Centro Cultural
Bernardino Rivadavia
Nace la
institución el 26 de agosto de 1932 a instancias de las señoras Nélida C. de
Devós y Carmen Pastor de Guercio, directoras entonces de las escuelas 2 y 6,
respectivamente. Su finalidad inmediata era la de proporcionar apoyo a los
alumnos egresados y respaldar sus inquietudes o estudios complementarios.
Comenzó a funcionar en Rondeau y 24 de Octubre y luego ocupó una vieja casona,
semiabandonada donde se dictaron cursos gratuitos de asignaturas
teórico-prácticas y los idiomas francés, italiano e inglés. Paralelamente se
creó una escuela pública, particular y gratuita, con los grados primero
inferior y primero superior.
Tuvo su
sede en distintos domicilios. Con el objeto de construir la casa propia compró
un terreno de 1000 varas en la calle Olivera entre Mariano Acosta y Los Pozos.
En junio de 1950, por mandato de una asamblea popular realizada en el Club
Atlético Ituzaingó, se eligió una nutrida comisión de vecinos, presidida por el
señor José Tiscornia. Se proyecta entonces, como obra de asistencia social una
sala de primeros auxilios, la que una vez terminada quedaría bajo el patrimonio
del Centro Cultural, ubicado ya en el solar de las calles Mansilla y Soler que
le fuera donado por la Municipalidad de Morón, conforme a la ordenanza del 28
de octubre de 1949. Mediante colectas, festivales y otros ingresos se atiende
al pago de los trabajos que estuvieron a cargo de los arquitectos Alfredo
Felici y Sergio Pellegrini. Con el propósito de colaborar, el Centro Cultural
vende en pública subasta y por la suma de 105.000 pesos el terreno de la calle
Olivera, destinando su importe a la parte del edificio que ocuparía el Centro.
Por su parte, la Municipalidad concurre con la donación de 75.000 pesos. De
esta manera, en tres años de trabajos, se cumple el compromiso de hacer una
obra del pueblo y para el pueblo.
De los 758
metros cuadrados de superficie cubierta corresponden a la sala 408. La
construcción fue entregada en julio de 1953, librándose al servicio el 13 de
setiembre del mismo año.
El Dr.
Gelpi, presidente del Centro Cultural fue asimismo director de la Sala, pero
también su médico y enfermero, sin retribución alguna. Recordemos que por
aquellos años no había médicos en el pueblo, ni los había en el Asilo de
Ancianos. Por ello junto a las primeras actividades del Centro Cultural, surgió
la Sala de Primeros Auxilios.
En 1956,
atendiendo y encauzando inquietudes de la masa joven de asociados, la Comisión
Directiva se abocó al estudio de la terminación del sector destinado a los
actos culturales, cuya edificación se dio por concluida en diciembre de 1958.
En la ocasión de la inauguración hablaron el señor Oscar Arnal, su presidente,
y el doctor Gelpi que tuvo palabras de elogio para el señor Felici y la señora
de Devós.
Poco más
tarde se habilitaron la biblioteca y el salón de actos. En el vestíbulo se
halla un busto de Bernardino Rivadavia, patrono de la entidad, ejecutado por
Luis Narbondo. El salón de actos cuenta con espléndido escenario e inherentes
comodidades. En el centro de la construcción, un patio y otras dependencias.
En el
Centro Cultural se han realizado numerosas exposiciones pictóricas y
fotográficas, conciertos, representaciones teatrales, conferencias y diversas
expresiones de la cultura. Coros, peñas
y teatros vocacionales allí encontraron siempre un lugar donde desarrollar sus
actividades sin ninguna restricción. En 1960 se llevó a cabo con singular éxito
la fiesta de la poesía. En 1965 con motivo de la entrega de premios a los
ganadores del concurso literario anual se inauguró en la biblioteca el sector
sanmartiniano con libros donados por la Asociación Cultural Sanmartiniana. En
la oportunidad fueron designados socios honorarios los señores Juan C. Tonelli
y Adolfo Sperzagni. La Bibliográfica Omeba donó la colección del Diccionario de
la editorial. Como “alma mater” del movimiento cultural del pueblo se ocupó,
asimismo, del establecimiento de un colegio nacional secundario gratuito y
mixto con programas oficiales. En 1958 intervino en las diligencias efectuadas
ante los poderes públicos respectivos para obtener su instalación. El
Ministerio de Cultura de la Nación la consideró y produjo despacho favorable
aconsejando su creación, pero faltaba el edificio donde ubicarlo. Se analizaron
las dificultades que se originaban a los estudiantes por no tener escuelas
secundarias nacionales en la localidad, circunstancias que se hicieron conocer
al señor Encinas, inspector general, acompañándole para la solución un plan
viable de fundación, el Centro Cultural ponía a disposición de las autoridades
para su comienzo, parte de su edificio social.
Con ese fin
tramitó ante la Municipalidad la obtención de un terreno de la manzana
destinada a construcciones públicas sobre la calle Mansilla u Olazábal. Tras la
solicitud elevada al señor Abel Costa se obtuvo el permiso para levantar el
colegio en terrenos próximos a la Comisaría, sobre calle Olazábal, solar que
ocupara más tarde AUPI para el mismo fin.
En el
Centro cultural se han albergado y se albergan aún otras entidades de bien
público, siempre a título gratuito. Desde 1963, sin gasto de locación se
encuentra instalada la Delegación Municipal.
A fines de
1968 la Sala de Primeros Auxilios pasó a llamarse “Policlínica Privada
Bernardino Rivadavia, Primeros Auxilios”, de acuerdo al decreto 2027 del
Gobierno Provincial. El cambio de denominación no implicó en forma alguna,
haber cambiado de espíritu y contenido social; sin embargo circularon versiones
divorciadas con la realidad, por lo cual fue necesario hacer conocer a la
población un comunicado, dando la absoluta tranquilidad a los asociados y al
pueblo, con el agregado que, siendo la masa societaria la única dueña de la institución,
la misma continuaría desarrollando la obra social de siempre, solidaria y
humana, y se hizo conocer entonces que en sueldos y retribuciones a su
personal, el Centro desembolsaba mensualmente la suma de 500.000 pesos,
mientras que los ingresos por cuotas de socios no alcanzaba a cubrir el 13 por
ciento de ese importe. El déficit debía ser cubierto con los aranceles, pues
las subvenciones y toda otra entrada eran destinadas en su totalidad a la
ampliación del edificio, instalaciones del departamento de maternidad,
quirófano e internación.
En ocasión
de la entrega de ambulancias decretada por la Gobernación, en agosto de 1962,
la Sala recibió una unidad, elemento ya imprescindible para la institución. En
marzo de 1965 se constituye la Comisión Cooperadora de la Biblioteca Moreno,
con el objeto de prestar ayuda al movimiento bibliográfico y enriquecer su
caudal numérico y cultural. Hoy los registros acusan un patrimonio de 9000
volúmenes, para cuya absorción y ubicación funcional en setiembre de 1970, como
parte de los actos celebratorios del 38° aniversario del Centro Cultural se
inaugura la ampliación en muchos metros, brindándose, además, mayor comodidad a
los lectores.
Durante
varios años organizó los corsos de carnaval, con el patrocinio de un grupo de
comerciantes; los beneficios, transferidos al Centro, ayudaron a solventar
parte de sus ingentes erogaciones. La institución cuenta con 1800 asociados; es
su presidente el señor Juan C. Tonelli, reelegido sucesivamente desde hace
varios períodos. En 1931, la Unión Vecinal de Ituzaingó editó el libro
“Apoteosis de don Bernardino Rivadavia”, Alberto Rovero firma una nota
explicativa sobre el contenido del volumen y el móvil inspirador. Es
recordación de páginas escogidas y discursos de varones esclarecidos de
Sudamérica en homenaje al ilustre argentino. También se transcriben documentos
oficiales relacionados con la actuación de Rivadavia.
La Comisión
fundadora la integraron: Idélico Gelpi, M. J. Lamort de Cravenna, Julián M.
Basabe, Alberto Devós, Beatriz E. Visillac,
Elisa Gómez, Nélida C. de Devós, Matilde C. de Fariña Reyes, Carmen P.
de Guercio, Ofelia Diez Mori de García Rodríguez, Osvaldo P. F. Jaeggli y
Vicente C. Corrales.
La Comisión
vecinal pro-edificio estuvo compuesta por José Tiscornia, presidente; Sergio
Pellegrini y Alfredo Felici, vicepresidentes; José Hernández, secretario; Diego
Madrazo, prosecretario; María Luisa Alberti, secretaria de actas; Tomás Bruzón,
tesorero; Enrique Stile, protesorero; Oscar López, Diego Luis Báez y Mariano
Pretta, vocales; Manuel Rapino y Mario Paglia, vocales suplentes.
ASOCIACION
CULTURAL SANMARTINIANA
Fúndase en
mayo de 1960, designándose al Dr. José María Grossi Gallegos para organizar la
entidad cuyo objeto único y exclusivo es glorificar la persona del Libertador
Gral. San Martín e interesar a la población en la cultura sanmartiniana, en la
honra del prócer y en la custodia de lugares destinados a venerar su memoria,
estimular los estudios sobre San Martín y sus colaboradores, procurando,
asimismo, la unión fraternal de todos los ciudadanos bajo el signo augusto de
la Patria que personifica el General.
La Comisión
Organizadora que dio término a su misión en el mes de julio estaba integrada
por Máximo Aguirre, Sergio Lefort Peña, Edgardo Lázzaro, Gerardo A. León, Juan
Carlos Ratti, Luis C. Arbicha y Arístides Ghio. El 24 de ese mes, en asamblea
realizada en la escuela n° 6 y con la presencia del representante del Instituto
Nacional Sanmartiniano, señor Floreal González, quedó constituida la filial local.
En agosto
de 1961, recordando el 111° aniversario de la muerte del Gran Capitán, tiene
lugar en dependencias del Club Atlético Ituzaingó una conferencia magistral a
cargo del doctor Guido E. Longoni sobre “San Martín, la educación yla cultura”.
La Asociación organizó varios concursos literarios intercolegiales, primarios y
secundarios sobre la vida y obra del Libertador, destacándose en los certámenes
los alumnos del Colegio AUPI. En mayo de 1967 se inicia la recolección de
bronce con la finalidad de reemplazar el busto que se halla en la plaza Gral.
San Martín, pero aun no pudo concretarse, si bien la institución continúa
empeñada en que ha de sustituirse por otro más acorde con la importancia del
prócer y de la ciudad de Ituzaingó. La actual Comisión Directiva la componen:
José M. Grossi Gallegos, presidente; Máximo Aguirre, vicepresidente; Abel F.
Spotorno, secretario; Oscar A. Louzán, tesorero; Arnó Donapetry, protesorero y
los vocales César Scarpa, Guillermo Záccara, Edgardo Lázzaro, Telésforo
Sánchez, Miguel O Connor, Alfredo Felici y Emma Di Biasi de Castromil.
ROTARY CLUB
Con el
padrinazgo del Rotary Club de Morón, el 23 de febrero de 1957 fecha coincidente
con el 52° aniversario del Rotary Internacional, quedó constituido
provisionalmente el grupo rotario local. Su finalidad es crear buenas
voluntades y mejores amistades, fomentar el amor a la humanidad y el desarrollo
de los pueblos para lograr una pacífica confraternidad universal. “Tener amigos
en todos los ámbitos del mundo –decía Paul Harris- es una verdadera bendición
de Dios; saber que esos amigos lo son también entre sí, reconforta el
espíritu”. En consecuencia, con estos postulados el núcleo de Ituzaingó
estableció un clima de amistad y cooperación entre los miembros del club que
buscan trasladar sus resultados hacia el bienestar y progreso de la comunidad.
Su
presidente fue el doctor Arístides C. Ghio, designándose vicepresidente al
señor Juan Pablo Crosta, secretario al señor Elías R. Morales y tesorero al
señor Gustavo E. González. La obra sin igual de nuestros rotarios, única en su
género, es la construcción de la Guardería Infantil y Asistencial de Ituzaingó.
Levantada en terreno irregular de 480 metros cuadrados, conformado por las
calles Blas Parera, Medrano y Henry Dunant, y donado por la Municipalidad, le
valió el premio Paul Harris del Rotary Internacional, como la realización más
importante del distrito 489 del cual depende el centro local. La piedra basal
fue colocada el 6 de noviembre de 1965 y la habilitación del conjunto se efectuó
el 2 de julio de 1967. Su construcción es de corte moderno y ventajosamente
aprovechado el proyecto; es obra encarada con valor por los rotarios de
Ituzaingó y el apoyo de autoridades, vecinos y amigos, ofrecida con amor y
cariño a los niños de la localidad. Todo allí es confortable, las salas de
estar, el moblaje, la cocina, los servicios sanitarios; todo es impecable. Lo
propio ocurre con el personal que cuida de la población infantil. Significó la
inversión de 4 millones de pesos, provistos por los socios. Casi al término del
año 1966 se hace cargo de la administración una comisión cooperadora
constituida por vecinos, ejerciendo la presidencia el señor Osvaldo Ferrero. En
marzo de 1971 comienza a funcionar un Jardín de Infantes en la planta baja, cuyo
cerramiento se concluye en breve período.
Inolvidable
reunión se efectuó al cumplirse los diez años de vida. A su término se escuchó
un elocuente e ilustrativo discurso del gobernador del distrito, Dr. César A.
Tognoni. De su seno surgió en 1966 el Gobernador del Distrito, señor Gustavo E.
González. Como grupo auxiliar de la entidad se formó la rama juvenil llamada
Interact, siendo nombrado presidente el joven Héctor Radío.
En el
verano de 1963 puso en marcha un genial plan de intercambio de jóvenes estudiantes,
hijos de rotarios de Chile, promovido con el fin de impulsar el compañerismo y
de mejorar el mutuo conocimiento entre los hijos de rotarios de países
limítrofes y otros de América.
Fue
asamblea extraordinaria la llevada a cabo el 21 de marzo de 1963 con motivo de
celebrarse la Semana de la Comprensión Mundial. Asistieron a la cena un
español, un italiano, un húngaro, un griego, un austríaco, un japonés y un
boliviano, todos ellos residentes en esta ciudad, reafirmando de este modo la
necesidad de una real convivencia entre los hombres de todas las latitudes.
Tuvo el
Rotary su Boletín Informativo, en 1961 se publicó en nuevo formato y nuevo
estilo, a cargo del socio Ernesto Guberman. En 1960 propicia la institución la
conclusión de la comisaría. En julio de 1970 otro rotario, el Dr. Osvaldo P. F.
Jaeggli, asume como primer gobernador del distrito 490, que comprende una
extensa zona de las provincias de Buenos Aires y La Pampa. El joven Norberto
Coda, a su vez, es nombrado gobernador de los Rotaract Clubes del mismo
distrito. El señor Carlos E. Clyne es el nuevo presidente.
Después del
Dr. Ghio, fueron presidentes: Dr. Gerardo A. León, arq. Alfredo Felici, Dr.
José M. Grossi Gallegos, Gustavo E. González, Ing. Horacio farina, Silvino
Gómez Levy, Escr. Carlos F. Colominas, Osvaldo Ferrero, Ing. José I. Rodríguez
Escalante, Dr. Osvaldo P. F. Jaeggli, Ing. Eduardo Goldberg, Rosario Cintolo,
Horacio Reyes y Cont. Alberto López Arteaga.
CLUB DE
LEONES
Un grupo de
vecinos con el asesoramiento y padrinazgo del Club de Castelar, decidió en
octubre de 1967 la fundación del núcleo local. La actividad del Leonismo se
manifiesta mediante actos de servicio en ayuda desinteresada a la comunidad.
Complementan la premisa los siguientes conceptos: libertad, entendimiento,
orden, nacionalidad, esfuerzo, servicio. Su banderín, creado adaptando la idea
de la señorita Carolina Parola, configura y expresa la esencia de la
institución y los propósitos y sentimientos que animan a sus asociados.
La primera
sesión plenaria inaugural se realizó en Olivera 880, su primera sede; durante
su transcurso se dio a conocer una semblanza del leonismo y su filosofía. Su
constitución oficial se llevó a cabo en los salones del Club Argentino de
Castelar el 5 de abril siguiente, quedando afiliado desde ese momento a Lions
International. La fiesta fue engalanada por la presencia de las esposas de los
Leones y prestigiada por la participación de las autoridades del Distrito 04.
Su gobernador, don Ernesto J. Pons, después de pro9nunciar breve discurso
alusivo y leer el código de ética del organismo, procedió a tomar el juramento
a los socios fundadores, entregándose a éstos la insignia que los acredita como
tales. El señor Rizzieri Morandín, presidente del centro agradeció con emotivas
palabras y puso de manifiesto los propósitos y responsabilidad de su club en
servir a la causa leonística.
La
recepción de la carta constitutiva que tuvo efecto el 21 de junio en el salón
del Jardín de Infantes n° 3 Achalay, dio lugar a una reunión de singular lucimiento
y jerarquía. Se hicieron presentes el intendente municipal, el jefe de la VII
Brigada Aérea, el gobernador del Distrito y asistieron los presidentes de instituciones
de bien público, delegados de clubes cercanos y gran número de amigos.
Su obra
primera se concretó con la construcción de aulas en la escuela 97 del barrio
Villa Alberdi, en reemplazo de la deplorable estructura primaria. En 1970, en
colaboración con UCIADI tras la organización conjunta de los corsos de carnaval
de 1969 –cuyos fondos se destinaron a la obra-y la cooperación de la
Municipalidad inauguraron sendos parques de juegos infantiles en las plazas 20
de Febrero y Gral. San Martín que bautizaron con los nombres de Constancio C.
Vigil y Pablo B. Pizzurno, respectivamente. Otras realizaciones menores fueron
ejecutadas luego, pero importantes para las escuelas y entidades a las cuales
se asignaran fueran éstas de nuestra localidad o de lugares alejados de nuestro
medio.
A partir
del mes de agosto de 1968 editan su boletín mensual, insertándolo en “Noticiero
Ituzaingó” y cuyo gasto se costea con publicidad de amigos y comerciantes que
adhieren a la obra.
En agosto
de 1969 quedó solemnemente inaugurada la nueva sede social en la calle Lavalle
793, la cual, asimismo está a disposición de las entidades que carecen de local
propio para sus actividades de orden comunitario. En la oportunidad fue
invitado a disertar sobre Ituzaingó, su fundación y su vida presente el señor
Camerucci.
La página
en que se reflejan las obras realizadas y las inquietudes del Club con respecto
a la comunidad ha merecido la aprobación de la superioridad, recibiendo del
gobernador del Distrito el “Certificado de Apreciación”. Otro premio que le
fuera otorgado fue el trofeo que se disputa anualmente entre los clubes. Merece
encomiable elogio por el esfuerzo llevado a cabo y la importancia del material,
su reciente publicación sobre los orígenes y desarrollo de la ciudad. Los
señores Luis C. Arbicha, Oscar M. Bertier y el doctor Guillermo Roldán Vergés,
fueron los siguientes presidentes del club local.
A.U.P.I.
La sigla
respondía, al fundarse la institución a la denominación “Asociación Unidad y
Progreso de Ituzaingó”, modificada más tarde en “Asociación Unámonos por
Ituzaingó”. La entidad es la realización de una inquietud del director de
“Noticiero Ituzaingó”, secundada por varios vecinos. En noviembre de 1962, la
dirección del periódico cita a una reunión preliminar para la creación de una
sociedad de bien común de vastas proyecciones tendiendo a agrupar en un amplio
movimiento a las sociedades constituidas o por constituirse, con miras a
concretar mejoras de distinto carácter necesarias para la localidad. En un
segundo encuentro, al cual concurre considerable número de personas, se
resuelve decisivamente la fundación de un organismo de acción para el pueblo y
todas sus instituciones, sin interferir, empero, en modo alguno en sus propias
actividades y aspiraciones o decisiones. La nueva sociedad no sería una más,
pero sí la asociación madre, por así llamarla, en cuyo seno las demás hallarían
aliento y seguro apoyo para la consecución de soluciones a sus problemas.
Para ello
se nombrarían, en derredor de la comisión central, una serie de comisiones
internas, como ser: Asuntos Municipales, Educación, Salud Pública, Seguridad y Moralidad,
Hacienda y todas aquellas que de alguna manera de consideraran de utilidad para
el mejor desempeño de la entidad. Un grupo de adherentes tuvo a su cargo la
redacción de los estatutos y se fijó como fecha para la fundación del ente el 4
de diciembre, en acto a realizarse en la escuela n° 6 con el carácter de
asamblea general. Esta no contó sin embargo con la asistencia esperada y,
además, se vio empañada por serios debates que dividieron a los asambleístas en
dos bandos. Un sector de prestigiosos vecinos no podía admitir que la reunión
fuera dirigida por el Dr. Vicente Corrales y pidió su postergación, petición
que no fue escuchada por sus contendientes, dando lugar a que se retirara casi
la mitad de los presentes. Por esa circunstancia el doctor Corrales pudo
libremente disponer de la situación manejando la asamblea a su albedrío. Y fue
elegido presidente.
La nueva
institución contrariando disposiciones prefijadas, enderezó su acción a atender
principalmente la faceta educacional, con la instalación del colegio comercial
y la escuela de oficios y técnica industrial.
Luego de un
período de bonanza y próxima la fecha de renovación de autoridades, algunos
dirigentes, ante reiteradas transgresiones de la presidencia en cuanto al
cumplimiento de objetivos contenidos en los estatutos sociales y acordes todos
ellos en la devolución a la Municipalidad del terreno de la calle Mansilla ante
la imposibilidad de poder financiar la construcción de una escuela técnica y,
entre otras cosas, volcar la institución hacia la comunidad y mantener
armoniosas relaciones con todas las entidades locales, envían un telegrama al
Director del Poder Judicial de la Provincia, pidiendo la suspensión de la
asamblea a realizarse el 4 de enero de 1970. La Dirección del Poder Judicial
accede y la declara ilegal y la convoca para el 25 de ese mes. Dos listas de
candidatos, Gral. Alvear (de AUPI) y Cnel. Brandsen (de los disidentes) se
enfrentan y luchan para obtener la conducción de la institución. En la
asamblea, en un m arco de hondo nerviosismo e incertidumbre, se llega a
expulsar al Dr. Bruno, activo ex secretario de la comisión directiva, tras lo
cual los componentes de la lista Cnel. Brandsen hacen abandono del salón sin
esperar la votación. Como lógica consecuencia, sin rivales en la arena, gana la
elección la lista Gral. Alvear, que encabeza el Dr. Corrales. La historia se
repite, segunda edición del 4 de diciembre de 1962.
ASOCIACION
DE SOCORROS MUTUOS DE ITUZAINGO
Fueron sus
propulsores don Gerardo Ansalone y Manuel Terradas. Muchos otros pronto
adhirieron a la iniciativa, fundándose el 14 de octubre de 1928 la institució9n
que en poco tiempo contó con unos 300 miembros. En el carácter de sociedad de
socorros mutuos prestó a sus consocios servicios gratuitos en el orden médico, odontológico,
obstétrico, farmacéutico, y también otorgó subsidios por fallecimiento.
En 1939
adquirió la finca de la calle Soler 216, poniéndola en venta en 1959, luego de
una asamblea general en la que se resolvió erigir el panteón social en una
parcela que la entidad poseía en el cementerio de Morón.
Resultó
comprador de la casa el Sr. Carlos Carrera Villar, que propuso construir el
mausoleo proyectado libre de todo gasto a cambio de la casa. La asociación
aprobó el ofrecimiento y en junio de 1960 se dio por concluido el panteón con
una capacidad de 62 catres. Se abrió por primera vez el 15 de abril de 1961,
con motivo de acoger en su seno al vecino y socio fundador don Manuel Terradas.
Preside la
sociedad el profesor Gerardo Ansalone.
CRUZ ROJA
ARGENTINA
Por el año
1958, con el objeto de mejorar los servicios locales de asistencia sanitaria,
el Dr. Guillermo A. Záccara, toma la decisión de organizar y fundar la filial
Ituzaingó de la benemérita institución de carácter internacional. Pero
transcurren varios años antes de que sea posible realizarla concretamente. En
la mañana del 26 de enero de 1964, en dependencias del Colegio Modelo Gral.
Belgrano tiene lugar la asamblea constitutiva; con la dirección del Dr.
Francisco J. Martone, presidente del Consejo Supremo en la República. El Dr.
Záccara da a conocer las tareas desarrolladas en unas pocas semanas por un
pequeño grupo de hombres reunidos en comisión provisoria. Expone la finalidad
que se persigue, hasta llegar en un futuro mediato a la construcción del
hospital de la ciudad, necesaria obra que el pueblo reclama. Con ello se dio un
paso trascendental, siendo ésta la filial n° 202 de la Cruz Roja Argentina.
Su primer
consejo lo integran: Guillermo A. Záccara, Fernando M. Fuentes, Alberto
Scaglia, Rodolfo Di Leo, Guillermo A. Preusse, Eduardo Fariña Reyes, Bruno G.
Di Castelnuovo, Bartolomé Mezquida, Carlos A. Posse, Enrique H. Barbato, Pedro
Cogorno, María E. Noblía de Pastoriza, María E. Doura, Miguel Grané, Alberto J.
Bungartz, Francisco Di Benedetto, Saúl Panighetti y Néstor Peralta Pérez.
En homenaje
al fundador de la Cruz Roja Internacional Henri Dunant, en acto celebrado el 5
de diciembre de 1964 se impone su nombre a la calle denominada anteriormente
Aguirre.
Se han
realizado diversas reuniones públicas, divulgaciones sanitarias, conferencias y
la distribución de botiquines a escuelas de la localidad y se creó la
Organización de la Cruz Roja Juvenil. Se establecieron los cursos de Enfermería
del Hogar, dictado por el Dr. Fuentes, capacitando a un numeroso grupo de
damas, las que en su oportunidad recibieron los respectivos diplomas.
En agosto
de 1967 se constituye una amplia comisión integrada por asociaciones locales
con el mandato de estudiar un plan para levantar un hospital integral. A tal
fin se solicitó la fracción de tierra necesaria, pero las autoridades nunca
pudieron satisfacer el pedido. Al promediar el año siguiente se inauguran en el
Centro de la Salud de la Sociedad de Fomento de Villa Las Naciones los
servicios de atención profiláctica y educación sanitaria. En mayo de 1969 en
Soler 536 se establece el Centro Médico de la entidad, cumpliéndose así uno de
los objetivos previstos.
Por
iniciativa del señor Guillermo A. Preusse, tesorero de la institución se
proyecta designar con el nombre de Dr. Guillermo Rawson a la plazoleta de Av.
Ratti entre Mansilla y Brandsen. La Sección Juvenil y la Comisión Femenina se
crean en enero de 1971.
LIGA
ARGENTINA DE LUCHA CONTRA EL CÁNCER (L.A.L.C.E.C.)
23 de
noviembre de 1963. En la fecha inicia las actividades la subcomisión de la Liga
Argentina de Lucha contra el Cáncer, que presidiera la señora Carlota Videla de
Carpanelli. Concurre Mons. Miguel Bazán y con la presencia de altas autoridades
del organismo, bendice el centro instalado en el pabellón XV del Hospital de
Geriatría Gral. Martín Rodríguez. Entretanto una importante donación de instrumental
concretada mediante los generosos aportes vecinales, es entregada al
consultorio. Más tarde se amplían los servicios estableciendo una nueva posta
de detección en la especialidad de ginecología en el Centro de Salud de Villa
Las Naciones, contándose con la atención del Dr. Abrevaya.
L.I.P.O.L.C.
Al año
siguiente se retira de LALCEC la señora Carpanelli y constituye precisamente en
enero de 1965, la filial Ituzaingó de la Liga Popular de Lucha contra el
Cáncer. Con el apoyo de la Secretaría de Salud Pública y Asistencia Social de
la Municipalidad, el 6 de junio se inaugura en la Sala de Primeros Auxilios del
Centro Cultural Bernardino Rivadavia el centro asistencial de cancerología,
prestando colaboración el director de la misma, Dr. Dardo Wiurnos, el cuerpo
médico de la Sala y facultativos de la zona. Monseñor Francisco Novak bendice
las instalaciones y hacen uso de la palabra la señora Ana G. de Llorens
Herrera, presidente de la Liga y el Dr. Carlos Crespi en el carácter de
secretario de Salud Pública del Municipio.
La acción
de la filial se expande a todo el partido de Morón y es totalmente gratuita la
atención para el diagnóstico precoz del cáncer. Con el objeto de difundir la
obra preventiva se sitúa otra posta en la sala de primeros auxilios de la
localidad de Pontevedra. Con la dirección de Elena Lyle de Tacagni se edita el
Boletín Informativo con colaboraciones sobre la materia de los Dres. Inocencio
J. Molieri, Miguel Valerio y Julia Persoglia. Se entrega el centro en el
interín un microscopio Bioser-Reicher, adquirido en Austria y un colposcopio
biocular comprado en Hamburgo, con la contribución de vecinos.
Al
oficializarse la primera comisión directiva se designa presidente a la señora
de Carpanelli. El 16 de julio, en el triángulo delimitado por las calles 24 de
Octubre, Blas Parera y Gomensoro, de propiedad fiscal, con 200 metros cuadrados
de superficie, se coloca la piedra fundamental del edificio destinado a sede
propia y a Centro de Detección y Hogar de Tránsito. Su habilitación efectuóse
en diciembre del mismo año 1967, cuenta con consultorio moderno instrumental y
dependencias varias; en la parte alta, sala de conferencias y dos salas de
internación, para hombres y mujeres. Es su director el Dr. Inocencio J. Molieri
y jefe de los consultorios externos el Dr. Luis Patiño, ejerciendo ambos en
forma honoraria.
La
asociación es apoyada por 600 socios. Comprende la zona desde Liniers hasta el
partido de Moreno, y tiene subcomisiones en Ramos Mejía, Morón y San Antonio de
Padua.
El 24 de
octubre de 1971, tras largo período de espera y el particular empeño de la
señora Carlota Videla de Carpanelli, secundada por el Dr. Oscar A. Castro y la
cooperación de algunos vecinos, se logra crear el Banco de Sangre, cuya
concreción se estimaba urgente. La respectiva comisión es presidida por Carlos
H. Gundín, mientras se realiza una exposición de dibujos y se entregan los
premios del concurso de afiches “Banco de Sangre”, cuyos beneficiados para los
tres primeros galardones son tres alumnos de la Escuela de Capacitación
Profesional n° 3.
ARENIL
En febrero
de 1956 inicia actividades la subcomisión local de la Asociación Rehabilitación
del Niño Lisiado con la eficaz colaboración de Aída M. de Coronel, del Dr.
Mario Stolbizer, de José R. Montaña y otros vecinos de Ituzaingó. Fueron
frecuentes los festivales y reuniones folklóricas realizadas con éxito y con el
fin de allegar recursos para las obras asistenciales de la entidad benéfica.
Mucho aportó para el Hospital del Oeste, cuya piedra basal fue colocada en
febrero de 1962 en la calle Sarmiento y Arroyo Morón de la ciudad de Morón.
LA PALETA
DECIMAL
Fue fundada
el 2 de octubre de 1954 por el notable dibujante José Montero Lacasa
(1893-1957), con una no común denominación e integrada por solo diez miembros
–dibujantes, pintores y grabadores- de manera que cada uno de ellos viene a ser
una fracción decimal del entero que es la paleta.
Está
compuesta por los artistas: Mauricio Castillo, Eduardo Fariña Reyes, Arnoldo
Giberti, Juan L. Guercio, Antonio Parodi, Esteban Semino, Salvador Sils, Juan
B. Supervielle y Juan Vendrell, pero en el curso de los años, desde su
fundación a la fecha, pertenecieron a la entidad Julián C. González, José
Montero Lacasa, Amleto y Oscar Scarzello y Victorio Serini, todos ellos
fallecidos y también los vecinos Máximo Aguirre, Emilio Carpanelli, Ricardo
Eloy Macedo y Leonardo Starico, que se retiraron de la agrupación.
El
encuentro de los integrantes tenía lugar hasta hace muy poco en la casona de
don Victorio Serini y se reunían
mensualmente en una cena, gustándose un abundante y suculento plato de
tallarines caseros y buen vino. En cada oportunidad asistía un solo invitado
especial al cual se trataba con distinción y se le hacía entrega de una pequeña
paleta, emblema de la sociedad. Este galardón, expresamente dedicado por los
“Decimales” es guardado con orgullo por el autor del presente libro.
ASOCIACION
CORAL LORENZO PEROSI
Insigne
patrono es Lorenzo Perosi, el eminente músico italiano de la claridad de las
construcciones armónicas a quien León XIII distinguió, nombrándolo maestro
director de la Capilla Sixtina y maravilloso en verdad es el grupo de jóvenes
que forman el Coro de Ituzaingó, instituido el 1° de marzo de 1950 por una
feliz iniciativa de la señorita Ana Obineta. Alentó su formación el Padre
Villalonga y completó la obra su primer director, don César A. Traversa.
En 1951 le
sucedió en la dirección Orlando La Polla y en 1953 Horacio Rossi con estudios
en la Dirección Coral del Seminario Metropolitano de Buenos Aires. En 1954
asume la conducción Jorge H. Fernández Zeballos, continuando en el cargo hasta
la fecha. Fueron de la primera comisión los jóvenes Jorge Gelpi, José Montero
Lacasa (h), Zulema García, Jorge H. Fernández Zeballos, Raúl Corte y Alfredo
Battaglia. La agrupación fue abriéndose paso y en breve alcanzó lugar
prominente entre los conjuntos corales. Brillantes fueron siempre sus
presentaciones preparadas con manifiesto conocimiento de la música y del canto.
En mayo de
1958 organizó el primer congreso coral de la zona, cuya realización ninguna
otra institución similar se atrevió concertar. En noviembre de 1959 interpretó
en San Judas Tadeo la Misa Solemne de Carlos Gounoud, en noviembre de 1970
presentó allí un sorprendente concierto sinfónico, en el bicentenario del
nacimiento de Ludwig Van Beethoven. Fueron centenares las actuaciones del Coro,
incluyendo las llevadas a cabo en la Iglesia de Santo Domingo (Buenos Aires) y
en el paraninfo de la Universidad de Santa Fe, en Atlántida, en Villa Gesell,
en San Antonio de Areco, en la abadía de San Benito de Palermo, etc. Toda vez
que se han publicado comentarios severos cuando son escritos por críticos de
Buenos Aires, acerca de su desempeño, siempre fueron favorables. Posee un rico
material de estudio con cuyo elemento se desenvuelve holgadamente en el campo
del arte del canto y de la erudición musical. Coadyuva con la asociación un
núcleo de socios protectores.
En la
actualidad componen la comisión directiva: Elida I. Russo, presidente; Irma de
Bonicalzi, Zulema García de Fernández Zeballos, Roque Quintana, Adriana Vecchi,
Beatriz Pinchetti, Guillermo Nuín y Alfredo Alamá, en otros cargos.
COMISIONES
DE VECINOS
Primera
Sociedad de Fomento. El 18 de diciembre de 1892, vecinos del pueblo se reúnen
en la escuela n° 6 con el propósito de constituir una comisión para el progreso
de la villa, iniciando la actividad con la recolección de fondos para la
construcción de una iglesia y casa para la escuela, fijándose como lugar de
erección de ambas la manzana de terreno reservada expresamente para
edificaciones públicas.
Esta
primera entidad fomentista la integraron presidente honorario el Dr. Bernardo
de Irigoyen, presidente ejecutivo César Cardoso, vicepresidente Vicente Amadeo,
secretario Roberto B. Ford, prosecretario Domingo Cabral, tesorero Miguel
Nazar, vocales: Juan Seré, Santiago Loza, Pedro Blomberg, Felipe Pastré, Juan
Vicario y Santiago Firpo. Como puede apreciar el lector, no podía haberse
elegido una junta más caracterizada.
Comisión de
Festejos del año 1942 (70° aniversario de la fundación de la localidad).
Presidente honorario, Intendente Comunal de Morón, Dr. Oddo Martelli,
presidente, Dr. Idélico Gelpi; vicepresidente, Ing. Juan L. Narbondo;
secretario Pedro Cobo; prosecretario Raúl A. Goyaud; tesorero Emilio Belbussi;
protesorero Julio B. Rovatti; vocales Pedro Carlos Lorenzo Murray, Dres. Julián
M. Basabe, Carlos J. Cravenna, Oscar Cavagna, Vicente C. Corrales, Osvaldo P.
Jaeggli, Marcos Kleimans, Juan Moreno, Julio Protto (h), Carlos Pérez Colman,
Rodolfo E. Rezzónico, Alejandro Squassini, Angel R. Soler, Angel Suárez,
ingenieros José N. Quartino y Néstor Vinelli; escribano Julio A. Benvenuto y
Heraclio Ayerbe, Miguel Biggeri, Alberto Blanco, Héctor M. Cáceres, José R.
Firpo, José Miquel, Julio Protto, José María Molina, Víctor M. Picaso, Juan
Carlos Ratti, Alberto Rovero, Carlos Stefanetti, Valentín Visillac y Raúl
Ventura.
COMISION DE
FESTEJOS PATRIOS
Esporádicamente
se constituyen estas comisiones entre los vecinos de buena voluntad para la
recordación de las fechas patrias, sin faltar, por cierto, las tradicionales
carreras de sortijas y también de embolsados, otras diversiones y los fuegos de
artificio. Más tarde fueron carreras de bicicletas y de automóviles, la
búsqueda del tesoro, etc. Sus integrantes eran animosos hombres que tenían,
además el respaldo del Centro Cultural Bernardino Rivadavia.
Con la
llegada del Pbro. Villalonga, espíritu inquieto y cautivador, se formó una
amplia comisión que se llamó Comisión Permanente de Festejos, compuesta de
hasta veinte miembros de la que fue presidente el Sr. Pedro A. Rossi. Las
reuniones se celebraban en el citado Centro Cultural.
En el año
1956 se originó “un conflicto de orden moral irresoluble”, al decir de ciertas
personas. Lo motivó el hecho que la Directora de la Escuela n° 6 no colocara la
bandera nacional en el frente del edificio los días 25 de mayo y 9 de julio, lo
cual dio lugar a que en el seno de la comisión se produjera una violenta
reacción, no compartida de la misma manera por los integrantes Idaberry y
Camerucci, siendo estos acusados entonces de “carecer de sentimientos de amor a
la Patria”, imputación totalmente disparatada, pues la actuación patriótica de
ambos era bien conocida en el pueblo. Por esa causa la Comisión presentó la
renuncia al Comisionado Municipal, Asencio Sansobrino, y la entidad quedó
disuelta.
En lo
sucesivo, el señor Camerucci de “motu propio” reemplazó solo a toda estructura
de esa naturaleza y con la colaboración de sociedades y vecinos, según lo
necesitara, fue organizando por años los festejos para las distintas
rememoraciones. En 1964 vuelve a constituirse una junta, comprometiéndose la
cooperación de los habitantes de todas las villas. Fueron miembros natos del
organismo el delegado de cada asociación de bien público. Su primer presidente
fue José Figueroa, representando a la Asociación Cooperadora de la Escuela n°
2.
Una nueva
comisión fue designada en la asamblea general del 20 de marzo de 1966, la que
se efectuó en un clima bastante agitado, a raíz de un pedido para que se
consideraran como entidades de bien público a los periódicos “Dicho y Hecho” y
“Noticias Nuestras”. Igual tratamiento se requirió entonces para “Noticiero
Ituzaingó”, suscitándose un vivo debate. En la ocasión resultó electa para el
cargo de la presidencia la Sociedad de Fomento Barrio Aeronáutico, representada
por Jorge A. Cebey.
Con
posterioridad “Dicho y Hecho” publicó comentarios desfavorables acerca de tal
asamblea, intitulando el artículo “Se nos hizo la guerra”. A su vez el Sr.
Cebey remitió una nota al director R. P. Tomás, cuyo contenido fue considerado
agraviante por el mayor Rodolfo Maximiliano Grotzer, colaborador del periódico
del sacerdote. Por tal motivo al suscitarse discrepancias se planteó una
situación caballeresca entre Cebey y Grotzer. Nombrados los padrinos
representaron al militar el Dr. Raúl E. Bruno y el Cnel. Abel F. Spotorno, y al
fomentista Cebey los señores Lelio A. Sánchez y Roberto J. de Cicco. Los
primeros exigían una completa satisfacción, o en su defecto, la correspondiente
reparación por las armas. Reunidos los padrinos a fin de zanjar la cuestión de
honor, luego de las respectivas aclaraciones acerca de las causas que
produjeron el enfrentamiento y aceptadas las excusas del caso, labróse el acta,
dándose por concluida la desavenencia.
FRENTE
UNIDO DE ITUZAINGO
Corta vida
tuvo la entidad, presidida por el señor Jorge F. Galtié e integrada por un
numeroso grupo de vecinos. Se crea en 1957 como movimiento tendiente al logro
de la autonomía municipal, incluyéndose en la agenda de trabajos la
reivindicación de los antiguos límites al este, es decir Estanislao López y
Arrecifes en lugar de las calles Santa Rosa y Blas Parera, y se preveía también
el establecimiento de una estación sanitaria, instituciones bancarias, un
colegio secundario y el ascenso a comisaría de la dependencia policial.
Una
arbitraria disposición de las autoridades comunales por entonces respondiendo a
la política peronista, sustrajo a Ituzaingó una amplia franja de tierra para
adjudicarla a Castelar, fijando la nueva división solo a 400 metros de la
estación ferroviaria. La Municipalidad ante una solicitud de informes acerca de
la citada resolución argumentó que los nuevos límites formaban una sola línea
recta, exiguo valimiento para asunto tan importante. Sin embargo, los servicios
de correo y de vigilancia policial, la recolección de residuos domiciliarios y
el cobro de los impuestos se siguieron efectuando como dependientes de
Ituzaingó. Los barrios Firpo, Seré y San Juan siempre pertenecieron a
Ituzaingó, pero fueron separados a raíz de tal determinación. El Honorable
Concejo Deliberante en distintas oportunidades tuvo en estudio el pedido de los
vecinos; en fecha más cercana lo hizo nuevamente a requerimiento del escribano
Domingo A. Marino, edil por la Unidad Popular, que contaba con el apoyo de las
setenta instituciones locales y de colegas de los distintos sectores políticos
del cuerpo deliberativo. Pero no faltaron interrupciones y tal vez algo de
negligencia en la tramitación de las demandas, como asimismo la voluntaria
omisión en querer resolver la antigua aspiración del pueblo.
El Frente
Unido elevó al Jefe de Policía de la Provincia un memorial solicitando el
ascenso de la subcomisaría al rango superior, en virtud de tener la dependencia
la responsabilidad en la abrumadora tarea de vigilar las 600 manzanas que
hacían a la jurisdicción local, cuya población se estimó entonces en unas
sesenta mil almas. La Jefatura ya en 1944 había dispuesto crear la comisaría de
Ituzaingó, pero influencias políticas movieron las cosas en forma distinta y la
comisaría se creó en cambio en Castelar.
El
organismo poco a poco fue perdiendo vigor y renunció en consecuencia a toda
actividad, sin alcanzar ningún objetivo del plan que se había propuesto.
CONGRESO DE
SOCIEDADES DE FOMENTO
Por muchos
años le ha estado faltando a Ituzaingó el acercamiento de las autoridades, las
que solo en determinadas ocasiones pudieron llegar a conocer las reales
necesidades de la población y proveer en consecuencia. Por esta causa, el
pueblo canalizando sus aspiraciones a través de las sociedades de fomento o
entidades análogas debió tomar a su cargo la realización de numerosas obras de
total incumbencia del Estado o del Municipio: escuelas, parques de juegos
infantiles, alumbrado público, pavimentos, etc.
Es así como
el 6 de setiembre de 1964 con la asistencia de gobernantes tiene lugar la sesión
inaugural del Primer Congreso de Sociedades de Fomento del Noroeste de
Ituzaingó. Abrió el acto el presidente del Congreso, Jorge A. Cebey, hablando a
continuación el intendente municipal Cayo E. Goria.
En sesión
plenaria previa, las entidades se abocaron a pronunciarse sobre su
institucionalización, elevación cultural y mejoramiento edilicio-urbanístico y
consideraron la agenda de la asamblea, análisis de ponencias y designación de
los grupos de trabajo. Se destacó fundamentalmente la preocupación que los
fomentistas sienten por la consecución de sus anhelos, por el estudio profundo
y meditado (no anodinas discusiones) de los diversos asuntos que esperan
respuesta cierta, concreta colaboración y efectivo patrocinio de las
autoridades municipales. “Esto obliga –dijo el señor Goria- a salir del
encierro del despacho e ir al encuentro de las inquietudes de los hombres que
trabajan en las sociedades de fomento y cuyas consecuencias son vitales para el
desarrollo del progreso local”.
En agosto
del año siguiente reúnese la totalidad de estas entidades, realizando su primer
congreso, con la presidencia de A. Lelio Sánchez. Asisten el senador Gregorio
Macho Vidal y Angel Scrosati. Ambos, al hacer uso de la palabra, apoyan
ampliamente la labor de los fomentistas. La solemne clausura se efectuó el 25
de junio de 1966, con saldo favorable para las propias sociedades adheridas,
por los propósitos inquiridos y las soluciones a encarar mediante programas
posibles de llevar a la práctica y cuyas gestiones propenden a la prosperidad y
bienestar de los hombres y tienen la virtud de congregarlos por una causa
común. El citado organismo, interpretando un ferviente deseo de unidad
compartido por las instituciones locales, que, si bien de diferente manera en
ciertos aspectos, intervienen empero en el devenir progresista de la ciudad,
convoca a una asamblea general con la finalidad de exponer las bases que
tiendan al acercamiento de todas las sociedades. Su fundación se acordó
finalmente en marzo de 1968 con la intervención del Delegado Municipal Teniente
1° Carlos Quintín Rivero; sus estatutos se prepararon tomando como modelo los
confeccionados por el Congreso de Sociedades de Fomento, agrupando a
importantes sectores de la población, cuyo constante desvelo en función social
es lograr holgura para la comunidad.
La flamante
Federación por su parte, en julio de ese año auspicia la constitución de un
consejo económico con el carácter de órgano coordinador de las diversas
actividades que realizan las entidades de bien público en favor del desarrollo
y progreso de Ituzaingó, sin omitir el examen de los candentes y complejos
asuntos del momento.
CONSEJO DE
LA COMUNIDAD
Promovido
por la Federación de Sociedades de Fomento, como se ha dicho, el 20 de
setiembre de 1968 se verificó una mesa redonda sobre Consejo Zonal de la
Comunidad, con la participación del intendente interino de Morón, mayor Julio
César Montiel otros funcionarios comunales y delegados de entidades de bien
público de la ciudad. El señor Rubén Floria, en el carácter de director de
Promoción de la Comunidad abordó las razones que generaron el proyecto del
Consejo Zonal y sus objetivos ajustados a las premisas de los últimos
documentos papales de Juan XXIII y Pablo
VI. Se refirió a las cuestiones que afectan a las poblaciones en lo que hace a
la salud, educación, nutrición, bienestar social, urbanismo, servicios y otros
temas.
El ente
proyectado trabajaría en armónico juego con la política de Desarrollo y Promoción
de la Comunidad, propiciada por el Gobierno Nacional. Era trabajar en el
auténtico plano y magnitud de las tareas realizadas por la Federación. Se
señalaron algunas tesituras, un tanto divergentes, que existían en las
disposiciones orgánicas que tenía como mandato la Intendencia de Morón para la
constitución de los consejos al proyectar su funcionamiento de tipo vertical,
que la Federación rechaza por no estar de acuerdo con la posición expresada
reiteradamente por el Gobierno Nacional que reclama la activa y directa
participación del pueblo en un auténtico plano de libertad y democracia.
La mesa
siguió deliberando en un amplio criterio de concordia y positiva adaptación a
la realidad de las circunstancias actuales.
El 1° de
mayo, convocada por la Dirección de la Comunidad se llevó a cabo la reunión de
las entidades, presidida por el Tte. 1° Rivero con el objeto de determinar la
terna de candidatos para integrar el Consejo de la Comunidad de la
Municipalidad de Morón, recayendo el nombramiento en los señores Osvaldo
Dottori y Argentino Sanzone, como director y subdirector, respectivamente. El
29 de mayo de 1966 se previó la constitución de un Consejo Coordinador de
Entidades de Bien Público, versión absolutamente original del que luego se ha
dado en llamar Consejo del Sector o Consejo Comunitario Zonal en cada ciudad o
villa del Partido y Consejo de Comunidad a nivel municipal con sus respectivos
consejos de sector.
Concluido
su período, el señor Dottori es reemplazado por Jorge A. Cebey, en tanto José
G. Dobalo sustituye al Sr. Sanzone. La permanencia de éstos es breve, pues el 9
de setiembre en sesión de la fecha, el Consejo Local ante la insensibilidad
evidenciada por el gobierno municipal en lo que respecta al funcionamiento del
Consejo de la Comunidad del Partido de Morón, resuelve su disolución y dispone
al mismo tiempo como consecuencia de la medida y a fin de mantener unificada la
voluntad de concretar aspiraciones de las distintas entidades, la creación de
la federación de éstas, a cuyo efecto convoca a los representantes de las
mismas, quienes resuelven ese día la constitución de la federación local.
Integraron la comisión provisoria los señores Jorge A. Cebey, Argentino Sanzone
y José G. Dobalo que representaban a las sociedades de fomento de los barrios
Aeronáutico, Iparraguirre y Martín Fierro, respectivamente.