto del ciclo 1966. El 3 de agosto de 1964 queda oficializado el grupo de Niños Acólitos, con la conducción del R. P. Benito Pérez Novoa. En el mismo año dicta cursos especiales para el personal de la policía local, sobre “Lo sagrado de la Ley”. Es consultor diocesano y es miembro del Decanato Morón II para las Zonas Norte y Oeste, creado para una más eficiente coordinación de la Pastoral de Conjunto de la Diócesis.
Con motivo de la distinción prelaticia que la fuera otorgada el 20 de febrero de 1964 por S. S. Pablo VI, la población de Ituzaingó recibió con singular simpatía y sumo beneplácito la honorificencia con que fue honrado. Fueron padrinos de honor los reverendos padres Esteban Novak, Luis Kosmerli y Antonio Orehar, las asociaciones parroquiales, la escuela San Judas Tadeo, las señoras María Novak de Urbanija y Dora Villagra de Manso y los señores Vinko Logar y Joaquín Manso. La Comisión de homenaje estuvo integrada por las señoras Brígida R. de Cambiasso y Esther I. de Lucchini, la señorita Helena Amelia Povalej y los señores Joaquín Manso, Agustín L. Camerucci, Jorge Mambretti y Vinko Logar.
En su adhesión se celebraron en la parroquia las Jornadas Vocacionales Sacerdotales, las que, sabiamente organizadas por el padre Pérez Novoa, bajo el lema “Confío en la misericordia de Dios”, se desarrollaron del 1° al 12 de julio, recibiendo monseñor Novak múltiples agasajos y renovadas muestras de afecto.
En el transcurso de las jornadas tuvo lugar la consagración del altar mayor, donde se colocaron las reliquias de San Adeodato y Santa Victoria; efectuóse la bendición del altar comunitario y la inauguración del salón parroquial y del Centro Catequístico Santo Domingo Savio, sito en la calle Latzina y Fernández de la Cruz. En los actos actuaron los coros Lorenzo Perosi, Esloveno Gallus y de los Novicios Salesianos. En solemne ritual, el señor Obispo le invistió de las insignias correspondientes. Luego se le ofreció un homenaje, haciendo uso de la palabra el señor Manso, el padre Orehar y Mons. Raspanti.
La dignidad de prelado doméstico de Su Santidad le fue conferida por su relevante actuación y diligente cumplimiento en el cuidado de las almas y también como reconocimiento a la labor hacia la colectividad eslovena de la diócesis de Morón.
El nombramiento: Pablo VI, Pontífice Máximo, al dilecto hijo Pbro. Francisco Novak, de la Diócesis de Morón, salud y bendición apostólica.
Aceptamos complacidos los ruegos a nos elevados, como singular testimonio de nuestra benevolencia hacia ti que queremos hacer pública, y estímulo de la fe católica por tus crecidos méritos, te elegimos y nombramos PRELADO DOMESTICO con todos los honores, privilegios y prerrogativas, conforme lo establece la Constitución Apostólica “Inter-Multiplices” de San Pí9o X.
Dado en Roma, cerca de San Pedro, el día 20 de febrero del año 1964. (fdo.) Cardenal Cicognani
Fueron tenientes curas en San Judas Tadeo los siguientes sacerdotes: Enrique Grosman, José Pus, Oscar Delgado, José Nagy, Rafael S. Pazzelli, Osvaldo L. Remón, Angel Cersósimo, José M. Delgado, Benito Pérez Novoa, Miguel A. Narbaitz Jaureguy y Juan Carlos Martínez. Desde la salida del P. Martínez, la parroquia no tuvo nuevos tenientes, quedando a cargo exclusivo de monseñor Novak todas las tareas.
En el templo se realizaron ordenaciones: julio de 1967, del diácono Martín Moyano, cuatro sacerdotes y órdenes menores a cuatro seminaristas. El 5 de enero de 1968 recibió las órdenes sagradas Martín Moyano y el 18 de mayo de ese año, Juan Carlos Martínez. Las ceremonias en todos los casos fueron realizadas por Mons. Miguel Raspanti.
En 1960 tuvo efecto en la parroquia la Gran Misión de Buenos Aires, predicada por los padres españoles Angel Serrano Nuel y Joaquín Alcalá Gracia. En noviembre de 1968 se llevó a cabo el Encuentro del Pueblo de Dios. La primera visita pastoral del diocesano se realizó el 17 de junio de 1962. En enero de 1971 se creó el Consejo Pastoral Parroquial, en cumplimiento de disposiciones adoptadas por el Episcopado Argentino.
Lo integraron: la señora Raquel L. Ande-Lacroix de Mugica, la señorita Gladys Elliff y los señores Juan C. Moreno, Agustín L. Camerucci, Manuel M. Mugica, Enrique R. Sodor, Ricardo Morales Torres, Miguel Sostres y Marcelo H. Labeque, designándose coordinador al señor Moreno. En abril de 1971 se edita el primer número del Boletín Parroquial.
Entre las asociaciones parroquiales, la Liga de Madres de Familia merece referencia especial por la naturaleza de su esencia y las realizaciones llevadas a cabo en favor de las familias de la ciudad, hacia las cuales se ha volcado de modo particular y con desvelo. Considerable ayuda presta en los barrios Pintemar y San Alberto, que ha tomado bajo su custodia, y también en la escuela n° 59, donde las necesidades son mayúsculas, brindando apoyo material, asistencia médica y auxilio espiritual.
Asimismo, para bien de la comunidad tiene a su cargo clases de gimnasia, corte y confección, artes decorativas y otras especialidades. La entidad sostiene las obras con los beneficios obtenidos en funciones de teatro o cine, conciertos y diversas reuniones y los aportes de amigos y simpatizantes de la Liga. Su presidente es la señora Etelvina Silva de Panelo. El 18 de octubre de 1970, en las calles Camacuá y Bacacay, se bendice la piedra fundamental para la construcción de la Guardería Infantil y sede de la Liga.
Cáritas, que en sus comienzos se llamó Fraterna Ayuda Cristiana, es otra asociación de bien y cuyo fin es el de prestar protección a los necesitados, comprendiendo en lo que significa necesitado también al que es falto de felicidad espiritual.
Tiene su sede en terreno lindero al templo, donde se guardan los efectos recibidos en donación y que se distribuyen a los menesterosos en épocas señaladas o en el momento que sea indispensable su entrega, como en el caso de medicamentos, ropas o ciertos víveres.
Sus integrantes no rehúyen el esfuerzo que la institución requiere y tampoco, en cuanto les sea posible, dejan de resolver las dificultades de angustiados indigentes. Cuenta con un grupo de asociados que aportan fondos y otras ofrendas.
El señor Tomás E. Duggan es su director y colaboran generosamente la señora Filomena B. de Elliff, la señorita Gladys Elliff y el señor José M. Fanelli.
Son el brazo derecho del señor cura párroco el Consejo Pastoral Parroquial y la Junta Coordinadora que tiene como presidente al señor Fanelli; por la índole de sus mandatos, la primera tiene la misión de asesorar en lo que respecta a la vida parroquial y la segunda de procurar se cumplan metódicamente los proyectos y trabajos de las instituciones, conservando cada una de éstas su propia independencia.
Todas las demás asociaciones, que son de carácter piadoso o formativo, como la Acción Católica, Apostolado de la Oración, Adoradoras, Vocaciones Sacerdotales, Acólitos y Jóvenes, Centros Catequísticos, Coro Lorenzo Perosi, Agrupación Scout y Movimientos Familiar Cristiano, son igualmente importantes y cumplen dentro de la Iglesia elevada y específica labor, ya sea por el celo con que se realiza como por la acción contemplativa, puestos que ambas acciones llegan y aprovechan al espíritu de cada miembro como, asimismo, de igual manera o más, al semejante, que es también pueblo de Dios.
Conducen dichas asociaciones, respectivamente: Isabel Ruiz de Irurtia y Adolfo D Arielli, Matilde P. de Russo, Gloria R. de Moyano, Raquel A. R. de Mugica, Francisco Delamer, Dina R. de Mosquera y Rosalía de Lacoa, Elida I. Russo, Ricardo Fraga y el matrimonio Raúl y Lidia Baraldi.
La Unión de Padres de Alumnos del Colegio Parroquial y la Unión de Padres y Amigos del Instituto Técnico Industrial, son entidades de mucho mérito y coadyuvan admirablemente con Mon. Novak en los asuntos de las dos escuelas. Las presiden los señores Néstor Aldrey y Raúl Maríncola.


MONSEÑOR SANTIAGO A. RAVA

Tras los interinatos de los padres Juan Angel Palermo y Rafael S. Pazzelli, se hizo cargo del gobierno de San Judas Tadeo un sacerdote de mucho mérito, procedente de la ciudad de Azul, monseñor Santiago A. Rava, nacido en 1901 en Ciudad Belgrano, donde cursó sus primeros estudios. Pasó luego al seminario de Buenos Aires y concluyó la carrera en 1924 en Roma. De regreso a la Argentina se le designa teniente cura en Escobar y más tarde, como vicario general, colabora con el obispo César Cáneva. Fue, asimismo, vicario foráneo de La Plata para la zona de Mar del Plata, a raíz de la muerte de Mons. Tomás A. Solari.
Puesto en posesión del curato de Ituzaingó el 6 de octubre de 1956, impulsa la creación de la filial de la Asociación Fraterna Ayuda Cristiana (hoy Cáritas), silenciosa y encomiable obra de ponderados vecinos, constituida el 22 de setiembre de 1956, en cumplimiento de disposiciones emanadas del arzobispado de La Plata. En el carácter de asesor delegado de la parroquia de Ntra. Sra. Del Buen Viaje de Morón, concurre el señor Miguel Narvaez para ilustrar a los integrantes del grupo local sobre la obra de referencia, que tenía ya habilitado el ropero de los pobres, efectuaba la distribución de elementos de farmacia y contaba también con la colaboración de profesionales para los servicios médicos, jurídicos y contables.
A poco de su llegada, monseñor Rava dispone la renovación de la decoración del altar mayor, encomendando la labor al pintor sacro Elías Ahmetoc, ejecutor de diversos trabajos en la Argentina, Uruguay y Yugoslavia. En ocasión de la festividad de la Inmaculada, el 8 de diciembre de 1956, se inaugura la parte del presbiterio.
Se instala la Congregación de las Hijas de María y se oficializa solemnemente, con la asistencia de los delegados diocesanos de las respectivas ramas, los centros de Acción Católica, siendo designados como primeros presidentes la señora Adelina M. de Martinelli Massa y el señor Urbano Labrousse. El 30 de abril de 1958, constituido el “Grupo Scout Santiago Apóstol” tomó sus componentes las promesas de práctica y el juramento de fidelidad. A partir de noviembre de 1957 se publica con la dirección del señor José M. Fanelli, el Boletín parroquial mensual “Pregón”.
A comienzos de 1959 viaja a Italia, en la localidad de Avigliano, jurisdicción del arzobispado de Turín, fallece el 13 de abril a consecuencia de hemorragia cerebral. El 22 de abril monseñor Raspanti oficia un solemne funeral, pronunciando la oración fúnebre el R.P. Dr. Luis J. Tomé, párroco de la Concepción de la Capital y amigo del extinto.
Sus restos, repatriados por gestión de un núcleo de damas y caballeros de Azul, llegaron a Ituzaingó el 8 de enero de 1960. Tras recibir las honras de la feligresía y efectuado un oficio religioso por el padre Novak, fueron trasladados a aquella ciudad, recibiendo sepultura en la capilla del Buen Pastor, de la cual Mons. Rava fue vicario por espacio de quince años.


NTRA. SRA. DE FATIMA

Su erección data del 19 de marzo de 1959. Ya en noviembre de 1958, una comisión vecinal, presidida por el Dr. Fernando Mario Fuentes se encontraba trabajando para la construcción de una iglesia, cuya erección se estima impostergable para la vida espiritual de la importante zona de Villa Ariza. El acto inicial se realizó en la escuela n° 13, con la asistencia del Obispo Diocesano y el intendente municipal, señor Abel Costa.
En octubre de 1955, monseñor Raspanti bendice la piedra basal del templo y colegio anexo, en la intersección de las calles Chilavert y Colonia. El 6 de diciembre del mismo año, a pesar de los pocos meses transcurridos, se efectúa la inauguración del templo. El R.P. José Daniel Tomás, joven sacerdote ordenado en 1954, dinámico, bondadoso y dotado de natural simpatía, es designado  titular de la nueva parroquia. Por razones de salud de éste, se hace cargo del curato por breve tiempo el P. David Núñez, más tarde reemplazado por el sacerdote Bartolomé Brossa.


NTRA. SRA. DE LOURDES

En Villa Udaondo, otra magnífica zona de Ituzaingó, fue fundada el 19 de marzo de 1959. Padres de la orden Oblatos de María Virgen, tienen a su cargo la atención de esta parroquia, inaugurada por el Obispo Diocesano el 12 de febrero de 1961. Posee una hermosa escuela. Su primer párroco fue el P. Lino Santelli, a quien sucedió el P. Juan P. Vivaldi.


NTRA. SRA. DE LUJAN

Con igual fecha de creación que la de Ntra. Sra. Del Pilar en el extremo sudoeste de Ituzaingó, en pleno barrio La Marina, calles Guastavino y Hortiguera, se erige esta iglesia, puesta bajo la advocación de Nuestra Señora de Luján.
La feligresía en su mayor parte está compuesta por un numeroso grupo de familias de suboficiales de Marina, que poseen en la zona su vivienda permanente.
Cuenta con escuela y guardería infantil. Desde enero de 1967 la regenteó el P. Honorato Ros Llópis, siendo relevado por el actual párroco, R. P. Ricardo Artacho. En junio de 1970 con solemnes ceremonias quedó inaugurado el Jardín de Infantes.


NTRA. SRA. DEL PILAR

Como desmembramiento de Ntra. Sra. De Fátima, surge esta nueva parroquia. Tiene fecha de creación el 15 de agosto de 1965 y su asiento en las calles Paso de los Libres y Alta Gracia. En marzo de ese año monseñor Raspanti bendice la escuela que se levanta en la calle La Victoria y cuya construcción se va completando paulatinamente. La capilla, de humilde aspecto, un quincho con paredes de mampostería en sus comienzos, ya tiene nueva estructura y sirve a extensas barriadas cercanas. La atiende un veterano sacerdote, el R. P. José D. Tomás, siendo vicario sustituto el P. Salvador Ferrer Aparisi.


NTRA. SRA. DEL VALLE

Esta parroquia, cuya piedra fundamental fue colocada el 25 de mayo de 1963 por monseñor Raspanti, encontrándose presente el comisionado municipal coronel Alberto Cabello, fue erigida el 16 de agosto de 1964 y se levanta en el barrio Parque Alvear, calles Andalgalá y Lomas de Zamora, en amplio lote donado por el vecino don Manuel González. El proyecto corresponde al arquitecto Emilio Nuño. Varios sacerdotes se desempeñaron temporariamente, nombrándose párroco en mayo de 1970 al padre Raúl R. Trotta. En 1971 es designado vicario cooperador el P. Juan Coltro.


PBRO. ALBERTO MAXIMO MARIGLIO

Nació en La Tablada el 29 de mayo de 1910 y fue ordenado sacerdote el 2 de diciembre de 1936. Falleció en Ituzaingó el 30 de junio de 1969.
La muerte del padre Mariglio, que se desempeñaba como director del Colegio Ceferino Namuncurá, produjo profundo dolor en la población que admiró la silenciosa obra del clérigo, desarrollada en favor de la niñez y de los humildes.
Actuó en Villa León y su labor se extendió con marcado énfasis hacia las obras de bien comunitario. Forjó un centro de vida espiritual que a los pocos años floreció en una agrupación de personas activas y esforzadas, dando origen a la parroquia de Santa Teresita. Colaboró en la parroquia de Villa Ariza, pero deseoso de comunicar el saber y promover la educación, luego de innumerables sacrificios, inicia en marzo de 1960, con amplio apoyo del vecindario, la construcción del colegio, en un esfuerzo común de salvar a los niños y a los jóvenes, misión que le señalara el Señor para realizar en este mundo.
En 1963, ciertas dificultades respecto al pago de las cuotas del terreno donde estaba levantando la escuela, pusieron en apuros al padre Mariglio y a muchos generosos amigos de Villa León, al intentarse subastar judicialmente el edificio. Se anunciaba el remate para el 17 de noviembre, pero el apremio pudo ser superado saliendo airoso el colegio, tras haber ganado el juicio en primera instancia y ser confirmado el fallo dos veces por la Excma. Cámara de Apelaciones.
Ceferino Namuncurá salvo al Instituto puesto bajo su patrocinio. Los restos del P. Mariglio descansan en el cementerio de Morón.


R P CARLOS LORENZO MURRAY

A partir del 4 de marzo de 1941 se desempeñó como capellán el padre Murray, de familia irlandesa. Había nacido en Zárate el 6 de julio de 1876, falleciendo en Buenos Aires, tras corta enfermedad, el 19 de julio de 1963. La primera misión que se le encomendó al recibir los hábitos religiosos debió cumplirla en Resistencia, capital de la entonces Gobernación del Chaco, apenas entregado este territorio a la civilización y todavía en guerra con los indígenas. Allí, en la dura faena contrajo el paludismo. En los lugares donde más tarde realizó su apostolado dio pruebas de su gran espíritu al servicio de Dios.
Durante su permanencia en Ituzaingó, se estableció la conferencia de San Vicente de Paul, disuelta en 1950. Por su ejemplar vocación sacerdotal y sincera humildad en todas sus obras, se le recuerda con cariño y veneración.

R P DR. JOSE ALBERTO VILLALONGA

El 29 de junio de 1944 toma posesión en el carácter de primer párroco de Ituzaingó, el presbítero Villalonga, quien ejerció su ministerio con notoria capacidad y beneplácito.
El padre José Alberto Villalonga había nacido el 3 de febrero de 1905 en Río Cuarto, Córdoba, de tradicional familia del lugar. Su padre y su tío fueron los fundadores de la conocida empresa “Expreso Villalonga”. Joven aún, su vocación lo llevó a cursar estudios religiosos, que completó en el Seminario Metropolitano, doctorándose en teología.
Cantó la primera misa en la Navidad de 1930 en la iglesia del Corazón Amoroso de San Martín, provincia de Buenos Aires. Desde entonces fue celoso apóstol de Cristo, realizando una eminente obra espiritual y social, cumplida primero como teniente cura en la parroquia de San Isidro, más tarde en San Ponciano en La Plata y luego en San Pedro, de Mar del Plata.
Posteriormente, fue designado cura en Monte, poco después en Ranchos y finalmente en Ituzaingó. Aquí organizó la vida parroquial, vitalizando las instituciones existentes y creando otras, el Apostolado de la Oración, la Congregación Mariana de Jóvenes, la Comisión de Caballeros, los Centros de Acción Católica y la Cofradía de Ntra. Sra. De Luján. Deseó siempre una formal transformación de su feligresía, hacia lo cual enderezó en cada momento sus trabajos.
Fue el promotor y muchas veces el ejecutor material de mejoras de todo orden, cumpliendo los más variados menesteres manuales que efectuaba dando el ejemplo y con reconocida habilidad. Para él, su ministerio no concluía en el templo con la celebración de la misa, la atención de los sacramentos u otros actos del culto, sino que llevaba su acción apostólica hasta las barriadas de la extensa parroquia a las cuales llegaba con una capilla rodante, que alcanzó renombre, acoplada a su automóvil y que servía para el desarrollo de las funciones religiosas y rápidas misiones, a la sombra de las arboledas de antiguas quintas o en el interior de mansiones, gustosamente ofrecidas por sus propietarios.
El sacerdocio rodante del P. Villalonga era algo similar al del P. Presas, cuyo rodado, una bicicleta, era empero más modesto que el vehículo del cura de Ituzaingó. Proporcionaba, de este modo, aunque en forma esporádica, la asistencia espiritual necesaria y también amable esparcimiento, proyectando cine y haciendo funcionar un equipo sonoro. En tales trabajos colaboraba un grupo de excelentes jóvenes integrantes de la Congregación Mariana, asociación que en su tiempo fue orgullo de la parroquia.
Con el fin de propender al engrandecimiento de las instituciones del templo hizo construir nuevas dependencias sobre los ambientes que constituían la casa parroquial, obras que no llegó a inaugurar en razón de su muerte prematura. Con la cooperación de algunas maestras fundó cursos post-escolares; también proyectó la creación de un colegio. Con la participación de un grupo de amigos y vecinos, en el atrio del templo, en primavera y en otoño durante las horas vespertinas, se tenían reuniones sobre problemas atingentes a la Iglesia, que se alternaban con conciertos o conferencias de interés general.
Como experto radioaficionado poseía un extraordinario equipo, registrado en la Dirección de Telecomunicaciones bajo la señal distintiva de L.U.# D.E. En Mar del Plata tuvo a su cargo la transmisión especial de Radio Atlántida, organizada en cadena por Radio Belgrano en celebración de sus doce años de existencia, en cuya oportunidad, para poner una nota agradable y original, los propietarios señores Bonecco y Zaccagnini, instalaron el micrófono sobre las mismas rocas de Cabo Corrientes, azotadas por las olas del mar.
En esa forma los oyentes del mundo pudieron percibir nítidamente los embates rítmicos acompasados del Atlántico sobre la hermosa saliente acantilada de ese lugar. La novedosa transmisión dirigida por el presbítero Villalonga tuvo un éxito inesperado para sus organizadores. Entre otras cosas, dijo el sacerdote: “En toda la dilatada costa de la patria, solo hay un punto donde el mar, digno de su pujanza, puede medir sus fuerzas contra las rocas y acantilados, Mar del Plata. Y de todo Mar del Plata, es tal vez Cabo Corrientes la diminuta bahía incrustada entre peñascos, el punto en que mejor muestra el mar su fisonomía propia, en el cual mayor fascinación ejerce por la unción de lo pintoresco y lo grandioso. El deseo de transmitir armonías marinas, el litúrgico canto de las bravas olas nos han impulsado a abandonar nuestros estudios para propagar ese canto incomparable, y hemos escalado las piedras labradas por el perfecto golpear del agua y hemos asentado nuestros micrófonos muy próximos a las rompientes. Escuchen ustedes como ellas se abalanzan llenas de salvaje furor para estrellarse contra las rocas, cayendo después pulverizadas en blanquísima espuma”.
El periodismo de Mar del Plata, en especial “La Capital” y “El Progreso”, se hizo eco de las relevantes cualidades de este sacerdote, con motivo de su traslado a Monte, destacando la labor llevada a cabo con los niños y jóvenes de la Catedral de Santa Cecilia y San Pedro, y con los enfermos del hospital de la ciudad balnearia.
Nacida en la Argentina en el año 1950, la televisión, merced a los estímulos y la fe de un pionero infatigable, don Eduardo E. Grinberg, su técnica y programas fueron superándose rápidamente. De este modo, el telespectador pudo gozar de los espectáculos deportivos, del teatro, del cine, conciertos, reportajes, etc., obteniendo en breve tiempo un magnífico desarrollo.
Tuvo la televisión por entonces, administrado por el padre Villalonga, su primer bautismo televisado que reunió una verdadera multitud. Según relato del señor Martín Pedro Zabalúa, fue impresionante el número de asistentes; resultó una interminable caravana la que se encaminó desde la sede del canal, Ayacucho 1558 a la iglesia de Ntra. Sra. Del Pilar. Esta no pudo contener a la concurrencia y lo propio ocurrió cuando, bautizado Cholito, el niño de Telefamilia, la muchedumbre volvió al canal, debiéndose cerrar las puertas de acceso. El P. Villalonga quedó altamente emocionado. El acontecimiento, por otra parte, fue celebrado con grande alegría de todos.
Con motivo de celebrarse las bodas de plata de su ordenación sacerdotal, la feligresía ofreció al P. Villalonga un excepcional agasajo en la residencia de la familia Martínez Cal. En la ocasión hablaron monseñor Anunciado Serafini, obispo de Mercedes y el señor Agustín L. Camerucci, presidente de la comisión de homenaje.
Recibió en la oportunidad una medalla de oro, un hermoso poncho de vicuña, ornamentos sagrados y otros presentes materiales y espirituales. Los actos de la recordación culminaron con un concierto de órgano y entrega de distintivos de oro de “Cristo Vence” al representante de la Embajada Uruguaya, señor Alfredo Varsi, donados por el pueblo de Ituzaingó, a las emisoras del Uruguay por su activo desempeño en los días de la Revolución Libertadora.
Para la Navidad de 1953, presentó en el atrio del templo el pesebre viviente, con la actuación de más de cuarenta pequeños, reproduciendo escenas del nacimiento del Niño Dios, adoración de los Pastores y de los Reyes Magos. Una segunda exhibición tuvo por finalidad poner de relieve las advocaciones de la Virgen María en la Argentina con motivo del Año Mariano. Así, fueron apareciendo en escena D. Pedro de Mendoza, quien puso el nombre de Buenos Aires a la fundación por ser de su devoción la Virgen de los Buenos Aires; los paisanos con la carreta que trajera la imagen de la Virgen de Luján, y finalmente, el general Belgrano con sus soldados llevando en andas la imagen de Ntra. Sra. De las Mercedes, declarada por el prócer Generala del Ejército Argentino.
La palabra del P. Villalonga atrajo la atención del público que siguió las escenas con interés y recogimiento. Los decorados fueron ejecutados por el señor Felipe Courant y la transmisión musical atendida por Jean Duval. El acto volvió a presentarse, con mayor éxito, como gratitud hacia el señor obispo Serafini, en los primeros días de enero siguiente, frente a la catedral de Mercedes.
Igualmente, cabe hacer mención de su paso por la Armada Nacional, revistando como capellán del crucero Almirante Brown. Era entonces un apuesto marino, de porte gallardo y extraordinaria prestancia. Su misión sacerdotal fue también allí cumplida al máximo, granjeándose además la amistad de toda la tripulación.
No se puede silenciar su trayectoria como ciudadano de la Patria, a la que sirvió siempre con honor, en modo particular en los últimos años, cuando fue necesario salir a defender a Dios y la Libertad. Un pueblo solo perdura cuando es libre, es decir cuando goza del pleno derecho del ejercicio de sus libertades, cuando se postra solamente ante Dios, su creador, y honra a sus mayores que supieron entregar una patria grande, sin intrigas, sin odios, sin delaciones, sin renuncias a la dignidad humana.
Estos apotegmas fueron los infundidos siempre por el P. Villalonga al pueblo de Ituzaingó, y después de las tristes jornadas de la segunda tiranía en que se abismó a la Nación, obtenida la victoria por obra de la Revolución Libertadora, pidió a la feligresía se encaminara a la real convivencia para trabajar todos unidos, con miras a la consolidación del país, hacerlo grande, crear nuevas conciencias, educarlas y ennoblecerlas.
Si he recordado al P. Villalonga a través de su carrera de sacerdote, como oficial de la Armada Argentina y como baluarte de la democracia en la zona del Oeste, lo he hecho porque he reconocido en él al sacerdote culto, laborioso y patriota. Consecuente con la acción salvadora de la Iglesia, se preocupó de apacentar su grey y promover obras de bien común. Por ello recogió el afecto y la gratitud de sus feligreses y el respeto aun de sus enemigos.
Como muchos religiosos sufrió el P. Villalonga penurias, persecución y cárcel durante el gobierno del presidente Perón.
Su muerte sobrevino imprevista y prematura el 22 de agosto de 1956. Se encontraba oficiando misa. En el preciso momento de acercarse al comulgatorio para administrar la Santa Comunión, se desplomó a causa de un síncope cardíaco. Socorrido rápidamente y llevado a su aposento no hubo tiempo siquiera para intentar su recuperación. El súbito deceso dejó perplejas a las pocas personas que le asistían.
Sus restos fueron velados en el templo parroquial y llevado su féretro en la capilla rodante, efectuándose la inhumación en el cementerio de Morón. Instituciones y pueblo adhirieron al duelo, poniéndose de manifiesto el sentimiento de pesar causado por su desaparición.
En ocasión del segundo aniversario de su muerte, el señor Agustín L. Camerucci se dirigió al H. Concejo Deliberante de Morón, presidido en la oportunidad por el señor Manuel Braña, solicitando la imposición de su nombre a la calle Sarandí de Ituzaingó. El pedido fue avalado por el señor Obispo Diocesano. El H. Concejo, tras someter a consideración de los distintos sectores políticos la petición, ésta fue apoyada por unanimidad. La ceremonia de sustitución del nombre se realizó el 26 de octubre de 1958, en la intersección de las calles Sarandí y Las Heras. En el transcurso se descubrió un bronce, cuya bendición efectuó Mons. Juan A. Presas, quien recordó la labor del digno párroco. En representación de los vecinos lo hizo el doctor José M. Grossi Gallegos, realzando la trascendencia de la obra del P. Villalonga y su popular figura.


SAGRADO CORAZON DE JESUS

En el barrio Ferroviario, que alberga a numerosos empleados del gremio, en Monroe y Anchorena, se construye esta capilla cuya piedra fundamental bendijo el 30 de junio de 1960 monseñor Raspanti.


SAN FRANCISCO DE PAULA

Fundada por iniciativa del padre Alejandro Paravano, S. J., en jurisdicción de la parroquia San Judas Tadeo. Es la única iglesia en la República dedicada al santo de Paula. La primera misa se rezó el 25 de mayo de 1952 en los terrenos de la quinta Spadaro y para ello en cuatro días la Comisión pro-capilla, presidida por la señora Hesperia S. de Bonavita, organizó un pequeño templo en el garaje de su escuela Manuel Belgrano.
Posteriormente las hermanas señoras Spadaro de Melo Pacheco y de Bonavita, donaron un lote de terreno situado en el barrio Villa Las Naciones, calle Carabobo y Haití. Es de hacer notar la meritoria obra del padre Paravano que durante siete años atendió a los pobladores sin que en la capilla se dejara de oficiar la misa un solo domingo. Su colaborador, el P. Villalonga solía visitar el lugar en alguna oportunidad llevando su capilla rodante.
Llegaba acompañado de un grupo de jóvenes congregantes marianos que lo ayudaban en las diversas tareas y aun en la catequización de los moradores. Eran breves misiones, estilo relámpago, pues el P. Villalonga era reclamado en San Judas Tadeo. El y algún acompañante, en ciertas ocasiones, pernoctaban en la capilla rodante, que era también dormitorio y tenía baño y cocina, de pequeñas dimensiones, pero el conjunto servía a los fines del caso.
Al crearse el Obispado de Morón, el templo se elevó a la categoría de parroquia el 19 de marzo de 1959. La inauguró monseñor Raspanti el 30 de agosto de ese año, tomando posesión como párroco el R. P. Lorenzo Castillo, O. F. M.
Sucesivamente se hicieron cargo los padres Carlos Larcher y Julio Bernárdez y también fray Francisco de la Cruz Muguerza, todos ellos de la Orden Franciscana, con casa en la vecina localidad de San Antonio de Padua. Años más tarde fray Muguerza fue designado primer obispo de la diócesis de San Ramón de la Nueva Orán, en la provincia de Salta. Los sacerdotes Bartolomé Brossa y José Mellino fueron vicarios sustitutos hasta la llegada del clérito italiano, R. P. Alberto de Marón, el 10 de octubre de 1965. Nombrado vicario ecónomo, le toma el juramento Mons. Francisco Novak. Desde el 24 de noviembre de 1968 es párroco el P. Julio Gigliotti y vicario sustituto el P. Joaquín Montagnoli.


SAN JOSE OBRERO

Esta capilla donde todo es señorial, bien diseñado, amplio y bien construido, se halla en una hermosa zona de Ituzaingó Norte, denominada Villa Saponara, sobre la calle Martín Fierro, frente al magnífico Parque Leloir. Fue donación de los esposos José y Pabla Saponara. Lleva fecha de erección 19 de marzo de 1959. El 4 de abril de 1960 bendice la piedra basal monseñor Raspanti y se inaugura el templo el 7 de noviembre del mismo año, apadrinando la ceremonia el matrimonio ya nombrado. En octubre de 1962 monseñor Presas coloca la piedra básica del colegio contiguo, que se levanta con peculio del señor Saponara. Es atendida la parroquia por el R. P. Varela, S.D.B.


SANTA TERESITA DEL NIÑO JESUS

Surgió en Villa León en el año 1959, como capilla, de instalación precaria y en lugar destinado originariamente a gallinero. El 15 de noviembre celebró la primera misa el R. P. Alberto Mariglio. Hasta entonces no llegaba vida espiritual a la villa más que cada dos meses, cuando el P. Villalonga enderezaba su capilla rodante y realizaba sus rápidas misiones en el encuentro de dos calles. En casa lindera alquilada funcionó una escuela, que al poco tiempo, por desalojo, pasó a ocupar un solar de Avda. Brandsen entre Santa Cruz y Cmte. Pinedo.
La señora León de García Tuñón llevó allí la campana que en su cabaña llamaba a comer a los peones. En abril de 1960 se constituye la comisión pro-capilla y colegio, con la presidencia de la señora Susana G. de Ricabarre. En mayo de 1962, monseñor Raspanti bendice la piedra fundamental; se erige en parroquia el 16 de julio de 1964 y en seguida toma posesión el R. P. Benito Pérez Novoa.
El templo que representa la estructura de una cruz, con el campanario al frente, se levanta en la calle Cerrito, próximo a la avenida Brandsen. En la parte baja de la torre se ha instalado el despacho parroquial e inmediatamente arriba un camarín con su frente vidriado, donde se halla entronizada la imagen de Santa Teresita.
Su párroco, nacido el 10 de julio de 1922 en la provincia de Orense, España, fue alumno del seminario salesiano de Bernal y realizó sus estudios de teología con los Padres sacramentinos de Buenos Aires, recibiendo las órdenes sacerdotales en la catedral de Morón el 15 de agosto de 1962. Fue vicario cooperador en San Judas Tadeo, siendo eficaz colaborador de monseñor Novak. Su gran anhelo fue terminar la construcción del templo, para lo cual contó con el apoyo generoso de su madrina de ordenación, señora María Luisa Wolman de Soulignac.
Tuvo destacada trayectoria en sus funciones, realizando una obra digna de encomio, ligada de modo muy particular a la niñez. Fue el fundador y primer director de la Asociación Diocesana de Acólitos; creó la Cooperativa de Consumo, Crédito y Vivienda Juan XXIII, auspiciada por el Movimiento de Defensa del Consumidor con sede en Buenos Aires, y la Colonia de Vacaciones San Luis Gonzaga, de Mar del Plata.
Prestó atención espiritual en las capillas de Santo Domingo Savio y San José Obrero. Falleció este sacerdote, cuyo recuerdo quedó grabado en el corazón de su feligresía, el 8 de diciembre de 1966, siendo sepultados sus restos en el cementerio de Morón. Le sucedió el P. Emilio Moglia, profesor de matemáticas y ciencias biológicas, ex rector del Colegio San José de Rosario.



SANTO DOMINGO SAVIO

Sobre la calle Latzina, próxima a la de Francisco Fernández de la Cruz, se levanta la capilla, cuya construcción se debe en gran parte a la labor misionera del P. Pérez Novoa y cuya vida espiritual del grupo fue atendida por el mismo logrando cimentar en el lugar la religión y obtener conquistas para la Iglesia.


SANTOS ANGELES CUSTODIO

En la década del 50 al 60 el sector sud de Ituzaingó experimentó un inusitado crecimiento demográfico. Muchas villas y conglomerados fueron fundados, dando cabida en sus modestas viviendas a gran número de personas, propietarios, por lo general, de las fincas. De este modo, como ocurrió también en barrios aledaños situados al norte de la ciudad, se fue sintiendo la necesidad de contar con una iglesia, además, se evitaría, en el caso de la zona sud, que ancianos y niños sufrieran la incomodidad y el peligro que representaba el cruce de la avenida Rivadavia, transformada en ruta nacional.
Ello hizo que se erigiera, cercenando la jurisdicción de San Judas Tadeo, el 19 de marzo de 1959 la nueva parroquia de los Santos Angeles Custodios, sita en la calle Barros Paso 231, entre 24 de Octubre y Olivera, El 30 de agosto siguiente el señor Obispo bendice la piedra basal de la iglesia y de la escuela. De inmediato se inicia la construcción y ya el 10 de abril de 1960, aunque sin concluir, se inauguran el templo y el colegio, y se entroniza la imagen de María Auxiliadora. En el mismo acto se pone en posesión del curato al R. P. Osvaldo Remón.
La obra del P. Remón, en el orden espiritual y educativa, ha sido intensa y ejemplar. En dura lucha se ocupó de la pavimentación de calles de la zona, originando un cambio fundamental en lo urbanístico. En enero de 1967 lo reemplaza el P. Santiago Queron Gimeno, a quien secunda el P. Héctor Mazzucchi.


TEMPLO DE SAN JUDAS TADEO

Cinco años duró su construcción, erigido en la calle 25 de Mayo (hoy Gral. Lucio N. Mansilla) entre las de Soler y San Martín (hoy Las Heras), en la manzana de edificios públicos.
Fue iniciada la obra el 30 de abril de 1935 por el capellán padre Luis D Ambrosio (fallecido el 23 de octubre de 1960), siendo teniente de la basílica de La Merced, de Buenos Aires).
La edificación estuvo a cargo de los arquitectos Angel Silva y Alfredo E. Coppola, y del constructor Antonio Dorsi.
Los respectivos planos fueron firmados por las señoras Albina S. de Parodi y Luisa M. de Voelklein y el señor Julio Protto, y llevan como fecha de presentación el 22 de julio de 1935. Al efecto, se constituye una amplia comisión pro-templo parroquial, presidida por el comerciante don Julio Protto e integrada por las señoras de Parodi, Pastré, Voelklein y Tadeo y las señoritas María y Mercedes Dellacasa y Esther y Delia González.
La nueva iglesia fue bendecida por monseñor Juan Chimento, obispo de La Plata, el 28 de abril de 1940, con la asistencia, entre otras autoridades, del gobernador de la provincia, Dr. Manuel A. Fresco, y el intendente municipal señor Rafael A. Amato, realizándose grandes festejos y acuñación de medallas conmemorativas con la imagen del santo patrono en el anverso y la perspectiva del templo en su reverso. También se troquelaron otras en ocasión de colocarse la piedra basal el 9 de julio de 1935.
Construido en amplio terreno de 21 x 46 metros con frente a la Plaza 20 de Febrero, tiene en la parte central una altura de once metros. El campanario que se yergue esbelto, hundiendo en el espacio su aguda cúspide, medido desde el nivel de vereda, alcanza a 27,50 metros.
El templo y la torre constituyen un conjunto arquitectónico que podríase llamar románico fundido con elementos coloniales de innegable independencia entre sí; resultando difícil definir el estilo, es conveniente señalarlo como algo “sui generis”, creado por los profesionales a cargo de la obra.
Conserva la construcción las líneas de las basílicas primitivas, con tres naves abovedadas, ábside y nave transversal, cuyo compuesto da al edificio la forma de una cruz latina. En el cruce de las dos naves surge un octógono con rasgaduras vidriadas y sombrerete rematado por una cruz metálica, que años atrás, con su iluminación color verde, señalara a distancia la presencia de la casa de Dios. Su frente es de iglesia episcopal, consta de dos cuerpos, el frontispicio con gran puerta central y dos laterales, las tres en madera de roble a medio punto y terminado en un ángulo obtuso; un ventanal de amplias dimensiones, también a medio punto y vidriado; y dos aberturas longitudinales haciendo juego con las del campanario.
Este segundo cuerpo concluye igualmente en ángulo obtuso; otros dos más pequeños se encuentran en ambos extremos de la fachada. Interiormente, sobre el pórtico está ubicado el coro. A la derecha de la entrada del templo, tras una cancela, el bautisterio, con pila de mármol ónix. En el recinto pende una pintura del Precursor ejecutada por el vecino Amleto Scarzello.
Adosado a la primera columna de la izquierda hubo un magnífico púlpito de fino mármol ricamente labrado que fue retirado con motivo de las reformas litúrgicas puestas en práctica en estos últimos años. En el ábside se encuentra el altar mayor, privilegiado, en mármol de Carrara, donde se halla entronizada una policromada imagen del titular de la parroquia y patrono de Ituzaingó, San Judas Tadeo, amado apóstol de Jesús, “varón sabio y generoso”, al decir de San Jerónimo. Otra imagen del mismo, de pequeño tamaño, se presenta en escaparate de vidrio. Numerosos devotos, llegados de distintas partes y aun de la Capital Federal, acuden a diario a venerar al santo y a suplicarle. Sin duda, por las ofrendas de fieles agradecidos allí depositadas, San Judas Tadeo ha de ser buen mediador y munífico dispensador de favores espirituales y temporales.
En los extremos del crucero, también de rico mármol, se levantan los altares dedicados al Sagrado Corazón de Jesús y a María Inmaculada. A ambos costados del presbiterio tenemos dos sacristías. Buena luz, llega al interior por las vidrieras del ábside y por una serie de ventiluces distribuidos a lo largo de las paredes laterales. Por la altura de las naves, la contextura de los muros y sus pilares y la misma fábrica, se colige que se trata de una esmerada y excelente construcción. En fecha reciente fueron adheridas en el frente del edificio dos mayólicas, una con la imagen del santo patrono y la otra con el escudo de Ituzaingó, donadas por la dirección del periódico “Noticiero Ituzaingó”.
El templo difiere en mucho, en lo que respecta a su arquitectura en general, al croquis que se hiciera conocer en la edición especial de “La Tribuna” de 1932, proyecto preparado por el ingeniero don José Quartino. Su alta fachada, con un frontis en vértice, entre dos torres presentaba una sola entrada.
La aprobación de los planos de construcción quedó regularizada el 25 de junio de 1971, por expediente 41/02870, a solicitud del actual párroco y merced a las diligencias efectuadas ante la Municipalidad por el profesional don Federico Garrido Oromí.
Antes de cerrar este capítulo, he de referirme nuevamente a Juanita Consejero. Sus años de trabajo fueron multiplicándose; la prestación de servicios en favor de sus semejantes fue amplia y fructífera, realizándose en los distintos lugares donde la casa de Dios estuviera ubicada, pues no cejó un instante en el desempeño de sus diarias tareas, voluntariamente impuestas y llevadas a cabo con el mayor fervor.
En la época del padre Villalonga ocupó una casilla de madera en los fondos de la iglesia. Cuando esa vivienda quedó deteriorada, monseñor Rava le destinó una dependencia en lo alto de la parte posterior del templo. Por entonces la señorita Consejero sentía declinar su salud e iba perdiendo paulatinamente la vista.
El 6 de agosto de 1960, con motivo de celebrarse el octogésimo aniversario de su natalicio, la abnegada maestra y querida catequista recibió el saludo de numerosas personas que le testimoniaron su admiración y afecto.
Poco después, en 1962, fue internada en el Hospital de Geriatría Gral. Martín Rodríguez donde concluyó sus días totalmente ciega, ella, que durante toda su vida hizo que brillara la luz en la mente y en el corazón de muchos vecinos. Era el 13 de diciembre de 1966. Por decreto n° 441 del 31/5/1972, al darse nombres a calles que carecían de él, se impone el de Juana Consejero a la que corre desde Guillermo Udaondo hasta Fragata Sarmiento, entre Av. Costanera y Cacheuta. Además se llamó Guardería Infantil Juanita Consejero, el centro para niños del barrio San Alberto.
Tratándose en estas páginas del templo dedicado al santo patrono de la ciudad, justo es que se diga algo acerca de su vida, aunque muy poco se sabe al respecto. Llamado Tadeo o Lebeo (que significa valiente y para distinguirlo de Judas Iscariote) era primo de Jesús y hermano de Santiago el Menor. Evangelizó Mesopotamia y Persia; en ésta y precisamente en la ciudad de Suanir, haciendo conversiones, sufrió el martirio. Arrastrado ante una estatua de un ídolo para que le ofreciera incienso, el santo mostró el horror que le causaba tal impiedad, siendo decapitado por ello allí mismo.
Es autor, hacia el año 64 de una epístola canónica, destinada a las iglesias de Asia Menor y dirigida a los fieles para ponerlos en guardia contra los falsos doctores, simonianos, gnósticos y otros, que empezaban a turbar la Iglesia naciente. Habla de la severidad de Dios sobre los incrédulos, los soberbios y los lujuriosos identificados con aquéllos, y los amenaza con los más rigurosos castigos. Luego exhorta a los cristianos a que se mantengan firmes en la fe y fija algunas normas sobre el modo de comportarse de las distintas esferas sociales.
La piedad moderna ha popularizado la devoción al Santo considerándolo como abogado de casos imposibles. El escritor Juan Carlos Echenique dice al respecto: “Muchas devotas de San Antonio refuerzan sus ilusiones con la visita a San Judas Tadeo, ni falta el político que confía más en el silencio del Santo que en la elocuencia de sus discursos”.
En el año 1909, cuando se iniciaron los trabajos de reparaciones y reformas en la Catedral de Buenos Aires, con motivo de la celebración del centenario de la emancipación, varias imágenes talladas en madera que adornaban los altares fueron reemplazadas por cuadros. Una de ellas, la de San Judas Tadeo, de quebracho, de la época colonial fue solicitada por el párroco de La Merced, monseñor Antonio Rasore. Es la que se venera en la Basílica (Reconquista y Cangallo), ante la cual, a diario y particularmente los días 28 de cada mes, se postran muchos fieles en demandas de favores.

TEMPLO EVANGELICO BAUTISTA
Una extensión misionera de la Iglesia Evangélica Bautista de la ciudad de Morón provisionalmente se instala en mayo de 1969 en el local de la calle 24 de Octubre 783, contiguo a la oficina que ocupa hoy Correos y Telecomunicaciones. Las actividades religiosas principales del culto se cumplen allí los domingos al atardecer, con la dirección del pastor Miguel Bollatti.

Mientras, un grupo femenino se dedica a la Obra Social Misionera, poniendo en condiciones las prendas de vestir que reciben en donación y que luego son enviadas a comunidades necesitadas del interior en las provincias del sur y del norte del país, con preferencia a los aborígenes Tobas.
Otras damas suelen visitar semanalmente a un número de enfermos del Hospital de Geriatría Gral. Martín Rodríguez, llevándoles alimentos.
El templo es sumamente sencillo, sin imágenes, algunos bancos, un armonio y varios ejemplares de la Biblia, que los asistentes utilizan para el desarrollo de las ceremonias. En dependencias interiores, un ambiente es destinado a los niños para sus entretenimientos y otro como taller de costuras.
Se trata de un núcleo de personas adultas, voluntariosas y de magnífico trato. Todos los jueves se reúnen en los hogares de familias amigas para conversar sobre problemas concernientes al culto que profesan.

TEMPLO EVANGELICO CRISTIANO
Digna de encomio es la labor del pastor Armando Guillermo Secchi realizada con sabiduría y amor cristiano, siguiendo las enseñanzas que le brindara la afectuosa señora Lucía Regolbuto de Bongarrá, su suegra, fallecida en 1951.
En 1949, en su hogar de la calle Juncal 378, reúne a un grupo de amigos y con ellos funda un pequeño centro evangélico. En un saloncito, edificado expresamente en los fondos de la finca, se dan las conferencias dominicales de divulgación religiosa y se adecúa asimismo para la práctica del culto con extraordinario sentido espiritual y social que va creciendo en dimensión, llegando más adelante hasta los barrios de Villa Ariza y Seré. Las reuniones se llevan a cabo con la colaboración de Radio Excelsior y pastores de otras localidades.
La construcción del templo se inicia en 1962 dirigida por el ingeniero José I. Rodríguez Escalante. En una primera etapa se habilita el subsuelo, continuando las obras hasta 1966; en 1970 se libra al público la iglesia propiamente dicha.
Casi en forma paralela se concreta la adquisición de una propiedad en la calle Camacuá, donde se instala la primera escuela de doble escolaridad dependiente de la entidad evangélica, y cuyas clases dan comienzo en 1965. En el salón del templo se efectuó la primera promoción de alumnos, a los cuales, como norma invariable, se les entrega un ejemplar de la Biblia y un banderín.
En terrenos de hermoso arbolado, sitos en Alvear entre Besares y Santa Rosa, que fueran de los esposos Secchi y más tarde transferidos en donación a la Fundación Evangélica de Ituzaingó, se está construyendo la nueva escuela, de dos plantas, con 36 aulas y comedor escolar. En la misma, actualmente con capacidad para 300 alumnos, funcionan ya los cursos del presente año lectivo, la señora Noemí Secchi de Diego, hija del pastor, es su directora desde la apertura del colegio.

VIRGEN DE LAS LAGRIMAS
Se inauguró el 31 de agosto de 1968, con motivo de recordarse el 15° aniversario del divino llanto de la Virgen que se venera en Siracusa. Ese día el P. Santiago Querol celebró allí la primera misa. Se halla ubicada en la zona sud, calles Caaguazú y Aguirre.
Otra capilla: En terreno donado por la Municipalidad, en la avenida Blas Parera y gascón, se proyecta construir una capilla cuya comisión preside la señora María Josefina Santamaría de Cáceres.