PERIODISMO DE ITUZAINGO


Noble y patriótica es la misión del periodista, cumplida generalmente con abnegación y duro sacrificio. La animosa labor de nuestros hombres de prensa de Ituzaingó, no valorada por los lectores en la medida que corresponde, más bien por lo común criticada con severidad, merece sin embargo la más sincera estimación. Ninguno aun ha podido formarse una posición cómoda, no ya opulenta, porque sus directores son sencillamente apóstoles románticos y no comerciantes.
En febrero de 1914 aparece la edición quincenal de “Ituzaingó”, órgano independiente y defensor de los intereses de la localidad, fundada por don Adolfo Alberti, de antigua familia del pueblo. Su aparición fue bien recibida. La redacción y administración estaban en Sarmiento y Humberto I° (hoy Pacheco y Arengreen).
Con la dirección de Pedro S. Cobo nace en 1944 “La Voz de Ituzaingó”. De tamaño grande y a seis columnas. En el ejemplar de agosto de 1944 en el cual se honra al Padre de la Patria al cumplirse el 94° aniversario de la muerte, se insertan colaboraciones del Dr. Angel Raúl Soler, del señor José Miquel, del padre Teófilo Luque, del teniente de navío José R. Salvá y del Dr. Alberto Baldrich. La nota del Dr. Soler dice: “Distinguido director y amigo, su deseo de agregar un pensamiento de mi parte acerca de nuestro prócer, es ya tarea superior a mi modesta esfera de ciudadano; no obstante, declinar un deber pudiera significar una indiferencia imperdonable a la que no me podría prestar como argentino y mucho menos cuando se viene de aquella generación; entiendo que para defender la patria hay que sentirla compartiendo sus luchas y no solo la materialidad de sus regocijos. Existen en el orden general de la vida de los hombres dos formas de santidad igualmente dignas de homenaje, la santidad religiosa y la santidad civil. De la primera es un ejemplo insuperable San Francisco de Asís, y de la segunda lo es el general don José de San Martín. Ahora bien, no se concibe la santidad sin renunciamiento y no se explica el renunciamiento sin la existencia halagadora del poder. Por eso todos los que, comprendiendo esta verdad, renunciaron a los placeres del poder, se santificaron. San Francisco, al dejar de basarse en la inteligencia que importa el poder de dominación para apoyarse en el sentimiento que engendra el amor y la caridad; y José de San Martín, comprendiendo que sus laureles podrían pesar sobre la libertad de su patria, realizó así con su renunciamiento la prueba más estupenda y ejemplarizadora de santidad civil. De ahí que todo argentino sienta en el Gral. Don José de San Martín una veneración religiosa que ha logrado infundirse inolvidablemente en el alma de su pueblo”.

“Elevación” fue el título del órgano oficial de “Amigos del Progreso” con domicilio en la calle 24 de Octubre 888, sede social de la mencionada institución.
El n° 1 en formato tabloide corresponde al mes de agosto de 1946. Nueve ciudadanos integraban la Comisión Ejecutiva, conductora de un movimiento popular y propulsora de un plan de obras necesarias para Ituzaingó, es decir, sala de primeros auxilios, edificaciones escolares fiscales para el correo y el registro civil, pasaje subterráneo en Av. Rivadavia, sucursales bancarias, etc. Iniciativas que fueron auspiciándose a través de muchos años también en los periódicos nacidos con posterioridad a “Elevación” y hoy todas cumplidas.
En la misma sede funcionó el Sindicato Obrero de Oficios Varios de Ituzaingó, reconocido y adherido a la C.G.T. pero con absoluta independencia de “Amigos del Progreso” en todo lo referente a la organización interna.
Considero pertinente transcribir unos párrafos sobre Ituzaingó: “Nombre –se inserta- que ocupa en la historia un lugar prominente, nombre que recuerda una época de lucha brava, pero también de grandes virtudes ciudadanas y no menos grandes valores militares que nos llenan de asombro, de admiración y simpatía… Y este nombre ha correspondido en suerte a nuestro pueblo. ¡Qué responsabilidad! Ojalá sepa valorarla para mejor cumplir su destino con el esfuerzo redentor que inspira el ejemplo. Tres cuartos de siglo cuenta ya en su haber y si bien no ha encanecido totalmente y en la fisonomía se ve, de tarde en tarde, un rayito de luz, es lento su andar… muy lento… y posiblemente no es lo que soñó don Manuel Rodríguez Fragio al fundarlo y entregarlo a las generaciones que sucedieron para que lo transformaran más rápida y sólidamente, con toda seguridad. Sin embargo, en distintas épocas de su vida, surgieron hombres sencillos y buenos, caballeros decentes y laboriosos, de certera visión, de arraigo y aplomo, tan capaces como honrados, que posiblemente no tuvieron el apoyo que es estímulo en el afianzamiento y avances de toda empresa llamada a revolucionar el ambiente. Tal vez faltó la comprensión necesaria como hábil encargada de salvar dificultades o salió al encuentro la indiferencia, por no dar el otro calificativo, esa indiferencia derrotista, aplastante que a veces malogra las mejores intenciones. Será o no será, pero la verdad es que hay algo que invita a meditar profundamente sobre los motivos de esta tardanza, que es como hacer un alto en el camino para descansar sin estar cansado”.

En mayo de 1955 aparece “El Ateneo” en formato tabloide, su sede en la calle Sarandí 827. Se publicaba con informaciones de carácter general pero respondía políticamente al sector peronista. El n° 5 de setiembre de 1955 se prodiga en loas para con personajes de esa tendencia. En la misma edición se celebra la obtención de premios en el IV Salón de Artistas Plásticos de la Municipalidad de Morón, distinciones adjudicadas a los pintores locales Carpanelli y Parodi.

Un nuevo periódico quincenal “Ituzaingó” se publica el 30 de abril de 1958, fundado el Día de las Américas, con la dirección de Agustín L. Camerucci y la colaboración de José María Cotalasso. En sus páginas encuentran eco todas las manifestaciones de la cultura y cuanto puede ser de interés para las instituciones y vecinos. Con el retiro del señor Castillo y el fallecimiento del señor Labán, se resuelve suspender la publicación. La determinación no inquieta a su director, quien a las 48 horas lanza a la calle otro periódico, cuya salida celebra el público.

Nace pues “Noticiero Ituzaingó” el 24 de setiembre de 1959, como resultado de la desaparición de aquél. El deseo de servir a la ciudadanía y de constituirse en su vocero, se fue cumpliendo paulatinamente, conforme a lo previsto. Sus columnas fueron puestas a disposición del pueblo, brindándole la oportunidad de hacer conocer sus inquietudes y programas de trabajo.
No fue “Noticiero Ituzaingó” un órgano personal sino la publicación de las asociaciones. Ya en las primeras entregas se incluyeron como suplementos del periódico, páginas de instituciones, memorias o crónicas de fiestas escolares y más tarde, en forma permanente de mes a mes, los boletines del Club de Leones, de la Unión Comerciantes Industriales y Afines, luego de la Cooperativa Futuro y en fechas posteriores del Club Atlético, Cruz Roja Argentina y Centro Cultural Bernardino Rivadavia. Clasificado como publicación de interés general, en sus columnas se ha estado reflejando el quehacer de la población, el acontecimiento social, las noticias escolares y de clubes, las informaciones generales de las sociedades, las evocaciones patrióticas y otros eventos. Estimuló la creación de nuevas entidades, apoyando gestiones ante autoridades y gobernantes; se fomentó las recordaciones de prohombres, tomando la iniciativa de levantar monumentos al fundador del pueblo, al gral. Belgrano y a Juan XXIII y la imposición del nombre de este Papa para la plazoleta contigua al templo parroquial y de dos calles, que hoy llevan el nombre del Pbro. Villalonga y del Dr. Albert Schweitzer, en homenaje al primer párroco del pueblo y en memoria del gran médico de Lambarené, respectivamente. Se promovió el ascenso de la localidad a la categoría de ciudad y el concurso para la creación del escudo de Ituzaingó, y otras acciones llevadas todas a feliz término. Su director fue miembro fundador y vicepresidente del Círculo Regional de Prensa de Morón, representó al Círculo ante la Comisión de Cultura y Moralidad de la Municipalidad, siendo designado presidente de la misma. Fue corresponsal del diario “La Nación” desde 1956 a 1969.
A lo largo de diez años de ininterrumpida labor, el periódico tuvo unánime y cordial acogida, ganando el favor y la ponderación de un vasto sector de lectores. En setiembre de 1969 el señor Camerucci, residiendo nuevamente en Buenos Aires lo pone en manos del señor Antonio Burgos. Con la nueva dirección la publicación ha entrado en una segunda época iniciando el año once de existencia con nueva técnica, más páginas e incorporando los boletines de otras entidades que confieren al periódico una faceta muy particular, no común en el periodismo, y que podríase llamar “suma de periódicos”.

“Dicho y Hecho” al comienzo una revista informativa para el barrio Villa Ariza, nace el 24 de setiembre de 1961 dirigida por el R.P. Daniel Tomás, joven sacerdote, párroco de Ntra. Sra. De Fátima, licenciado en filosofía y letras, ex profesor de la Academia de Literatura del Seminario Arquidiocesano de La Plata.
Más tarde la publicación fue de carácter general para todo Ituzaingó, colaborando con el director determinados articulistas que no hicieron mucho bien al periódico de un sacerdote, pues algunas de sus columnas de ocurrentes y divertidas pasaron a ser enojosas y punzantes. Durante un tiempo quedó suspendida la salida por razones económicas. Mientras, el Padre Tomás es designado párroco de Ntra. Sra. Del Pilar, donde su obra sacerdotal y escolar fue intensa y proficua.
En 1969 vuelve a editarse “Dicho y Hecho” con el apoyo de feligreses y amigos. Su formato varió en distintas oportunidades y tuvo un breve período de salida quincenal. En noviembre de 1971 circuló el último número.

El 23 de mayo de 1963 circula el número 1 de la publicación mensual de distribución gratuita editada por la Comisión interna de prensa y difusión de la Asociación Unidad y Progreso de Ituzaingó “AUPI en la Noticia”, cuyo principal objetivo fue el difundir la obra de la institución y principalmente lo relativo a educación. Fue director el Dr. Raúl E. Bruno, con el cual colaboraron los señores Enrique A. Oliver, Arnó Donapetry y la señorita Rosita Veneziani.
Luego de una temporada de receso, como en una segunda época y continuación de aquél se publica “El Chasqui” con la dirección de Faustino J. Lebrón y un nutrido equipo de colaboradores, vinculados todos ellos al Colegio AUPI. Su primera edición corresponde al 10 de diciembre de 1968.

“Conducta” se llamó la hoja impresa del estudiante Jorge E. Lema saliendo el primer número el 28 de enero de 1965. Circuló durante breve tiempo.

Fundada por la señorita María Emilia Corpas, entonces a cargo de la Biblioteca Mariano Moreno dependiente del Centro Cultural Bernardino Rivadavia, en diciembre de 1965 gana la calle el primer número del periódico mensual “Noticias Nuestras”, en formato medio tabloide. Lleva el aditamento de Tribuna y mensaje de amor a la comunidad y dedicado preferentemente al sector femenino, sin dejar de tener otras informaciones de orden general. Se ha distribuido profusa y gratuitamente en los comercios, escuelas e instituciones, conquistando lectores y adhesiones. Más tarde pasó al tamaño tabloide. En diciembre de 1968 y durante una temporada corrió una edición especial para Villa Tesei, con la representación de Darío Corpas. En razón de incompatibilidad con respecto al desempeño9 como empleada de la Delegación Municipal, se hace cargo de la rección el señor Rodolfo Ramos.
Cabe reconocer en la señorita Corpas vocación y méritos por la compleja actividad desarrollada en las tareas periodísticas, en particular cuando la existencia de otras publicaciones crea lógicamente cierta competencia comercial. En breve pondrá en circulación una edición para la zona Villa Ariza que ha de llenar el vacío dejado por “Dicho y Hecho”.

“El Diario” se tituló una publicación semanal, aparecida en agosto de 1969 con la dirección del joven periodista Jorge Gerendi. Tuvo vida efímera, desapareciendo en diciembre del año siguiente.
El señor Arnó Donapetry que fuera entusiasta auxiliar de los periódicos de AUPI, fundó en 1970 el periódico “Ciudadano”, efectuándose la primera entrega en julio de ese año. Es director el señor Vicente Cannata, y entre los colaboradores se encuentran varias personas que fueran en su momento adictos a la Asociación AUPI y hoy, sus adversarios como lo evidencian sin ambages a través de sus artículos. Es de amplia información y suele insertar severas críticas para las autoridades municipales. Ciertas gacetillas jocosas y lunfardas aun cuando son del agrado de algunos lectores no lo son en cambio para la mayoría.

LIPOLC tuvo su boletín, trimestral, reflejándose en los pocos números editados las actividades de la institución y trabajos médicos acerca de la lucha contra el cáncer.

También CUPIL tuvo su boletín informativo, de salida periódica con las noticias relacionadas en modo especial con la ejecución de los pavimentos y obras urbanísticas en Ituzaingó.

Por su parte, UCIADI en su tercer período, edita el boletín mensual en formato revista y con el carácter de órgano difusor del acontecer en el campo comercial e industrial.

La Agrupación Scout San Ricardo, fundada el 5 de junio de 1965 en Villa Ariza y que en la actualidad funciona en la parroquia San Judas Tadeo, con la dirección de su jefe, señor Ricardo Fraga, publica periódicamente desde 1967 el boletín “Baluarte Scout”.

“Ortodoxia” se denomina la publicación iniciada en julio de 1972 por los Jóvenes y Acólitos del templo de San Judas Tadeo, con seleccionado material de formación cristiana. Es dirigido por el señor Francisco Delamer.

Una revista de arte literario, bajo el título “Clavileño” fue iniciada por Julio A. Merchante. Se conoció el primer número en enero de 1953, dejando de salir en octubre de 1964.

También en los barrios se hace periodismo: diversas sociedades de fomento editan sus boletines y hojas periodísticas: “Inquietudes”, “Civil”, “Pregón”, etc.

Se llamó “Ituzaingó” un boletín del Partido Demócrata Cristiano en el cual se insertaban las noticias locales referentes a las actividades partidarias.

En setiembre de 1972 dirigido por el Pbro. José Daniel Tomás aparece el primer número del “Boletín Parroquial Ntra. Sra. Del Pilar” con las informaciones de la iglesia de la que es párroco el P. Tomás e incluía algunas noticias del barrio.

En 1912 se inicia una publicación con el título “El Mosquito” cuyo contenido llegó a ser molesto en alguna oportunidad. De dirección anónima, pronto desapareció.

“Primicias” fue el nombre de otra publicación que tuvo corta vida.
En las escuelas se realiza con mucho entusiasmo el periodismo escolar; han surgido así numerosas publicaciones, entre ellas: “La Voz Estuidiantil”, “Chispitas literarias”, “Rayito de sol”, “Semillitas”, “Alborada”, “Nuestra Escuela”, “El Caimán”, “Ecos de mi escuela”, y otras.