INSTITUCIONES DE BIEN PUBLICO DE ITUZAINGO


Centro Cultural Bernardino Rivadavia
Nace la institución el 26 de agosto de 1932 a instancias de las señoras Nélida C. de Devós y Carmen Pastor de Guercio, directoras entonces de las escuelas 2 y 6, respectivamente. Su finalidad inmediata era la de proporcionar apoyo a los alumnos egresados y respaldar sus inquietudes o estudios complementarios. Comenzó a funcionar en Rondeau y 24 de Octubre y luego ocupó una vieja casona, semiabandonada donde se dictaron cursos gratuitos de asignaturas teórico-prácticas y los idiomas francés, italiano e inglés. Paralelamente se creó una escuela pública, particular y gratuita, con los grados primero inferior y primero superior.
Tuvo su sede en distintos domicilios. Con el objeto de construir la casa propia compró un terreno de 1000 varas en la calle Olivera entre Mariano Acosta y Los Pozos. En junio de 1950, por mandato de una asamblea popular realizada en el Club Atlético Ituzaingó, se eligió una nutrida comisión de vecinos, presidida por el señor José Tiscornia. Se proyecta entonces, como obra de asistencia social una sala de primeros auxilios, la que una vez terminada quedaría bajo el patrimonio del Centro Cultural, ubicado ya en el solar de las calles Mansilla y Soler que le fuera donado por la Municipalidad de Morón, conforme a la ordenanza del 28 de octubre de 1949. Mediante colectas, festivales y otros ingresos se atiende al pago de los trabajos que estuvieron a cargo de los arquitectos Alfredo Felici y Sergio Pellegrini. Con el propósito de colaborar, el Centro Cultural vende en pública subasta y por la suma de 105.000 pesos el terreno de la calle Olivera, destinando su importe a la parte del edificio que ocuparía el Centro. Por su parte, la Municipalidad concurre con la donación de 75.000 pesos. De esta manera, en tres años de trabajos, se cumple el compromiso de hacer una obra del pueblo y para el pueblo.
De los 758 metros cuadrados de superficie cubierta corresponden a la sala 408. La construcción fue entregada en julio de 1953, librándose al servicio el 13 de setiembre del mismo año.
El Dr. Gelpi, presidente del Centro Cultural fue asimismo director de la Sala, pero también su médico y enfermero, sin retribución alguna. Recordemos que por aquellos años no había médicos en el pueblo, ni los había en el Asilo de Ancianos. Por ello junto a las primeras actividades del Centro Cultural, surgió la Sala de Primeros Auxilios.
En 1956, atendiendo y encauzando inquietudes de la masa joven de asociados, la Comisión Directiva se abocó al estudio de la terminación del sector destinado a los actos culturales, cuya edificación se dio por concluida en diciembre de 1958. En la ocasión de la inauguración hablaron el señor Oscar Arnal, su presidente, y el doctor Gelpi que tuvo palabras de elogio para el señor Felici y la señora de Devós.
Poco más tarde se habilitaron la biblioteca y el salón de actos. En el vestíbulo se halla un busto de Bernardino Rivadavia, patrono de la entidad, ejecutado por Luis Narbondo. El salón de actos cuenta con espléndido escenario e inherentes comodidades. En el centro de la construcción, un patio y otras dependencias.
En el Centro Cultural se han realizado numerosas exposiciones pictóricas y fotográficas, conciertos, representaciones teatrales, conferencias y diversas expresiones de la cultura.  Coros, peñas y teatros vocacionales allí encontraron siempre un lugar donde desarrollar sus actividades sin ninguna restricción. En 1960 se llevó a cabo con singular éxito la fiesta de la poesía. En 1965 con motivo de la entrega de premios a los ganadores del concurso literario anual se inauguró en la biblioteca el sector sanmartiniano con libros donados por la Asociación Cultural Sanmartiniana. En la oportunidad fueron designados socios honorarios los señores Juan C. Tonelli y Adolfo Sperzagni. La Bibliográfica Omeba donó la colección del Diccionario de la editorial. Como “alma mater” del movimiento cultural del pueblo se ocupó, asimismo, del establecimiento de un colegio nacional secundario gratuito y mixto con programas oficiales. En 1958 intervino en las diligencias efectuadas ante los poderes públicos respectivos para obtener su instalación. El Ministerio de Cultura de la Nación la consideró y produjo despacho favorable aconsejando su creación, pero faltaba el edificio donde ubicarlo. Se analizaron las dificultades que se originaban a los estudiantes por no tener escuelas secundarias nacionales en la localidad, circunstancias que se hicieron conocer al señor Encinas, inspector general, acompañándole para la solución un plan viable de fundación, el Centro Cultural ponía a disposición de las autoridades para su comienzo, parte de su edificio social.
Con ese fin tramitó ante la Municipalidad la obtención de un terreno de la manzana destinada a construcciones públicas sobre la calle Mansilla u Olazábal. Tras la solicitud elevada al señor Abel Costa se obtuvo el permiso para levantar el colegio en terrenos próximos a la Comisaría, sobre calle Olazábal, solar que ocupara más tarde AUPI para el mismo fin.
En el Centro cultural se han albergado y se albergan aún otras entidades de bien público, siempre a título gratuito. Desde 1963, sin gasto de locación se encuentra instalada la Delegación Municipal.
A fines de 1968 la Sala de Primeros Auxilios pasó a llamarse “Policlínica Privada Bernardino Rivadavia, Primeros Auxilios”, de acuerdo al decreto 2027 del Gobierno Provincial. El cambio de denominación no implicó en forma alguna, haber cambiado de espíritu y contenido social; sin embargo circularon versiones divorciadas con la realidad, por lo cual fue necesario hacer conocer a la población un comunicado, dando la absoluta tranquilidad a los asociados y al pueblo, con el agregado que, siendo la masa societaria la única dueña de la institución, la misma continuaría desarrollando la obra social de siempre, solidaria y humana, y se hizo conocer entonces que en sueldos y retribuciones a su personal, el Centro desembolsaba mensualmente la suma de 500.000 pesos, mientras que los ingresos por cuotas de socios no alcanzaba a cubrir el 13 por ciento de ese importe. El déficit debía ser cubierto con los aranceles, pues las subvenciones y toda otra entrada eran destinadas en su totalidad a la ampliación del edificio, instalaciones del departamento de maternidad, quirófano e internación.
En ocasión de la entrega de ambulancias decretada por la Gobernación, en agosto de 1962, la Sala recibió una unidad, elemento ya imprescindible para la institución. En marzo de 1965 se constituye la Comisión Cooperadora de la Biblioteca Moreno, con el objeto de prestar ayuda al movimiento bibliográfico y enriquecer su caudal numérico y cultural. Hoy los registros acusan un patrimonio de 9000 volúmenes, para cuya absorción y ubicación funcional en setiembre de 1970, como parte de los actos celebratorios del 38° aniversario del Centro Cultural se inaugura la ampliación en muchos metros, brindándose, además, mayor comodidad a los lectores.
Durante varios años organizó los corsos de carnaval, con el patrocinio de un grupo de comerciantes; los beneficios, transferidos al Centro, ayudaron a solventar parte de sus ingentes erogaciones. La institución cuenta con 1800 asociados; es su presidente el señor Juan C. Tonelli, reelegido sucesivamente desde hace varios períodos. En 1931, la Unión Vecinal de Ituzaingó editó el libro “Apoteosis de don Bernardino Rivadavia”, Alberto Rovero firma una nota explicativa sobre el contenido del volumen y el móvil inspirador. Es recordación de páginas escogidas y discursos de varones esclarecidos de Sudamérica en homenaje al ilustre argentino. También se transcriben documentos oficiales relacionados con la actuación de Rivadavia.

La Comisión fundadora la integraron: Idélico Gelpi, M. J. Lamort de Cravenna, Julián M. Basabe, Alberto Devós, Beatriz E. Visillac,  Elisa Gómez, Nélida C. de Devós, Matilde C. de Fariña Reyes, Carmen P. de Guercio, Ofelia Diez Mori de García Rodríguez, Osvaldo P. F. Jaeggli y Vicente C. Corrales.
La Comisión vecinal pro-edificio estuvo compuesta por José Tiscornia, presidente; Sergio Pellegrini y Alfredo Felici, vicepresidentes; José Hernández, secretario; Diego Madrazo, prosecretario; María Luisa Alberti, secretaria de actas; Tomás Bruzón, tesorero; Enrique Stile, protesorero; Oscar López, Diego Luis Báez y Mariano Pretta, vocales; Manuel Rapino y Mario Paglia, vocales suplentes.

ASOCIACION CULTURAL SANMARTINIANA
Fúndase en mayo de 1960, designándose al Dr. José María Grossi Gallegos para organizar la entidad cuyo objeto único y exclusivo es glorificar la persona del Libertador Gral. San Martín e interesar a la población en la cultura sanmartiniana, en la honra del prócer y en la custodia de lugares destinados a venerar su memoria, estimular los estudios sobre San Martín y sus colaboradores, procurando, asimismo, la unión fraternal de todos los ciudadanos bajo el signo augusto de la Patria que personifica el General.
La Comisión Organizadora que dio término a su misión en el mes de julio estaba integrada por Máximo Aguirre, Sergio Lefort Peña, Edgardo Lázzaro, Gerardo A. León, Juan Carlos Ratti, Luis C. Arbicha y Arístides Ghio. El 24 de ese mes, en asamblea realizada en la escuela n° 6 y con la presencia del representante del Instituto Nacional Sanmartiniano, señor Floreal González, quedó constituida la filial local.
En agosto de 1961, recordando el 111° aniversario de la muerte del Gran Capitán, tiene lugar en dependencias del Club Atlético Ituzaingó una conferencia magistral a cargo del doctor Guido E. Longoni sobre “San Martín, la educación yla cultura”. La Asociación organizó varios concursos literarios intercolegiales, primarios y secundarios sobre la vida y obra del Libertador, destacándose en los certámenes los alumnos del Colegio AUPI. En mayo de 1967 se inicia la recolección de bronce con la finalidad de reemplazar el busto que se halla en la plaza Gral. San Martín, pero aun no pudo concretarse, si bien la institución continúa empeñada en que ha de sustituirse por otro más acorde con la importancia del prócer y de la ciudad de Ituzaingó. La actual Comisión Directiva la componen: José M. Grossi Gallegos, presidente; Máximo Aguirre, vicepresidente; Abel F. Spotorno, secretario; Oscar A. Louzán, tesorero; Arnó Donapetry, protesorero y los vocales César Scarpa, Guillermo Záccara, Edgardo Lázzaro, Telésforo Sánchez, Miguel O Connor, Alfredo Felici y Emma Di Biasi de Castromil.

ROTARY CLUB
Con el padrinazgo del Rotary Club de Morón, el 23 de febrero de 1957 fecha coincidente con el 52° aniversario del Rotary Internacional, quedó constituido provisionalmente el grupo rotario local. Su finalidad es crear buenas voluntades y mejores amistades, fomentar el amor a la humanidad y el desarrollo de los pueblos para lograr una pacífica confraternidad universal. “Tener amigos en todos los ámbitos del mundo –decía Paul Harris- es una verdadera bendición de Dios; saber que esos amigos lo son también entre sí, reconforta el espíritu”. En consecuencia, con estos postulados el núcleo de Ituzaingó estableció un clima de amistad y cooperación entre los miembros del club que buscan trasladar sus resultados hacia el bienestar y progreso de la comunidad.
Su presidente fue el doctor Arístides C. Ghio, designándose vicepresidente al señor Juan Pablo Crosta, secretario al señor Elías R. Morales y tesorero al señor Gustavo E. González. La obra sin igual de nuestros rotarios, única en su género, es la construcción de la Guardería Infantil y Asistencial de Ituzaingó. Levantada en terreno irregular de 480 metros cuadrados, conformado por las calles Blas Parera, Medrano y Henry Dunant, y donado por la Municipalidad, le valió el premio Paul Harris del Rotary Internacional, como la realización más importante del distrito 489 del cual depende el centro local. La piedra basal fue colocada el 6 de noviembre de 1965 y la habilitación del conjunto se efectuó el 2 de julio de 1967. Su construcción es de corte moderno y ventajosamente aprovechado el proyecto; es obra encarada con valor por los rotarios de Ituzaingó y el apoyo de autoridades, vecinos y amigos, ofrecida con amor y cariño a los niños de la localidad. Todo allí es confortable, las salas de estar, el moblaje, la cocina, los servicios sanitarios; todo es impecable. Lo propio ocurre con el personal que cuida de la población infantil. Significó la inversión de 4 millones de pesos, provistos por los socios. Casi al término del año 1966 se hace cargo de la administración una comisión cooperadora constituida por vecinos, ejerciendo la presidencia el señor Osvaldo Ferrero. En marzo de 1971 comienza a funcionar un Jardín de Infantes en la planta baja, cuyo cerramiento se concluye en breve período.
Inolvidable reunión se efectuó al cumplirse los diez años de vida. A su término se escuchó un elocuente e ilustrativo discurso del gobernador del distrito, Dr. César A. Tognoni. De su seno surgió en 1966 el Gobernador del Distrito, señor Gustavo E. González. Como grupo auxiliar de la entidad se formó la rama juvenil llamada Interact, siendo nombrado presidente el joven Héctor Radío.
En el verano de 1963 puso en marcha un genial plan de intercambio de jóvenes estudiantes, hijos de rotarios de Chile, promovido con el fin de impulsar el compañerismo y de mejorar el mutuo conocimiento entre los hijos de rotarios de países limítrofes y otros de América.
Fue asamblea extraordinaria la llevada a cabo el 21 de marzo de 1963 con motivo de celebrarse la Semana de la Comprensión Mundial. Asistieron a la cena un español, un italiano, un húngaro, un griego, un austríaco, un japonés y un boliviano, todos ellos residentes en esta ciudad, reafirmando de este modo la necesidad de una real convivencia entre los hombres de todas las latitudes.
Tuvo el Rotary su Boletín Informativo, en 1961 se publicó en nuevo formato y nuevo estilo, a cargo del socio Ernesto Guberman. En 1960 propicia la institución la conclusión de la comisaría. En julio de 1970 otro rotario, el Dr. Osvaldo P. F. Jaeggli, asume como primer gobernador del distrito 490, que comprende una extensa zona de las provincias de Buenos Aires y La Pampa. El joven Norberto Coda, a su vez, es nombrado gobernador de los Rotaract Clubes del mismo distrito. El señor Carlos E. Clyne es el nuevo presidente.
Después del Dr. Ghio, fueron presidentes: Dr. Gerardo A. León, arq. Alfredo Felici, Dr. José M. Grossi Gallegos, Gustavo E. González, Ing. Horacio farina, Silvino Gómez Levy, Escr. Carlos F. Colominas, Osvaldo Ferrero, Ing. José I. Rodríguez Escalante, Dr. Osvaldo P. F. Jaeggli, Ing. Eduardo Goldberg, Rosario Cintolo, Horacio Reyes y Cont. Alberto López Arteaga.

CLUB DE LEONES
Un grupo de vecinos con el asesoramiento y padrinazgo del Club de Castelar, decidió en octubre de 1967 la fundación del núcleo local. La actividad del Leonismo se manifiesta mediante actos de servicio en ayuda desinteresada a la comunidad. Complementan la premisa los siguientes conceptos: libertad, entendimiento, orden, nacionalidad, esfuerzo, servicio. Su banderín, creado adaptando la idea de la señorita Carolina Parola, configura y expresa la esencia de la institución y los propósitos y sentimientos que animan a sus asociados.
La primera sesión plenaria inaugural se realizó en Olivera 880, su primera sede; durante su transcurso se dio a conocer una semblanza del leonismo y su filosofía. Su constitución oficial se llevó a cabo en los salones del Club Argentino de Castelar el 5 de abril siguiente, quedando afiliado desde ese momento a Lions International. La fiesta fue engalanada por la presencia de las esposas de los Leones y prestigiada por la participación de las autoridades del Distrito 04. Su gobernador, don Ernesto J. Pons, después de pro9nunciar breve discurso alusivo y leer el código de ética del organismo, procedió a tomar el juramento a los socios fundadores, entregándose a éstos la insignia que los acredita como tales. El señor Rizzieri Morandín, presidente del centro agradeció con emotivas palabras y puso de manifiesto los propósitos y responsabilidad de su club en servir a la causa leonística.
La recepción de la carta constitutiva que tuvo efecto el 21 de junio en el salón del Jardín de Infantes n° 3 Achalay, dio lugar a una reunión de singular lucimiento y jerarquía. Se hicieron presentes el intendente municipal, el jefe de la VII Brigada Aérea, el gobernador del Distrito y asistieron los presidentes de instituciones de bien público, delegados de clubes cercanos y gran número de amigos.
Su obra primera se concretó con la construcción de aulas en la escuela 97 del barrio Villa Alberdi, en reemplazo de la deplorable estructura primaria. En 1970, en colaboración con UCIADI tras la organización conjunta de los corsos de carnaval de 1969 –cuyos fondos se destinaron a la obra-y la cooperación de la Municipalidad inauguraron sendos parques de juegos infantiles en las plazas 20 de Febrero y Gral. San Martín que bautizaron con los nombres de Constancio C. Vigil y Pablo B. Pizzurno, respectivamente. Otras realizaciones menores fueron ejecutadas luego, pero importantes para las escuelas y entidades a las cuales se asignaran fueran éstas de nuestra localidad o de lugares alejados de nuestro medio.
A partir del mes de agosto de 1968 editan su boletín mensual, insertándolo en “Noticiero Ituzaingó” y cuyo gasto se costea con publicidad de amigos y comerciantes que adhieren a la obra.
En agosto de 1969 quedó solemnemente inaugurada la nueva sede social en la calle Lavalle 793, la cual, asimismo está a disposición de las entidades que carecen de local propio para sus actividades de orden comunitario. En la oportunidad fue invitado a disertar sobre Ituzaingó, su fundación y su vida presente el señor Camerucci.
La página en que se reflejan las obras realizadas y las inquietudes del Club con respecto a la comunidad ha merecido la aprobación de la superioridad, recibiendo del gobernador del Distrito el “Certificado de Apreciación”. Otro premio que le fuera otorgado fue el trofeo que se disputa anualmente entre los clubes. Merece encomiable elogio por el esfuerzo llevado a cabo y la importancia del material, su reciente publicación sobre los orígenes y desarrollo de la ciudad. Los señores Luis C. Arbicha, Oscar M. Bertier y el doctor Guillermo Roldán Vergés, fueron los siguientes presidentes del club local.

A.U.P.I.
La sigla respondía, al fundarse la institución a la denominación “Asociación Unidad y Progreso de Ituzaingó”, modificada más tarde en “Asociación Unámonos por Ituzaingó”. La entidad es la realización de una inquietud del director de “Noticiero Ituzaingó”, secundada por varios vecinos. En noviembre de 1962, la dirección del periódico cita a una reunión preliminar para la creación de una sociedad de bien común de vastas proyecciones tendiendo a agrupar en un amplio movimiento a las sociedades constituidas o por constituirse, con miras a concretar mejoras de distinto carácter necesarias para la localidad. En un segundo encuentro, al cual concurre considerable número de personas, se resuelve decisivamente la fundación de un organismo de acción para el pueblo y todas sus instituciones, sin interferir, empero, en modo alguno en sus propias actividades y aspiraciones o decisiones. La nueva sociedad no sería una más, pero sí la asociación madre, por así llamarla, en cuyo seno las demás hallarían aliento y seguro apoyo para la consecución de soluciones a sus problemas.
Para ello se nombrarían, en derredor de la comisión central, una serie de comisiones internas, como ser: Asuntos Municipales, Educación, Salud Pública, Seguridad y Moralidad, Hacienda y todas aquellas que de alguna manera de consideraran de utilidad para el mejor desempeño de la entidad. Un grupo de adherentes tuvo a su cargo la redacción de los estatutos y se fijó como fecha para la fundación del ente el 4 de diciembre, en acto a realizarse en la escuela n° 6 con el carácter de asamblea general. Esta no contó sin embargo con la asistencia esperada y, además, se vio empañada por serios debates que dividieron a los asambleístas en dos bandos. Un sector de prestigiosos vecinos no podía admitir que la reunión fuera dirigida por el Dr. Vicente Corrales y pidió su postergación, petición que no fue escuchada por sus contendientes, dando lugar a que se retirara casi la mitad de los presentes. Por esa circunstancia el doctor Corrales pudo libremente disponer de la situación manejando la asamblea a su albedrío. Y fue elegido presidente.
La nueva institución contrariando disposiciones prefijadas, enderezó su acción a atender principalmente la faceta educacional, con la instalación del colegio comercial y la escuela de oficios y técnica industrial.
Luego de un período de bonanza y próxima la fecha de renovación de autoridades, algunos dirigentes, ante reiteradas transgresiones de la presidencia en cuanto al cumplimiento de objetivos contenidos en los estatutos sociales y acordes todos ellos en la devolución a la Municipalidad del terreno de la calle Mansilla ante la imposibilidad de poder financiar la construcción de una escuela técnica y, entre otras cosas, volcar la institución hacia la comunidad y mantener armoniosas relaciones con todas las entidades locales, envían un telegrama al Director del Poder Judicial de la Provincia, pidiendo la suspensión de la asamblea a realizarse el 4 de enero de 1970. La Dirección del Poder Judicial accede y la declara ilegal y la convoca para el 25 de ese mes. Dos listas de candidatos, Gral. Alvear (de AUPI) y Cnel. Brandsen (de los disidentes) se enfrentan y luchan para obtener la conducción de la institución. En la asamblea, en un m arco de hondo nerviosismo e incertidumbre, se llega a expulsar al Dr. Bruno, activo ex secretario de la comisión directiva, tras lo cual los componentes de la lista Cnel. Brandsen hacen abandono del salón sin esperar la votación. Como lógica consecuencia, sin rivales en la arena, gana la elección la lista Gral. Alvear, que encabeza el Dr. Corrales. La historia se repite, segunda edición del 4 de diciembre de 1962.

ASOCIACION DE SOCORROS MUTUOS DE ITUZAINGO
Fueron sus propulsores don Gerardo Ansalone y Manuel Terradas. Muchos otros pronto adhirieron a la iniciativa, fundándose el 14 de octubre de 1928 la institució9n que en poco tiempo contó con unos 300 miembros. En el carácter de sociedad de socorros mutuos prestó a sus consocios servicios gratuitos en el orden médico, odontológico, obstétrico, farmacéutico, y también otorgó subsidios por fallecimiento.
En 1939 adquirió la finca de la calle Soler 216, poniéndola en venta en 1959, luego de una asamblea general en la que se resolvió erigir el panteón social en una parcela que la entidad poseía en el cementerio de Morón.
Resultó comprador de la casa el Sr. Carlos Carrera Villar, que propuso construir el mausoleo proyectado libre de todo gasto a cambio de la casa. La asociación aprobó el ofrecimiento y en junio de 1960 se dio por concluido el panteón con una capacidad de 62 catres. Se abrió por primera vez el 15 de abril de 1961, con motivo de acoger en su seno al vecino y socio fundador don Manuel Terradas.
Preside la sociedad el profesor Gerardo Ansalone.

CRUZ ROJA ARGENTINA
Por el año 1958, con el objeto de mejorar los servicios locales de asistencia sanitaria, el Dr. Guillermo A. Záccara, toma la decisión de organizar y fundar la filial Ituzaingó de la benemérita institución de carácter internacional. Pero transcurren varios años antes de que sea posible realizarla concretamente. En la mañana del 26 de enero de 1964, en dependencias del Colegio Modelo Gral. Belgrano tiene lugar la asamblea constitutiva; con la dirección del Dr. Francisco J. Martone, presidente del Consejo Supremo en la República. El Dr. Záccara da a conocer las tareas desarrolladas en unas pocas semanas por un pequeño grupo de hombres reunidos en comisión provisoria. Expone la finalidad que se persigue, hasta llegar en un futuro mediato a la construcción del hospital de la ciudad, necesaria obra que el pueblo reclama. Con ello se dio un paso trascendental, siendo ésta la filial n° 202 de la Cruz Roja Argentina.
Su primer consejo lo integran: Guillermo A. Záccara, Fernando M. Fuentes, Alberto Scaglia, Rodolfo Di Leo, Guillermo A. Preusse, Eduardo Fariña Reyes, Bruno G. Di Castelnuovo, Bartolomé Mezquida, Carlos A. Posse, Enrique H. Barbato, Pedro Cogorno, María E. Noblía de Pastoriza, María E. Doura, Miguel Grané, Alberto J. Bungartz, Francisco Di Benedetto, Saúl Panighetti y Néstor Peralta Pérez.
En homenaje al fundador de la Cruz Roja Internacional Henri Dunant, en acto celebrado el 5 de diciembre de 1964 se impone su nombre a la calle denominada anteriormente Aguirre.
Se han realizado diversas reuniones públicas, divulgaciones sanitarias, conferencias y la distribución de botiquines a escuelas de la localidad y se creó la Organización de la Cruz Roja Juvenil. Se establecieron los cursos de Enfermería del Hogar, dictado por el Dr. Fuentes, capacitando a un numeroso grupo de damas, las que en su oportunidad recibieron los respectivos diplomas.
En agosto de 1967 se constituye una amplia comisión integrada por asociaciones locales con el mandato de estudiar un plan para levantar un hospital integral. A tal fin se solicitó la fracción de tierra necesaria, pero las autoridades nunca pudieron satisfacer el pedido. Al promediar el año siguiente se inauguran en el Centro de la Salud de la Sociedad de Fomento de Villa Las Naciones los servicios de atención profiláctica y educación sanitaria. En mayo de 1969 en Soler 536 se establece el Centro Médico de la entidad, cumpliéndose así uno de los objetivos previstos.
Por iniciativa del señor Guillermo A. Preusse, tesorero de la institución se proyecta designar con el nombre de Dr. Guillermo Rawson a la plazoleta de Av. Ratti entre Mansilla y Brandsen. La Sección Juvenil y la Comisión Femenina se crean en enero de 1971.

LIGA ARGENTINA DE LUCHA CONTRA EL CÁNCER (L.A.L.C.E.C.)
23 de noviembre de 1963. En la fecha inicia las actividades la subcomisión de la Liga Argentina de Lucha contra el Cáncer, que presidiera la señora Carlota Videla de Carpanelli. Concurre Mons. Miguel Bazán y con la presencia de altas autoridades del organismo, bendice el centro instalado en el pabellón XV del Hospital de Geriatría Gral. Martín Rodríguez. Entretanto una importante donación de instrumental concretada mediante los generosos aportes vecinales, es entregada al consultorio. Más tarde se amplían los servicios estableciendo una nueva posta de detección en la especialidad de ginecología en el Centro de Salud de Villa Las Naciones, contándose con la atención del Dr. Abrevaya.

L.I.P.O.L.C.
Al año siguiente se retira de LALCEC la señora Carpanelli y constituye precisamente en enero de 1965, la filial Ituzaingó de la Liga Popular de Lucha contra el Cáncer. Con el apoyo de la Secretaría de Salud Pública y Asistencia Social de la Municipalidad, el 6 de junio se inaugura en la Sala de Primeros Auxilios del Centro Cultural Bernardino Rivadavia el centro asistencial de cancerología, prestando colaboración el director de la misma, Dr. Dardo Wiurnos, el cuerpo médico de la Sala y facultativos de la zona. Monseñor Francisco Novak bendice las instalaciones y hacen uso de la palabra la señora Ana G. de Llorens Herrera, presidente de la Liga y el Dr. Carlos Crespi en el carácter de secretario de Salud Pública del Municipio.
La acción de la filial se expande a todo el partido de Morón y es totalmente gratuita la atención para el diagnóstico precoz del cáncer. Con el objeto de difundir la obra preventiva se sitúa otra posta en la sala de primeros auxilios de la localidad de Pontevedra. Con la dirección de Elena Lyle de Tacagni se edita el Boletín Informativo con colaboraciones sobre la materia de los Dres. Inocencio J. Molieri, Miguel Valerio y Julia Persoglia. Se entrega el centro en el interín un microscopio Bioser-Reicher, adquirido en Austria y un colposcopio biocular comprado en Hamburgo, con la contribución de vecinos.
Al oficializarse la primera comisión directiva se designa presidente a la señora de Carpanelli. El 16 de julio, en el triángulo delimitado por las calles 24 de Octubre, Blas Parera y Gomensoro, de propiedad fiscal, con 200 metros cuadrados de superficie, se coloca la piedra fundamental del edificio destinado a sede propia y a Centro de Detección y Hogar de Tránsito. Su habilitación efectuóse en diciembre del mismo año 1967, cuenta con consultorio moderno instrumental y dependencias varias; en la parte alta, sala de conferencias y dos salas de internación, para hombres y mujeres. Es su director el Dr. Inocencio J. Molieri y jefe de los consultorios externos el Dr. Luis Patiño, ejerciendo ambos en forma honoraria.
La asociación es apoyada por 600 socios. Comprende la zona desde Liniers hasta el partido de Moreno, y tiene subcomisiones en Ramos Mejía, Morón y San Antonio de Padua.
El 24 de octubre de 1971, tras largo período de espera y el particular empeño de la señora Carlota Videla de Carpanelli, secundada por el Dr. Oscar A. Castro y la cooperación de algunos vecinos, se logra crear el Banco de Sangre, cuya concreción se estimaba urgente. La respectiva comisión es presidida por Carlos H. Gundín, mientras se realiza una exposición de dibujos y se entregan los premios del concurso de afiches “Banco de Sangre”, cuyos beneficiados para los tres primeros galardones son tres alumnos de la Escuela de Capacitación Profesional n° 3.

ARENIL
En febrero de 1956 inicia actividades la subcomisión local de la Asociación Rehabilitación del Niño Lisiado con la eficaz colaboración de Aída M. de Coronel, del Dr. Mario Stolbizer, de José R. Montaña y otros vecinos de Ituzaingó. Fueron frecuentes los festivales y reuniones folklóricas realizadas con éxito y con el fin de allegar recursos para las obras asistenciales de la entidad benéfica. Mucho aportó para el Hospital del Oeste, cuya piedra basal fue colocada en febrero de 1962 en la calle Sarmiento y Arroyo Morón de la ciudad de Morón.

LA PALETA DECIMAL
Fue fundada el 2 de octubre de 1954 por el notable dibujante José Montero Lacasa (1893-1957), con una no común denominación e integrada por solo diez miembros –dibujantes, pintores y grabadores- de manera que cada uno de ellos viene a ser una fracción decimal del entero que es la paleta.
Está compuesta por los artistas: Mauricio Castillo, Eduardo Fariña Reyes, Arnoldo Giberti, Juan L. Guercio, Antonio Parodi, Esteban Semino, Salvador Sils, Juan B. Supervielle y Juan Vendrell, pero en el curso de los años, desde su fundación a la fecha, pertenecieron a la entidad Julián C. González, José Montero Lacasa, Amleto y Oscar Scarzello y Victorio Serini, todos ellos fallecidos y también los vecinos Máximo Aguirre, Emilio Carpanelli, Ricardo Eloy Macedo y Leonardo Starico, que se retiraron de la agrupación.
El encuentro de los integrantes tenía lugar hasta hace muy poco en la casona de don Victorio Serini  y se reunían mensualmente en una cena, gustándose un abundante y suculento plato de tallarines caseros y buen vino. En cada oportunidad asistía un solo invitado especial al cual se trataba con distinción y se le hacía entrega de una pequeña paleta, emblema de la sociedad. Este galardón, expresamente dedicado por los “Decimales” es guardado con orgullo por el autor del presente libro.

ASOCIACION CORAL LORENZO PEROSI
Insigne patrono es Lorenzo Perosi, el eminente músico italiano de la claridad de las construcciones armónicas a quien León XIII distinguió, nombrándolo maestro director de la Capilla Sixtina y maravilloso en verdad es el grupo de jóvenes que forman el Coro de Ituzaingó, instituido el 1° de marzo de 1950 por una feliz iniciativa de la señorita Ana Obineta. Alentó su formación el Padre Villalonga y completó la obra su primer director, don César A. Traversa.
En 1951 le sucedió en la dirección Orlando La Polla y en 1953 Horacio Rossi con estudios en la Dirección Coral del Seminario Metropolitano de Buenos Aires. En 1954 asume la conducción Jorge H. Fernández Zeballos, continuando en el cargo hasta la fecha. Fueron de la primera comisión los jóvenes Jorge Gelpi, José Montero Lacasa (h), Zulema García, Jorge H. Fernández Zeballos, Raúl Corte y Alfredo Battaglia. La agrupación fue abriéndose paso y en breve alcanzó lugar prominente entre los conjuntos corales. Brillantes fueron siempre sus presentaciones preparadas con manifiesto conocimiento de la música y del canto.
En mayo de 1958 organizó el primer congreso coral de la zona, cuya realización ninguna otra institución similar se atrevió concertar. En noviembre de 1959 interpretó en San Judas Tadeo la Misa Solemne de Carlos Gounoud, en noviembre de 1970 presentó allí un sorprendente concierto sinfónico, en el bicentenario del nacimiento de Ludwig Van Beethoven. Fueron centenares las actuaciones del Coro, incluyendo las llevadas a cabo en la Iglesia de Santo Domingo (Buenos Aires) y en el paraninfo de la Universidad de Santa Fe, en Atlántida, en Villa Gesell, en San Antonio de Areco, en la abadía de San Benito de Palermo, etc. Toda vez que se han publicado comentarios severos cuando son escritos por críticos de Buenos Aires, acerca de su desempeño, siempre fueron favorables. Posee un rico material de estudio con cuyo elemento se desenvuelve holgadamente en el campo del arte del canto y de la erudición musical. Coadyuva con la asociación un núcleo de socios protectores.
En la actualidad componen la comisión directiva: Elida I. Russo, presidente; Irma de Bonicalzi, Zulema García de Fernández Zeballos, Roque Quintana, Adriana Vecchi, Beatriz Pinchetti, Guillermo Nuín y Alfredo Alamá, en otros cargos.

COMISIONES DE VECINOS
Primera Sociedad de Fomento. El 18 de diciembre de 1892, vecinos del pueblo se reúnen en la escuela n° 6 con el propósito de constituir una comisión para el progreso de la villa, iniciando la actividad con la recolección de fondos para la construcción de una iglesia y casa para la escuela, fijándose como lugar de erección de ambas la manzana de terreno reservada expresamente para edificaciones públicas.
Esta primera entidad fomentista la integraron presidente honorario el Dr. Bernardo de Irigoyen, presidente ejecutivo César Cardoso, vicepresidente Vicente Amadeo, secretario Roberto B. Ford, prosecretario Domingo Cabral, tesorero Miguel Nazar, vocales: Juan Seré, Santiago Loza, Pedro Blomberg, Felipe Pastré, Juan Vicario y Santiago Firpo. Como puede apreciar el lector, no podía haberse elegido una junta más caracterizada.

Comisión de Festejos del año 1942 (70° aniversario de la fundación de la localidad). Presidente honorario, Intendente Comunal de Morón, Dr. Oddo Martelli, presidente, Dr. Idélico Gelpi; vicepresidente, Ing. Juan L. Narbondo; secretario Pedro Cobo; prosecretario Raúl A. Goyaud; tesorero Emilio Belbussi; protesorero Julio B. Rovatti; vocales Pedro Carlos Lorenzo Murray, Dres. Julián M. Basabe, Carlos J. Cravenna, Oscar Cavagna, Vicente C. Corrales, Osvaldo P. Jaeggli, Marcos Kleimans, Juan Moreno, Julio Protto (h), Carlos Pérez Colman, Rodolfo E. Rezzónico, Alejandro Squassini, Angel R. Soler, Angel Suárez, ingenieros José N. Quartino y Néstor Vinelli; escribano Julio A. Benvenuto y Heraclio Ayerbe, Miguel Biggeri, Alberto Blanco, Héctor M. Cáceres, José R. Firpo, José Miquel, Julio Protto, José María Molina, Víctor M. Picaso, Juan Carlos Ratti, Alberto Rovero, Carlos Stefanetti, Valentín Visillac y Raúl Ventura.

COMISION DE FESTEJOS PATRIOS
Esporádicamente se constituyen estas comisiones entre los vecinos de buena voluntad para la recordación de las fechas patrias, sin faltar, por cierto, las tradicionales carreras de sortijas y también de embolsados, otras diversiones y los fuegos de artificio. Más tarde fueron carreras de bicicletas y de automóviles, la búsqueda del tesoro, etc. Sus integrantes eran animosos hombres que tenían, además el respaldo del Centro Cultural Bernardino Rivadavia.
Con la llegada del Pbro. Villalonga, espíritu inquieto y cautivador, se formó una amplia comisión que se llamó Comisión Permanente de Festejos, compuesta de hasta veinte miembros de la que fue presidente el Sr. Pedro A. Rossi. Las reuniones se celebraban en el citado Centro Cultural.
En el año 1956 se originó “un conflicto de orden moral irresoluble”, al decir de ciertas personas. Lo motivó el hecho que la Directora de la Escuela n° 6 no colocara la bandera nacional en el frente del edificio los días 25 de mayo y 9 de julio, lo cual dio lugar a que en el seno de la comisión se produjera una violenta reacción, no compartida de la misma manera por los integrantes Idaberry y Camerucci, siendo estos acusados entonces de “carecer de sentimientos de amor a la Patria”, imputación totalmente disparatada, pues la actuación patriótica de ambos era bien conocida en el pueblo. Por esa causa la Comisión presentó la renuncia al Comisionado Municipal, Asencio Sansobrino, y la entidad quedó disuelta.
En lo sucesivo, el señor Camerucci de “motu propio” reemplazó solo a toda estructura de esa naturaleza y con la colaboración de sociedades y vecinos, según lo necesitara, fue organizando por años los festejos para las distintas rememoraciones. En 1964 vuelve a constituirse una junta, comprometiéndose la cooperación de los habitantes de todas las villas. Fueron miembros natos del organismo el delegado de cada asociación de bien público. Su primer presidente fue José Figueroa, representando a la Asociación Cooperadora de la Escuela n° 2.
Una nueva comisión fue designada en la asamblea general del 20 de marzo de 1966, la que se efectuó en un clima bastante agitado, a raíz de un pedido para que se consideraran como entidades de bien público a los periódicos “Dicho y Hecho” y “Noticias Nuestras”. Igual tratamiento se requirió entonces para “Noticiero Ituzaingó”, suscitándose un vivo debate. En la ocasión resultó electa para el cargo de la presidencia la Sociedad de Fomento Barrio Aeronáutico, representada por Jorge A. Cebey.
Con posterioridad “Dicho y Hecho” publicó comentarios desfavorables acerca de tal asamblea, intitulando el artículo “Se nos hizo la guerra”. A su vez el Sr. Cebey remitió una nota al director R. P. Tomás, cuyo contenido fue considerado agraviante por el mayor Rodolfo Maximiliano Grotzer, colaborador del periódico del sacerdote. Por tal motivo al suscitarse discrepancias se planteó una situación caballeresca entre Cebey y Grotzer. Nombrados los padrinos representaron al militar el Dr. Raúl E. Bruno y el Cnel. Abel F. Spotorno, y al fomentista Cebey los señores Lelio A. Sánchez y Roberto J. de Cicco. Los primeros exigían una completa satisfacción, o en su defecto, la correspondiente reparación por las armas. Reunidos los padrinos a fin de zanjar la cuestión de honor, luego de las respectivas aclaraciones acerca de las causas que produjeron el enfrentamiento y aceptadas las excusas del caso, labróse el acta, dándose por concluida la desavenencia.

FRENTE UNIDO DE ITUZAINGO
Corta vida tuvo la entidad, presidida por el señor Jorge F. Galtié e integrada por un numeroso grupo de vecinos. Se crea en 1957 como movimiento tendiente al logro de la autonomía municipal, incluyéndose en la agenda de trabajos la reivindicación de los antiguos límites al este, es decir Estanislao López y Arrecifes en lugar de las calles Santa Rosa y Blas Parera, y se preveía también el establecimiento de una estación sanitaria, instituciones bancarias, un colegio secundario y el ascenso a comisaría de la dependencia policial.
Una arbitraria disposición de las autoridades comunales por entonces respondiendo a la política peronista, sustrajo a Ituzaingó una amplia franja de tierra para adjudicarla a Castelar, fijando la nueva división solo a 400 metros de la estación ferroviaria. La Municipalidad ante una solicitud de informes acerca de la citada resolución argumentó que los nuevos límites formaban una sola línea recta, exiguo valimiento para asunto tan importante. Sin embargo, los servicios de correo y de vigilancia policial, la recolección de residuos domiciliarios y el cobro de los impuestos se siguieron efectuando como dependientes de Ituzaingó. Los barrios Firpo, Seré y San Juan siempre pertenecieron a Ituzaingó, pero fueron separados a raíz de tal determinación. El Honorable Concejo Deliberante en distintas oportunidades tuvo en estudio el pedido de los vecinos; en fecha más cercana lo hizo nuevamente a requerimiento del escribano Domingo A. Marino, edil por la Unidad Popular, que contaba con el apoyo de las setenta instituciones locales y de colegas de los distintos sectores políticos del cuerpo deliberativo. Pero no faltaron interrupciones y tal vez algo de negligencia en la tramitación de las demandas, como asimismo la voluntaria omisión en querer resolver la antigua aspiración del pueblo.
El Frente Unido elevó al Jefe de Policía de la Provincia un memorial solicitando el ascenso de la subcomisaría al rango superior, en virtud de tener la dependencia la responsabilidad en la abrumadora tarea de vigilar las 600 manzanas que hacían a la jurisdicción local, cuya población se estimó entonces en unas sesenta mil almas. La Jefatura ya en 1944 había dispuesto crear la comisaría de Ituzaingó, pero influencias políticas movieron las cosas en forma distinta y la comisaría se creó en cambio en Castelar.
El organismo poco a poco fue perdiendo vigor y renunció en consecuencia a toda actividad, sin alcanzar ningún objetivo del plan que se había propuesto.

CONGRESO DE SOCIEDADES DE FOMENTO
Por muchos años le ha estado faltando a Ituzaingó el acercamiento de las autoridades, las que solo en determinadas ocasiones pudieron llegar a conocer las reales necesidades de la población y proveer en consecuencia. Por esta causa, el pueblo canalizando sus aspiraciones a través de las sociedades de fomento o entidades análogas debió tomar a su cargo la realización de numerosas obras de total incumbencia del Estado o del Municipio: escuelas, parques de juegos infantiles, alumbrado público, pavimentos, etc.
Es así como el 6 de setiembre de 1964 con la asistencia de gobernantes tiene lugar la sesión inaugural del Primer Congreso de Sociedades de Fomento del Noroeste de Ituzaingó. Abrió el acto el presidente del Congreso, Jorge A. Cebey, hablando a continuación el intendente municipal Cayo E. Goria.
En sesión plenaria previa, las entidades se abocaron a pronunciarse sobre su institucionalización, elevación cultural y mejoramiento edilicio-urbanístico y consideraron la agenda de la asamblea, análisis de ponencias y designación de los grupos de trabajo. Se destacó fundamentalmente la preocupación que los fomentistas sienten por la consecución de sus anhelos, por el estudio profundo y meditado (no anodinas discusiones) de los diversos asuntos que esperan respuesta cierta, concreta colaboración y efectivo patrocinio de las autoridades municipales. “Esto obliga –dijo el señor Goria- a salir del encierro del despacho e ir al encuentro de las inquietudes de los hombres que trabajan en las sociedades de fomento y cuyas consecuencias son vitales para el desarrollo del progreso local”.
En agosto del año siguiente reúnese la totalidad de estas entidades, realizando su primer congreso, con la presidencia de A. Lelio Sánchez. Asisten el senador Gregorio Macho Vidal y Angel Scrosati. Ambos, al hacer uso de la palabra, apoyan ampliamente la labor de los fomentistas. La solemne clausura se efectuó el 25 de junio de 1966, con saldo favorable para las propias sociedades adheridas, por los propósitos inquiridos y las soluciones a encarar mediante programas posibles de llevar a la práctica y cuyas gestiones propenden a la prosperidad y bienestar de los hombres y tienen la virtud de congregarlos por una causa común. El citado organismo, interpretando un ferviente deseo de unidad compartido por las instituciones locales, que, si bien de diferente manera en ciertos aspectos, intervienen empero en el devenir progresista de la ciudad, convoca a una asamblea general con la finalidad de exponer las bases que tiendan al acercamiento de todas las sociedades. Su fundación se acordó finalmente en marzo de 1968 con la intervención del Delegado Municipal Teniente 1° Carlos Quintín Rivero; sus estatutos se prepararon tomando como modelo los confeccionados por el Congreso de Sociedades de Fomento, agrupando a importantes sectores de la población, cuyo constante desvelo en función social es lograr holgura para la comunidad.
La flamante Federación por su parte, en julio de ese año auspicia la constitución de un consejo económico con el carácter de órgano coordinador de las diversas actividades que realizan las entidades de bien público en favor del desarrollo y progreso de Ituzaingó, sin omitir el examen de los candentes y complejos asuntos del momento.

CONSEJO DE LA COMUNIDAD
Promovido por la Federación de Sociedades de Fomento, como se ha dicho, el 20 de setiembre de 1968 se verificó una mesa redonda sobre Consejo Zonal de la Comunidad, con la participación del intendente interino de Morón, mayor Julio César Montiel otros funcionarios comunales y delegados de entidades de bien público de la ciudad. El señor Rubén Floria, en el carácter de director de Promoción de la Comunidad abordó las razones que generaron el proyecto del Consejo Zonal y sus objetivos ajustados a las premisas de los últimos documentos papales de Juan XXIII  y Pablo VI. Se refirió a las cuestiones que afectan a las poblaciones en lo que hace a la salud, educación, nutrición, bienestar social, urbanismo, servicios y otros temas.
El ente proyectado trabajaría en armónico juego con la política de Desarrollo y Promoción de la Comunidad, propiciada por el Gobierno Nacional. Era trabajar en el auténtico plano y magnitud de las tareas realizadas por la Federación. Se señalaron algunas tesituras, un tanto divergentes, que existían en las disposiciones orgánicas que tenía como mandato la Intendencia de Morón para la constitución de los consejos al proyectar su funcionamiento de tipo vertical, que la Federación rechaza por no estar de acuerdo con la posición expresada reiteradamente por el Gobierno Nacional que reclama la activa y directa participación del pueblo en un auténtico plano de libertad y democracia.
La mesa siguió deliberando en un amplio criterio de concordia y positiva adaptación a la realidad de las circunstancias actuales.
El 1° de mayo, convocada por la Dirección de la Comunidad se llevó a cabo la reunión de las entidades, presidida por el Tte. 1° Rivero con el objeto de determinar la terna de candidatos para integrar el Consejo de la Comunidad de la Municipalidad de Morón, recayendo el nombramiento en los señores Osvaldo Dottori y Argentino Sanzone, como director y subdirector, respectivamente. El 29 de mayo de 1966 se previó la constitución de un Consejo Coordinador de Entidades de Bien Público, versión absolutamente original del que luego se ha dado en llamar Consejo del Sector o Consejo Comunitario Zonal en cada ciudad o villa del Partido y Consejo de Comunidad a nivel municipal con sus respectivos consejos de sector.
Concluido su período, el señor Dottori es reemplazado por Jorge A. Cebey, en tanto José G. Dobalo sustituye al Sr. Sanzone. La permanencia de éstos es breve, pues el 9 de setiembre en sesión de la fecha, el Consejo Local ante la insensibilidad evidenciada por el gobierno municipal en lo que respecta al funcionamiento del Consejo de la Comunidad del Partido de Morón, resuelve su disolución y dispone al mismo tiempo como consecuencia de la medida y a fin de mantener unificada la voluntad de concretar aspiraciones de las distintas entidades, la creación de la federación de éstas, a cuyo efecto convoca a los representantes de las mismas, quienes resuelven ese día la constitución de la federación local. Integraron la comisión provisoria los señores Jorge A. Cebey, Argentino Sanzone y José G. Dobalo que representaban a las sociedades de fomento de los barrios Aeronáutico, Iparraguirre y Martín Fierro, respectivamente.