LAS ESCUELAS DE ITUZAINGO


En todas las épocas la instrucción pública mereció especial atención y el más genuino apoyo de las autoridades, a quienes compete la conducción educativa de la niñez y de la juventud para el pleno desarrollo de sus facultades intelectuales, morales y físicas.
No siempre, empero, la acción del Estado, obstaculizada algunas veces por las dificultades económicas y muchas otras por las interferencias políticas, pudo llegar a cumplir su verdadero cometido. De todos modos, con la ayuda oficial o sin ella, la enseñanza ha alcanzado en Ituzaingó alto grado de madurez, para lo cual con mucho ha contribuido la intervención privada, mediante el aporte de sus numerosos establecimientos escolares de señalada importancia. La acción docente, reforzada, además con actividades para-escolares, es digna de todo elogio; asimismo es empeño de quienes gobiernan estas casas de estudio, forjar en sus educandos las mejores aspiraciones de perdurable trayectoria en los años.
Eficaz y ponderable tarea realizan, a su vez, las asociaciones cooperadoras, cuyos miembros colaboran diligentemente con su tiempo, trabajo personal y dinero.
La primera escuela pública que tuvo Ituzaingó, dos años después de su fundación (1874) y dependiente del Ministerio de Instrucción Pública de la Provincia, fue la Escuela Rural N° 4, sita en Rivadavia y Blas Parera, cuya construcción aun se conserva, ocupada en el presente por una casa de comercio. Su primer maestro fue el señor José Bruschetto y a ella concurrieron los hijos de los primeros pobladores, recordando, entre otros a Cieza, Gaggero, Melano, Pastré, Firpo, Ferrando, Cánepa, Degregori, Zanetti, etc.
Otra escuela funcionó años más tarde en las cercanías de Puente de Márquez en la propiedad del vecino don Zenón Rodríguez, construida, como era costumbre entonces, de adobe y techo de chapas. Las primeras maestras del pueblo, las señoras de Coquet y de Voelklein, que abnegadamente llegaron a ese lugar, fueron realizando su labor con gran ejemplo, apego maternal y verdadera vocación de educadoras.
Iníciase este capítulo de reseña de las escuelas y colegios, que juzgo uno de los más importantes de este volumen, con la transcripción de hermosas palabras volcadas en la primera página del “Album de Oro” de la Escuela N° 6. De éstas he tomado la relación de hechos poco conocidos u olvidados, que reflejan las actividades del establecimiento escolar más antiguo de la ciudad y que hacen por lo tanto a la historia de Ituzaingó.
“Casi con este pueblo he nacido –documéntase en el libro de oro de la escuela. Por estas mis puertas pasaron ya varias generaciones; ya cuento muchos años de vida, pero a la inversa de lo que ocurre a la humanidad, cada año que pasa me rejuvenezco, me agrando y florezco de albos guardapolvos. Aquí, junto a mi puerta dejan los padres lo mejor que tienen en la vida, sus hijos. Los dejan confiados y seguros porque saben que otras madrecitas velarán por ellos.
Quiera Dios que de estas puertas salgan hombres y mujeres de provecho. Si alguno torciera el camino, me sentiría dolorida y avergonzada”. Los delicados pensamientos expresados y aun la queja que es también admonición, sirvan para todas las escuelas y para todos sus alumnos.
En la escuela n° 6, de categoría infantil en sus comienzos y ubicada en el cuartel 3°, las clases se inician con una inscripción de 30 alumnos. El señor Emilio Bellido es su primer director y maestro, toma posesión el 1° de julio de 1883 y continúa en él hasta el 31 de agosto de 1884. En febrero de ese año se designa la primera maestra, señora Adela P. de Bellido. El señor percibía un sueldo de $ 130 y la esposa $ 52, importes que se reducían a la mitad en vacaciones.
El 31 de diciembre de 1885 deja de funcionar la escuela sin darse explicaciones. Sin embargo, dos años después se reanuda la actividad escolar, funcionando en una casilla situada en el cuartel 5°, cedida por don Manuel Rodríguez Fragio. En 1889 sigue figurando como rural. En los años siguientes es trasladada a distintos domicilios: en 1903 ocupa el solar de la calle Santa Rosa 87 que pasó más tarde a dominio de la familia Firpo. En enero de 1907 se cataloga de inferior. Con el aumento de alumnos pasa finalmente a ocupar la casona, remozada de la familia Pastré, en la calle Mariano Acosta, casi 24 de Octubre. Considerándose que el colegio debía tener nuevo edificio, el teniente coronel César Cardoso, destacado y activo vecino de Ituzaingó, hizo las gestiones pertinentes ante el director de la Dirección de Escuelas, obteniendo la aprobación de la construcción.
Y, en efecto, la escuela n° 6 tuvo su nuevo establecimiento, levantado en terreno donado por el fundador del pueblo, en la calle Cánovas del Castillo, llamada luego 25 de Mayo y finalmente Gral. Lucio N. Mansilla. Se inauguró en noviembre de 1905 y tenía cuatro grandes aulas, casa para el director y patio de tierra. En 1909 entró en la categoría de escuela suburbana y desde julio de 1918 como urbana. En 1940 pasa a primera categoría, con más de quince grados. De 1921 a 1926 el número de alumnos crece considerablemente y ello obliga a dividir los salones con tabiques dobles, de arpillera pintada a la cal. Siendo, asimismo, insuficientes las aulas, la directora cede sus habitaciones, pero no se cubren las reales necesidades.
Entonces, por especial disposición de la Dirección General de Escuelas, se modificaron las dimensiones de las aulas, se quitaron los tabiques y se retiró también el viejo portón de rejas de hierro de la esquina de Cánovas del Castillo y Las Heras que daba acceso al patio del establecimiento, efectuáronse refacciones y ampliaciones, teniendo entonces 7 aulas en lugar de 4.
Con aportes de los vecinos se pavimentó un patio mientras que otro lo construyó la Dirección General de Escuelas. Estas obras se realizaron siendo presidente del Consejo Escolar el mayor M. Tagliafico. En 1933, exclusivamente con dineros de colaboradores, se levanta una cocina y un amplio comedor, inaugurándose poco después el comedor escolar, administrado por varios vecinos, a cuyo conjunto podríasele llamar “asociación cooperadora”. Por entonces era consejero escolar don Julio Protto; presidente, Carlos Stefanetti, secretario; Pedro Amoedo y asesor Antonio Morello.
En 1939 dejó de funcionar el comedor por falta de recursos, según apreciaciones de algunas personas, y por algún desacuerdo entre los integrantes de la comisión, según versiones de otras.
La imposición del nombre “General Bartolomé Mitre” data del 2 de diciembre de 1934. El acto, coincidente con la fiesta de fin de curso, dio motivo a una brillante ceremonia. A pesar de lo inestable del tiempo, el programa se cumplió en el patio, debajo de la frondosa arboleda, con la concurrencia de autoridades y mucho público. El señor Mariano de Vedia que asistió en representación de la D.G. de Escuelas de la Provincia, en su discurso evocó al gran patricio.
Por su parte, el señor José F. Santamarina, inspector de la zona, expresó: “Desde hoy esta santa casa de la educación del niño ha de vivir al amparo de los hábitos de tan selecto espíritu y al proyectarse su recuerdo sobre estos muros, ha de brindarles una espiritual tutela y una santa custodia para que jamás manos profanas interrumpan el ritmo de su sagrada misión democrática y cultural”.
También hablaron el señor Federico N. Spinoza, presidente del Consejo Escolar, el director Señor Morello y la vicedirectora, señora Luisa Rojas Aguilar de Barabino. Tras declamaciones poéticas interpretadas por Esther A. Chierico y el niño Ricardo Passano, se descubrió la placa de bronce que se halla en el vestíbulo sobre Olazábal.
Siendo directora la señora de Barabino, una comisión de vecinos, presidida por el mayor B. Arena, propuso la colocación de un mástil. Por divergencias entre la comisión y la directora interina, se suspendieron las diligencias pertinentes hasta producirse el pase de ésta a otra escuela. El 24 de setiembre de 1940 tomó posesión la señora Helena de Ballesteros, y en noviembre se inauguró el mástil.

El 6 de julio de 1941, presidiendo la asociación cooperadora el Dr. Idélico L. Gelpi, se dan por terminados los trabajos de modernización y arreglos del antiguo campo de deportes, desarrollándose un nutrido programa de actos. El 28 de mayo de 1944, con la actuación de la directora señora Josefina Bibán de Márquez, se funda la agrupación de ex alumnos, nombrándose presidente el señor José Carlos Castro.
Depara la institución satisfacciones no previstas: la implantación de una escuela nocturna con enseñanza gratuita de contabilidad, inglés, francés, apicultura y enseñanza primaria para adultos. Ciertamente una universidad popular. Concurren dos analfabetos de 40 años de edad. El teatro de títeres “Maravillas”, obra del maestro Alberto Larrambehere, presenta su primera función el 21 de setiembre de 1945. Por renuncia del maestro, pasa a manos del ex alumno Julio Grigera. En la época de Morello se contaba con la huerta que renace luego; cada grado tiene su parcela para el correspondiente cultivo.
Al año siguiente se recibe la visita del Director General, profesor Armando Picarel. Vistas las necesidades de la escuela, solícitase y se obtiene la aprobación del proyecto de ampliación presentado el 5 de agosto de 1943. Cuando debía concretarse la obra, la Dirección General de Asuntos Legales negó su realización porque debía construirse en terreno fiscal. Ahondadas las averiguaciones, el solar resultó ser de propiedad municipal, llegándose a escriturar después de innumerables gestiones, con media cuadra de ancho por una de largo y tasadas estas tierras a razón de 58 pesos la vara cuadrada.
El día 11 de setiembre, Día del Maestro y del Arbol, la escuela concurre a la Colonia de Crónicos General Martín Rodríguez, donde se planta un ceibo en homenaje a Sarmiento, admirador y propulsor de la flora autóctona y se entrega una placa de mármol con leyenda alusiva. El 11 de octubre de ese año, Día de la Madre, nueva visita a la Colonia, llevando a los asilados prendas tejidas por manos de niñas del colegio como homenaje de ese día a las madres que allí se encuentran y que no tienen la dicha de recibir el beso cariñoso del hijo o la hija en esa jornada de tan emotivo recuerdo.
Y continúan las visitas: con motivo de recordarse el 75 aniversario de la fundación del pueblo, es visitada la señora Amalia Rodríguez de Morán, nieta del fundador; luego excursión a la Escuela Naval Militar de Río Santiago; más adelante a la Base Aérea del Palomar.
El diario “La Nación” reseña la actividad local y La Tribuna señala el éxito de los festejos organizados por la Sociedad de Fomento. La señorita Alicia Pucciano Bird, bisnieta de don Rodríguez Fragio, recitadora, actúa en horas de la noche ante diez mil personas apretujadas desde Zufriategui a Mansilla. Se quejan fuegos artificiales y se da cine al abierto. El 4 de diciembre de 1947 la Asociación de Alumnos agasaja a la señora América G. de Hecht, modelo de maestra con 17 años de servicios y asistencia perfecta.
El 26 de junio de 1948 se coloca en la dirección un retrato al óleo de Mitre ejecutado por el pintor Emilio Carpanelli. Se recibe otro, con dedicatoria escrita por el prócer, donación de la familia Diceste.
En febrero de 1949 se retira, jubilada de oficio con 25 años de actividad docente, la señora Josefina Bibán de Márquez.
Mientras, para permitir la reedificación de la vetusta casa, la escuela funciona en una finca de la calle Soler, frente a la de Sarandí. En 1953, en moderna obra de dos plantas, con amplios salones, patios cubiertos, galerías, cómodas dependencias, magnífico salón de actos y casa para la directora, retórnase a Las Heras y Mansilla.
El edificio fue entregado oficialmente en 1959 presentando a pesar de ser numerosos defectos y vicios de construcción, los que fueron agravándose sin que se tomara la intervención necesaria de parte de las autoridades escolares. La Asociación Cooperadora, de su peculio, proveyó entonces a las exigencias más apremiantes para la conservación de la escuela.
Durante muchos años debió destinarse buena parte de los ingresos para atender reparacione3s generales, desviándose el destino de los fondos recaudados pero no hubo nunca otra manera de resolverlo, pues la ayuda oficial fue siempre escasa y tardía.
El 24 de noviembre de 1959 se crea el Museo Escolar Florentino Ameghino con el objeto de colaborar en la formación de los alumnos. Dos años más tarde, se funda la Asociación de Madres, instituida con el propósito de prestar amplio apoyo al niño, además de cooperar en el plano cultural y en otras actividades. Con motivo de cumplir 25 años en la entidad se entregan sendos pergaminos a los señores Emilio Belbussi y Pío Fernández, designándoseles además socios honorarios. El 20 de octubre de 1963, al celebrarse los 80 años de creación de la escuela, es recepcionada la obra.
“La primera lección” del escultor local Luis Narbondo, por la extraordinaria ternura que fluye de ella fue consagrada a la Madre. El señor Antonio Parodi en nombre de “La Paleta Decimal” ofrece el mural del artista Emilio Carpanelli; la Asociación Cooperadora y la promoción de sexto grado entregan placas recordativas. La Escuela, por su parte, obsequió medallas a ex alumnas de los cursos de 1884, 1889 y 1890. Con palabras llenas de emoción habló la ex maestra señora América G. de Hecht: “Llevemos –expresó- nuestra mirada retrospectiva hacia 1883. El 1° de julio un joven maestro de la pluma y la palabra, el señor Bellido, pone una nota bíblica en la zona donde llega con unción de peregrino, saturado de responsabilidad, a cumplir la consigna. ¡Ochenta primeros años! Cuántas veces se ha repetido el júbilo de arribar a las puertas de esta benemérita escuela, predestinada, entre cuyos muros se vive, no la verdad sino la emoción de la verdad, guiados por directores probos, insobornables, en un ambiente de labor equitativa, comprensión y tolerancia. Expuesta como todo lo creado a mutaciones, resurge una y otra vez; así después de ocho décadas, se presenta airosa, vestida de gala, provocando esta movilización de paz para que la admiren siempre joven, siempre viril.
Por eso, asomada a la ventana de la vida desde aquellos modestos locales de los aledaños, desde la chata casona de amplias galerías y paradisíaco patio arbolado, desde esta mansión con fisonomía de monasterio, llama al pobre, al potentado, al débil, al fuerte, al paria, al rebelde, para valorizarlo, confortarlo, salvarlo con su vasto acervo pedagógico. De ahí que su balance, frisando el siglo, requiere dos palabras, misión cumplida. Por ende hoy, sin una deserción, exclamamos reverentes y agradecidos, feliz cumpleaños, querida Escuela n° 6 deItuzaingó, doctora de civilización”.
Seguidamente se transcriben párrafos del discurso de la ex alumna Beatriz E. Visillac de Ayerbe: “Yo, que he vivido a su amparo mis días de alumna en todos sus grados y mi trayectoria de maestra durante 26 años de labor hasta llegar como secretaria al momento actual, lo hago con la emoción que brota cuando se hojea el libro de los recuerdos y se aspira el perfume sutil de los años pasados. Hoy, como ayer, hay algo dulce, nuevo y bueno en el ambiente que se respira en ella, algo que está saturado de estudio, ternura, paciencia, inocencia, lucha, debilidad y fuerza. Queremos que ayude a la humanidad a conservar su alma para defender su razón…”.
Por su parte la directora, señorita Elsa Elina Juárez, al descubrirse en la mañana la obra “La primera lección”, manifestó: “En la belleza de este grupo escultórico se plasma el concepto de eternidad y amor que es la madre; ella es el cariño renovado, la dulzura del recuerdo, la ternura de las horas de la infancia, la sonrisa comprensiva frente a nuestras travesuras de niños y nuestros errores de adultos. Con luz de cien estrellas se ha de formar la lámpara que ilumine el rostro venerado de la madre, con todas las voces que broten del alma ha de rimar el verso que ruegue por ella, que clame por ella…”
En marzo de 1964, se descubre una obra del artista Antonio Parodi en el patio cubierto próximo a la calle Olazábal, se trata de una pintura mural de extraordinarias dimensiones, una vista panorámica, en la que se encuentra centrada una escuelita rural. En octubre de 1965, quedan inauguradas nuevas obras, nuevo mobiliario y el escenario del salón de actos, trabajos llevados a cabo por la Asociación Cooperadora, la creación de la biblioteca escolar de consulta y estudio.
Se reiteran en 1971 las visitas a cultores de las artes afincados en ésta y grupos de alumnos son recibidos con beneplácito por los pintores Parodi y Carpanelli y por el profesor Juan Carlos Moreno, entre otros. Con ahínco se trabaja en los grados y demás actividades de la escuela; lo realizan con entusiasmo los niños, secundados con primor por sus maestras.
La Escuela n° 2, creada el 16 de setiembre de 1909, tuvo su primera ubicación en la calle Olivera y Mariano Acosta y actualmente en la calle Arengreen esquina Rivadavia. Su patrono es José Manuel Estrada.
Desde 1955 con dinero de los miembros de la Asociación Cooperadora, por su trabajo y desvelo, se llevan a cabo obras de importancia, la construcción de cuatro aulas, la adquisición de elementos didácticos y las refacciones que requería el deficiente estado general de la casa.
Meritorio quehacer, digno de ser imitado, es lo realizado por un grupo de padres y el propio director, señor Oscar Martín. Como justo reconocimiento se les entrega una medalla recordativa en solemne acto el 10 de setiembre de 1960, al tiempo que la Secretaría de Marina dona una bandera de ceremonias.
En junio de 1958, se agasaja a la señorita Kidda A. Cordon con una medalla de oro, señalándose la ejemplaridad que trasciende de la circunstancia de haber cumplido doce años consecutivos de labor en la escuela sin registrar un solo día de ausencia o falta de puntualidad. En 1961 se inauguran tres paneles pictóricos ejecutados por los artistas Emilio Carpanelli, Antonio Parodi y Mauricio Castillo, representando el Fuerte de Buenos Aires, la Pulpería “La Paloma” y el Descubrimiento de América, respectivamente.
El 19 de octubre de 1963, se entronizan los bustos del general San Martín y de José Manuel Estrada, el primero ejecutado por Luis Narbondo y el segundo por Juan B. Supervielle. El busto del Gran Capitán tuvo el privilegio de ser expuesto en el Salón Sanmartiniano 1950, con motivo del centenario de la muerte del prócer.
Continuando con las tareas que el director y los miembros de la Asociación Cooperadora se impusieran, renovadas las instalaciones escolares, al finalizar el año 1966 se inicia la construcción acelerada de una nueva aula, con el propósito que la escuela pueda ser definitivamente habilitada al comienzo del curso lectivo siguiente. En esta escuela funciona, en clases nocturnas, la de Adolescentes y Adultos que lleva el número 52 y el nombre de José J. Berruti.
En 1958, en terreno donado por la Sociedad de Fomento Gral. San Martín, calles Haití y Paul Groussac, bordeado el lugar por el arroyo Saladero Chico, se inicia la construcción de la escuela n° 46. La obra queda paralizada por más de un año en razón de los mayores costos, provocando la demora serio perjuicio a gran número de escolares, obligados por ello a concurrir a otros establecimientos alejados de sus domicilios o a institutos de enseñanza privada.
La anormalidad se extendió por un tiempo, aun cuando los trabajos fueron completándose. A fines de diciembre de 1962, según manifestaciones recogidas en el vecindario, el magnífico edificio estaba casi en condiciones de ocuparse, pero la proximidad del arroyo causó alarma entre los padres, puesto que en época de lluvias era grande el caudal de aguas y frecuente el desbordamiento. Su canalización y cobertura se trató varias veces en la Legislatura Provincial, sin que en ningún momento tuviera principio de ejecución.
En las esferas escolares, a la construcción se le llamó “escuela fantasma”, porque su existencia se declaraba, era oficialmente ignorada por el Ministerio de Educación. Como corresponsal de “La Nación” en un artículo aparecido el 3 de noviembre de 1962, hice el comentario del caso. A continuación las autoridades ordenaron la inscripción de alumnos para el curso lectivo de 1963, asignándosele el n° 84 a la citada escuela.
El nombre de Paul Groussac, en homenaje al ilustre historiador, se le impone en 1967 en acto que presiden sus descendientes y un representante de la Embajada de Francia. En la ocasión se denominó Constancio G. Vigil a la biblioteca escolar, apadrinada por la Editorial Atlántida. Con los discursos de la directora Dora Ilda Gaillardent de Fernández y del profesor Jorge D. Thévenin, quedó inaugurado el busto de Groussac, realizado por Juan B. Supervielle.
La Escuela n° 13 está ubicada en las calles Concejal Nicolás Defilippi y Oribe, designada con el nombre de José Hernández. Fue fundada en el año 1906 y su piedra basal bendecida en 1915. Las clases que dictaban dos esforzadas maestras procedentes de la Capital Federal se iniciaron en la casa de don Celestino Galluzzi. Más tarde se daban en una finca de la calle Colonia entre Artigas y Chilavert, y luego en el club de la villa y finalmente en su sede actual. Su primer pabellón nacional del año 1936, es reemplazado por otro en julio de 1964. La enseña y el cofre fueron donados por la Intendencia Municipal de Morón.
La escuela n° 50 fue creada el 24 de abril de 1955 y por espacio de varios años, desde 1961, funcionó en tres turnos en la sede de la Sociedad de Fomento Santa Rosa, situada en el Triángulo, calle Berlín 3870. Vecinos del lugar, constituidos en consorcio, emprenden la construcción de la nueva casa en diciembre de 1964, sobre terrenos donados por la VII Brigada Aérea, en la calle Lacarra entre Gral. Arena y Burucuyá, con una superficie de 2.500 metros cuadrados. Su patrono es Carlos M. de Alvear. En marzo de 1967 se realiza un gran acto con motivo del techado del espléndido patio, que será utilizado asimismo como salón de actos. Finalmente, los animosos hombres de la institución cooperadora ven coronada su máxima aspiración, la escuela para sus hijos, realidad que tantas veces sintieron hacerse polvo entre los dedos.
Fundada en 1961, la escuela n° 68 ocupa parte del viejo casco (de un siglo de existencia) de lo que fuera la estancia Cina-Cina de la familia de Raúl Alejandro Mihanovich, y hoy propiedad de la Asociación del Personal de Aeronáutica. Es una extensa fracción de tierra de 348.700 metros cuadrados, comprendida entre las calles Pringles, José M. Paz, Pedro Zanni y Brandsen. Por tratarse de una vieja casona fue necesario efectuar algunas reparaciones, dividir ambientes con tabiques prensados y construir un patio cubierto, trabajo efectuado mediante los generosos aportes de vecinos y padres de alumnos. En 1965 recibió la bandera de ceremonias, apadrinando el acto el conocido filántropo don José Roger Balet, quien, además, tomó a su cargo la formación de un parque infantil. Fueron padrinos la señora Mónica Mihanovich y el señor Hipólito Aiscorbe.
El Ministro de Educación tiene la posesión a su nombre de una reserva de 6053 metros en pleno espacio verde, y en la cual, en fecha próxima se levantará la escuela que el Barrio Aeronáutico reclama. Es su directora la señora Aurora M. de Siciliani, infatigable docente, de meritoria y destacada actuación.
La Escuela n° 49 funcionó en los primeros años en una casa cedida por la Unión Trabajadores Gastronómicos en la calle 30 de Agosto 1928. En octubre de 1962 se gestiona la construcción del nuevo establecimiento por el sistema de consorcio, ubicándolo en Los Laureles 955. En octubre de 1971, en colaboración con la escuela n° 60 se realizan las Ferias de Ciencias, notables muestras de la actividad de los alumnos. Se fundó el 2 de agosto de 1955 y bautizada con el nombre de Abraham Lincoln.
Sita en Rivera entre Castelar y Santa Cruz, está la escuela n° 59. Su nombre es Tambor de Tacuarí, fundada en 1960 y de construcción precaria. El 1° de agosto de 1965, luego de un intenso trajinar de su directora señora Aurora M. de Siciliani de la Asociación Cooperadora y de la Junta Vecinal y asimismo del senador Gregorio Macho Vidal, pudo concretarse la edificación de dos nuevas aulas y de otras mejoras que cambiaron la calamitosa fisonomía de esta escuela. Apadrinó el Rotary Club de Ituzaingó.
En terrenos fiscales, donados al efecto en la intersección de las calles Caaguazú y 24 de Octubre, el 26 de noviembre de 1961, colocóse la piedra basal para el nuevo edificio de la escuela n° 60, acto patrocinado por la Escuela de Mecánica de la Armada, le fue impuesto el nombre de Comandante Luis Piedrabuena. Fundada en 1960, funcionó anteriormente en locales de la Sociedad de Fomento San Antonio, Olivera 2160.
El 6 de marzo de 1969 quedaron inauguradas en la calle Fernando Fader 2258 las aulas de la nueva escuela n° 94, cuya instalación débese a la Sociedad de Fomento del Barrio Iparraguirre. Se concretó mediante el aporte de amigos. El futuro edificio, por el sistema de consorcio, se levantará en terreno de la calle Villegas 2263, entre Espejo y Quirós.
La escuela n° 97 funciona en León Bloy y Fleming, barrio Villa Alberdi. El 1° de agosto de 1971 con los auspicios del Club de Leones quedan inauguradas dos aulas, las que se bautizan con los nombres de eminentes figuras del magisterio, Víctor Mercante y Ernesto Bavio.
En las calles San Justo y Dr. Albert Schweitzer en la zona de Grande Bourg, se halla la escuela n° 28, que lleva el nombre de Grand Bourg y tiene como fecha de fundación el 10 de junio de 1948. El techado del patio se realizó por cuenta de la Asociación Cooperadora.
La escuela Antonio Zinny n° 35 sita en el Barrio San Juan, calle Gervasio Pavón 3698 fue fundada el 28 de abril de 1953. En la misma funciona la Escuela de Adolescentes y Adultos, designada con el n° 92.
En Holanda entre Videla y Medina tiene su asiento la escuela n° 46, ubicada en sus comienzos en la escuela n° 84, denomínase Javier Muñiz y fue fundada el 3 de abril de 1954.
El 1° de mayo de 1956 fundóse la escuela n° 48, cuyo nombre es Fragata Presidente Sarmiento. Se levanta en la calle Williams Morris 3597.
En Mistral y Antofagasta  se halla la escuela n° 61, creada en 1960. Tiene el nombre del fundador de Ituzaingó, Manuel E. Rodríguez Fragio. Luego de intensas luchas y el decidido apoyo del vecindario del barrio Villa Irupé se alcanzó a levantar el edificio.

La escuela n° 76, aun sin nombre es de reciente fundación.

INSTITUTOS PRIVADOS
Madre Sofía Bunge. Fue Mons. Antonio Rasore, celoso párroco de la Basílica de Ntra. Sra. De la Merced de Buenos Aires desde 1875 a 1929, año de su muerte, un sacerdote de condiciones excepcionales, creador de colegios parroquiales e institutos religiosos para la educación de las niñas y fundador de la revista mariana “La Buena Lectura”. De él dijo el presbítero Juan Bernardino Lértora, capellán de la Armada Nacional: “Hay hombres que son insustituibles. El molde que funde personalidades como la de don Antonio Rasore, se rompe y no produce otro ser igual”.
El 1° de agosto de 1889 con la inspiración de monseñor Rasore nace la congregación de las Hermanas de la Merced del Divino Rostro, que hoy cuenta con varias e importantes casas en la República Argentina y en el Uruguay. En 1941, el espíritu batallador del prelado alienta a la Reverenda Madre Sofía Bunge para la apertura del establecimiento educativo que se levanta en la avenida Santa Rosa 220. Se trata de un soberbio edificio de dos plantas: la alta, como casa de formación y la baja para el funcionamiento del instituto. A su lado, en el ángulo nordeste se encuentra la hermosa y elegante capilla. La construcción se halla emplazada en la manzana comprendida por las calles Santa Rosa, Olazábal, Olavarría y Mansilla, totalmente de propiedad de la Congregación Mercedaria. En 1955 se anexó la escuela de magisterio y en 1960 con asistencia de la Revda. Madre Generala, se efectuó la solemne entrega de diplomas a las primeras egresadas.
En 1966 la Asociación de Padres que presidiera el Cnel. Luis Galliano propició la construcción de un salón de actos, obra considerada de capital importancia para el colegio y consistente en la cobertura parabólica del patio interior con una superficie de 400 metros cuadrados.
La bendición del salón y de las banderas argentina y pontificia, destinadas a la capilla, dio realce a las ceremonias.
El paso por esta casa de estudios de la Madre Sofía Bunge quedará imborrable. Se distinguió como religiosa y extraordinaria educadora cuya acción cultural benefició a numerosas jóvenes estudiantes. Su estatua, obra del escultor O. Gabrielli Barsanti que se encuentra a la entrada del colegio, perpetúa el recuerdo de la benemérita sierva de Dios. Desde hace muy poco tiempo sus restos descansan en el templo anexo al Instituto de la Sagrada Familia de la calle Artigas 1276 de la ciudad de Buenos Aires que la religiosa dirigió durante treinta y ocho años; asimismo paralelamente y por igual período, gobernó la Congregación Mercedaria.
En oportunidad un distinguido sacerdote de la Ciudad de Buenos Aires, Mons. Eusebio Speroni me refería acerca de la ayuda prestada por Mons. Rasore a las Hermanas, aunque sin poder precisar el año del hecho. Contra su costumbre, pero con la certeza que un billete de lotería podría favorecerlo, compra un entero de la jugada de Navidad (el premio mayor en aquellos años era de un millón de pesos).
Y su número fue el premiado don Gaspar Cornile, su amigo gerente general del Banco de la Nación Argentina se encargó del cobro del billete, pues a Mons. Rasore le pareció impropio presentarse en persona a recibir el importe. El dinero fue entregado totalmente a  las Hermanas y de ese modo pudo edificarse el colegio de la comunidad de la calle San Juan 1774, de Buenos Aires, que lleva el nombre de Rosa A. Ibáñez.  Fueron superioras las hermanas Benigna Sarancho, Carolina Menin, Paulina Garbarino, Cándida Torres y Ernestina Browner, la actual, con la cual colaboran eficazmente las hermanas Flavia y Escolástica. Las hermanas Joaquina Ramallo y Clementina Roldán, respectivamente, dirigen el secundario y el primario. A cargo de alumnas de los años superiores se edita la revista “Mundo Joven”.

Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús. En noviembre de 1940 se funda este instituto, estableciéndose en el predio de las calles Rivadavia, Int. Pérez Quintana, Lavalle y Anchorena. Los cursos secundarios del magisterio se inician en 1961 siendo éste el primer colegio de ese ciclo totalmente gratuito en la localidad. Tuvo un comienzo de vida humilde, siendo bastante escaso el número de alumnos, pero la escuela con la ayuda de la Liga de Padres, siguió creciendo. Con la misma cooperación económica se llevaron a cabo grandes mejoras materiales.
Allí las niñas se van formando en un clima de apertura y sinceridad que hace3 palpar día a día sus riquezas y posibilidades como mujeres y como futuras maestras. En ocasión de una semana vocacional para alumnas de colegios religiosos de la zona, las jóvenes de este establecimiento descollaron por la seguridad con que expresaban y vertían sus opiniones, sorprendiendo grandemente a los dirigentes del certamen.
La primera promoción de maestras normales tuvo lugar en diciembre de 1966. Con motivo de cumplirse los 25 años de fundación se efectuó la colocación de una placa recordativa, entregada a la escuela por la Asociación de Padres.
En julio de 1962, la Secretaría de Marina donó la bandera de ceremonias. Su representante, teniente de navío Luis A. Ballesi expresó al hacer la entrega: “Admirable obra silenciosa de la Congregación, generosamente desarrollada, sacrificando descanso y bienes, ampliando la prédica de la pobreza y magnanimidad”.

Escuela Parroquial e Instituto Técnico Industrial San Judas Tadeo. En octubre de 1959, con el objeto de secundar el proyecto de construcción del colegio parroquial, como centro de cultura integral, se constituye una comisión de damas y caballeros tendiente a obtener los fondos necesarios para dar comienzo a los trabajos a realizarse en terrenos de dominio de la Iglesia, con frente a la calle Olazábal.
En julio de 1960 la Secretaría de Obras Públicas de Morón aprueba los planos respectivos, ejecutados por profesionales especializados con la intervención del señor Joaquín Manso y colaboración de la empresa Geopé S.A. Las obras se efectuaron en distintas etapas con la dirección técnica del señor Federico G. Garrido Oromí.
La piedra fundamental fue bendecida por Mons. Juan A. Presas el 26 de noviembre de 1960, asistiendo al acto en representación de la Dirección de Escuelas de la Provincia, el profesor Jorge A. Ocón.
Inmediatamente se inicia la matriculación de alumnos. La construcción avanza rápidamente y el 1° de marzo de 1961 dan comienzo las clases. Monseñor Raspanti concurre a bendecir las dos primeras aulas que reciben los nombres de los dos primeros párrocos de San Judas Tadeo, José A. Villalonga y Santiago A. Rava. La señora Esther F. Imboden de Lucchini es elegida directora del establecimiento.
En períodos siguientes continúan los trabajos y se agregan nuevas aulas. En 1964 se habilitan otras dependencias y el salón de actos, éste construido con el generoso aporte de la señora María Luisa Wolman de Soulignac. El 28 de octubre de 1966 se descubre una mayólica de gran tamaño ejecutada por el señor Carlos Benvenuto, representando la bendición de la bandera por el canónigo Gorriti. El 27 de agosto de 1965, festividad de San José de Calasanz, patrono de las escuelas primarias de la República Argentina, se entroniza su imagen y un aula recibe su nombre.
En fecha más cercana se ha creado la biblioteca, disponiéndose además la compra de abundante material didáctico y trasladando a nuevos salones la dirección y secretaría.
Concluida la primera etapa de un programa educativo, es decir terminada definitivamente la construcción de la escuela primaria y liberado monseñor Novak de toda deuda, sin ninguna demora se dispone el señor cura a ejecutar la segunda parte, otro plan de obras no menos ambicioso que el anterior, como es levantar sobre lo ya edificado y en otros espacios libres de los terrenos parroquiales una escuela técnica industrial. Ituzaingó carecía de una casa de este género y nada más oportuno que crearla, llenando así una sentida necesidad para la juventud del lugar. La Unión de Padres toma razón de ello y se aboca rápidamente a organizar reuniones benéficas para allegar dinero que posibilite colaborar en la realización de un proyecto de tamaña magnitud.
Habilitadas en agosto de 1969 la rectoría, la secretaría y un aula, se da principio en terrenos linderos a la escuela n° 6 a la edificación de locales destinados a taller y baños. En otro sector contiguo a la institución AUPI, encontramos ya al tope la estructura de cemento para la sala de máquinas, laboratorio y oficinas. También en esta oportunidad la obra se levanta con la sola colaboración de la feligresía y se ejecuta en consonancia con las disciplinas que en el instituto se imparten y conforme a las reglamentaciones vigentes al respecto. Corresponde aquí destacar la contribución brindada por las firmas intervinientes: Geopé S.A., los Hermanos Román y Garrido Oromí.
Así como se ha narrado, en un terreno otrora yermo, se construyeron 2300 metros cuadrados de edificación con un costo actual (1969-1971) que supera los sesenta millones de pesos moneda nacional. Por expediente 42187/69 la Superintendencia Nacional de Enseñanza Privada dispuso en la oportunidad incorporar oficialmente a partir del año lectivo 1970, el Instituto San Judas Tadeo, sección Técnica, del cual fue designado director el ingeniero Antonio J. Marcó. En 1970, en solemne acto se efectúa por monseñor Raspanti la bendición de las ampliaciones del Instituto y de la bandera de ceremonias donada por el Rotary Club local. Paralelamente se descubrió una placa de la Asociación Amigos del Instituto de adhesión a monseñor Francisco Novak.
Concurren a la escuela jóvenes de localidades vecinas: Morón, Castelar, San Antonio de Padua, Merlo, Moreno y San Justo.

Escuela Modelo Gral. Belgrano. Es este el más antiguo instituto adscripto sito en un amplio solar de la calle Alvear 1075. Su primitiva ubicación fue en una casa de las calles Alvear y Las Heras, en la que se impartían clases de gimnasia correctiva y de educación física por su dueño, Dr. Jovino Florencio Suárez Vela, contando con la colaboración de su esposa profesora Lina C. Ballone.
Iniciadas las actividades en 1950 y habiendo el pueblo respondido en un tono superior a lo estimado, en 1954 se traslada a la actual sede, incorporando el jardín de infantes y el colegio primario con una inscripción inicial de 80 alumnos.
El sostenido favor que le brindó la población permitió continuos ascensos: en marzo de 1957 se crea el curso secundario con una división de primer año del ciclo básico; al año siguiente se inicia la sección Comercial y en años posteriores el Bachillerato Superior y el Magisterio. El 1° de marzo de 1963 se abre el anexo Castelar que funciona en la calle Gobernador José Arias 3550 de esa localidad. La actividad deportiva de ambos colegios se desarrolla en su propio campo de deportes de la calle Lavalle 1275 inaugurado en 1967.
Está incorporada la escuela al Ministerio de Educación de la Nación y al Ministerio de la Provincia de Buenos Aires. Los primeros maestros y bachilleres egresan en 1961 y en 1962 los primeros peritos mercantiles. Hoy tiene 2000 alumnos de los cuales 900 pertenecen al ciclo secundario y 1100 al primario. Su personal docente de sólida preparación científica y pedagógica, graduados universitarios, profesores y maestros normales, afirman el creciente progreso de esta casa de estudios. En su oportunidad colaboraron con el Dr. Suárez Vela, el Dr. Fredy S. Croner, graduado de ciencias económicas y egresado de las universidades de Berlín y Koenisberg, el profesor Raúl J. Peña y como siempre su señora esposa.
En 1966 el Instituto pasa a manos de un Consejo Directivo; es su representante legal el profesor Tancredi Cerenza del cual depende toda la administración del establecimiento y sus relaciones con los poderes públicos: es director general el profesor Oscar R. Peña. Sesenta profesores integran el Cuerpo docente y el auxiliar (preceptores y ayudantes de gabinete) está compuesto por diez personas. Cincuenta y una maestras especializadas tienen a su cargo la educación primaria.

Instituto Belgraniano. La filial local fue fundada el 19 de junio de 1970 con la presencia de numerosas autoridades. El acto se realizó en el Colegio Gral. Belgrano, con la bendición de nuevas banderas. Al recibirlas usó de la palabra el profesor Oscar R. Peña y luego lo hizo el profesor Oranaz, quien se refirió a la trayectoria de la insignia patria. Finalmente habló el profesor Enrique García Rossi, en nombre del Instituto Belgraniano, declarando además inaugurada la filial.

Colegio Comercial y Escuela Nacional de Educación Técnica n° 1 AUPI. En noviembre de 1963 en solar de la calle Olazábal 870, cedido por la Municipalidad de Morón del Concejo Deliberante, de la Presidencia de la Nación y de la Lotería Nacional de Beneficencia y Casinos, y también de los vecinos, que aportan generosamente. La inauguración con la asistencia de altas autoridades se realiza el 25 de mayo de 1964, revistiendo el acto trascendencia de elocuente significado. La inscripción fue de 153 alumnos, 76 varones y 77 niñas comenzando las clases en marzo del mismo año. Es designado rector el profesor Hugo M. E. Rodríguez Planes.
Cabe destacar la importancia de la edificación ejecutada con la dirección técnica de los profesionales Dino Vivián y Darío Frigiotti consta el edificio de tres plantas, con un total de 3000 metros cuadrados de superficie cubierta.
La primera promoción de peritos mercantiles se verificó en diciembre de 1968 y a la fecha, incluyendo los egresados de 1972, recibieron el título 300 alumnos.
En diciembre de 1965, en sus instalaciones, efectuóse la Fiesta de la Gratitud, con la cual se tuvo el propósito de reunir en la escuela a los antiguos pobladores de Ituzaingó en un agasajo colectivo de reconocimiento. Se hicieron presentes tradicionales familias afincadas en la ciudad casi desde sus albores. A ellas en particular se debe el progreso de este lugar, pues con perseverancia y trabajo supieron transmutar la fisonomía de la villa y aun la idiosincrasia de sus habitantes. El feliz encuentro se ha ido repitiendo en años siguientes para recordación de hechos del tiempo joven y del tiempo maduro, acontecimientos que en cada época hicieron a la vida laboriosa y social del pueblo.
No concluido aún el edificio del colegio comercial, la Asociación pide a las autoridades municipales el único terreno libre existente en la manzana, sobre la calle Mansilla, con el objeto de establecer allí una escuela técnica. El pedido fue censurado por el periodismo e instituciones, por cuanto en el predio aludido se estimaba que debían construirse, sin nuevas dilaciones, las dependencias para el Correo, el Registro Civil y la Delegación Municipal. Sin embargo, AUPI recibió el solar y comenzó a levantar la Escuela de Capacitación Técnica y de Oficios mas no encontrándose en condiciones de proseguir las obras por sus propios medios y habiéndole Enseñanza Privada negado la incorporación, realiza una cesión al CONET que se hace cargo, en efecto, de la terminación del edificio.
Mientras las publicaciones “Ciudadano” de Ituzaingó y “Para Usted” de Moreno examinan los hechos y juzgan que no se ha analizado exhaustivamente la situación por las autoridades del Municipio y del Conet y exhortan a una investigación. El señor Obispo, por su parte, en el carácter de administrador de los bienes pertenecientes a templos y colegios de la diócesis, conjuntamente con las autoridades del Instituto Técnico San Judas Tadeo, se entrevista con el ingeniero Luinor E. Vilches, presidente del Conet, reclamando por la implantación en edificio colindante de otro instituto de igual naturaleza al de San Judas Tadeo, ya con tres años de funcionamiento.
El Ing. Vilches propone en cambio a Mons. Novak nacionalizar el Instituto pasando a integrar la Escuela Nacional de Educación Técnica n° 1 de Ituzaingó, es decir incorporar su escuela a la escuela similar de AUPI y formula, además, erróneas apreciaciones acerca de la oposición interpuesta por el Instituto San Judas Tadeo y le infiere gratuitos agravios al referirse a mercantilismo educacional del Instituto, sin conocimiento alguno del gobierno y finanzas del mismo. Como era de suponer por razones obvias, la propuesta del Sr. Vilches fue desestimada. La impugnación no fue atendida y el 30 de diciembre de 1971 se firmó en el Palacio Municipal de Morón un acuerdo para la creación de la Escuela Nacional de Educación Técnica.
Corresponde consignar para dejar aclarada la parte cuestionable del asunto que nadie discutió la apertura de otra escuela, que hubiera sido desatinado, pero sí se sugirió la conveniencia de ubicarla en otra zona para mayor comodidad del estudiantado y a la vez propender al desarrollo de otro barrio de la ciudad, pero el doctor Corrales, hombre sagaz y empecinado, desde el momento de elevar la petición del predio solo tuvo por finalidad despojar de él a tres dependencias oficiales, que en forma conjunta, en un mismo terreno debían edificar sus propias sedes y además, competir deliberadamente con la Escuela Técnica San Judas Tadeo, su vecina. El 24 de marzo de 1972, quedó inaugurada la Escuela a la cual se le impuso el nombre de República del Paraguay cuando pudo denominarse, por ejemplo, Centenario de Ituzaingó!” ya que era el acontecimiento del año.
El profesor José O. Azerrat es el rector del Colegio Comercial y primer rector del Instituto Técnico el profesor Angel Alvarez Pérez.

Instituto José Manuel Estrada. En setiembre de 1959 se constituye la Cooperativa Escolar José Manuel Estrada que presidiera el Dr. Cándido Gamundi con el fin primordial según comunicado de su Consejo Administrativo, de dotar a la localidad de una casa de estudios en la que la Juventud pudiera formarse en los principios que alentaron aquellos hombres que, imbuidos de una profunda convicción humanista y cristiana, formaron la Argentina. Su primer acto fue adquirir el inmueble de la calle 24 de Octubre 569, de propiedad del Club Santa Rosa, inaugurándose en solemne acto en marzo de 1960. Es colegio nacional y comercial con ciclo básico para adultos, pero paralelamente funcionan los grados primarios. Su primera directora fue la profesora María Julia Bernard.
El 29 de enero de 1961 el Consejo de Administración resuelve la venta del activo y pasivo de la Cooperativa a una sociedad anónima. El instituto reinicia entonces sus actividades, bajo una reestructuración integral, designándose rector al profesor Jorge E. Fiocchi, de la Universidad de Morón, y como directora de la sección niños a la maestra normal señora Nefel Picarel de Lafleur.

Instituto San Francisco Solano. Es el resultado de un ofrecimiento a la comunidad de Ituzaingó de parte del doctor Bartolomé Mezquida. Se levanta en la Av. Bacacay entre las calles Las Heras y Juncal, se inauguró en 1962 con un curso de gimnasia formativa y colonia de vacaciones. En 1963, los padres y vecinos de la zona pidieron que a esos niños se les impartiera la enseñanza primaria. Y en efecto, así lo hizo el Dr. Mezquida, y con la cooperación de una maestra preparó para exámenes libres a varios niños. Rendidas a satisfacción las pruebas finales, fue necesario entonces crear en 1964 el primero y segundo grado regulares, obteniéndose en el mismo año la correspondiente autorización para su funcionamiento. Pero ello trajo aparejada la ineludible obligación de dar mayores comodidades a los alumnos y dotar a la incipiente escuela que se llamó a partir de ese momento Coronel Pringles, de mayor número de aulas.
Algunos años después, los mismos padres promueven la creación del ciclo secundario para evitar el desplazamiento de sus hijos a escuelas alejadas. En 1969 cambia de denominación y fórmase el Instituto San Francisco Solano, santo apóstol de América y patrono del folklore argentino.
La escuela del doctor Mezquida, profesional odontólogo, laborioso y constante, dispone ahora de doce aulas con sus dependencias, dirección y salón de actos. Allí funciona un centro catequístico que orienta normalmente a sesenta niños en la moral cristiana, en conformidad con las enseñanzas de la Iglesia.

Instituto Lourdes. Se halla en la zona Norte, calle Julián Balbín 1874 de Villa Udaondo y es regenteado por la comunidad de los Padres Oblatos de la Virgen María. Se trata de un colegio moderno de muy buena categoría, ubicado en un hermoso lugar de Ituzaingó. En oportunidad de celebrarse la festividad del Dulce Nombre de Jesús, en 1964 la Unión de Padres entrega al establecimiento la bandera de ceremonias que bendice el vicario Mons. Juan A. Presas, al acto concurre el inspector de enseñanza profesor Jorge D. Thévenin.

Escuela Municipal de Capacitación Profesional n° 3. En la Comisión Asesora Municipal de Morón, siendo comisionado el Cnel. Francisco N. Rocco se planteó la necesidad de establecer en Ituzaingó un colegio secundario.  Lo hizo el representante de la Democracia Cristiana, don Agustín L. Camerucci, apoyando el pedido su colega Demócrata Progresista, Dr. Cayetano Scarpello. Las autoridades informaron que no se contaba con recursos para ello. El coronel Rocco, sin nuevas consultas, decidió entonces, ya que la creación estaba dentro de sus posibilidades por otro conducto, la fundación de una escuela de carácter técnico, la que fue puesta bajo el patrocinio de Paula Albarracín. El Ministerio de Educación, colaborando con el Comisionado cedió la planta alta de la Escuela n° 6; los primeros cursos que se iniciaron en febrero de 1957 fueron los de secretariado comercial, artes decorativas, pintura, etc. En los años siguientes se agregaron idiomas y nuevas asignaturas.
En acto especial, presidido por el vicepresidente de la Nación, doctor Alejandro Gómez y la concurrencia de legisladores y otras autoridades, se realizó el 30 de octubre de 1958 la entrega de la bandera de ceremonias donada por el Senado Nacional, que bendijo el señor Obispo de Morón. En 1960 se efectuó un concurso para dotar de su distintivo a la escuela, resultando ganadores los alumnos Laura L. Camerucci, Alicia Vargas y Mario Gatti. En diciembre del mismo año reciben los diplomas los primeros egresados, en la oportunidad queda inaugurada la biblioteca escolar Domingo F. Sarmiento.
El 21 de noviembre de 1962 fallece su directora, señora Adelaida Trovato de Cairola, figura inolvidable, de corazón sensible a todas las manifestaciones humanas, con profundo sentido de comprensión y bondad. En su homenaje, en diciembre de 1962 se descubre un bronce recordativo. Por iniciativa de la precepora Stella Maris Camerucci la escuela tiene su himno oficial, dedicado a la preclara imagen de la madre del maestro sanjuanino, con música de Juan Maguer y letra de Raúl J. Peña, ambos, docentes del Colegio Modelo Gral. Belgrano.
La señorita Ernestina Castex, tras ejercer interinamente la dirección en diciembre de 1963, por concurso, es designada titular.

Escuela de Infantes n° 3, Achalay. Depende del Ministerio de Educación de la Provincia desde su fundación, agosto de 1949, en la calle Olavarría 656, siendo catalogada por la Organización de Estados Americanos como la escuela, en su especialidad, más grande de Sudamérica. La Asociación Cooperadora, integrada por padres y amigos, ha realizado en la antigua construcción nuevas y extraordinarias obras, contando para el caso con especial aporte del Club de Leones.
En el Barrio Aeronáutico se ha habilitado para la zona Norte de Ituzaingó, donde existe también numerosa población infantil otro instituto similar, que lleva el n° 11, ubicado en Lahitte y Espacio Verde.

Escuela Diferenciada. Ya en 1965 se hicieron gestiones para el establecimiento de una escuela de esta índole por considerarse de urgente necesidad. Se aunaron esfuerzos con el propósito de llevar a los niños a mejores resultados y hacerlos adaptables a la conducción normal. Por las investigaciones practicadas en las escuelas 28, 59, 61 y 68 se comprobó que era considerable el porcentaje de niños en esas condiciones. Se crea, en efecto, la escuela en la zona noroeste de Ituzaingó, pero la inscripción de alumnos para el período lectivo de 1968 no pudo realizarse por la falta de local adecuado, a pesar de tener la donación de un terreno para la construcción del edificio en las calles Los Laureles y Dr. Albert Schweitzer. Finalmente en julio de 1972, el Ministro de Educación doctor Osvaldo Zarini anuncia la fundación respectiva designada con el n° 503 y para la cual aprueba, con un costo de cinco millones de pesos moneda nacional, la compra de la finca Haití 1368, en el barrio de Villa Las Naciones.
A su inauguración concurren el Director General de Escuelas Diferenciadas, profesor Mario Vitalene, el Director General de Enseñanza, señor Luis Barry, en representación del Ministro de Educación, y el Intendente Municipal interino de Morón, señor Leonardo Jorge Saba. En la oportunidad el Rotary Club entrega la bandera de ceremonias y el Club de Leones un mástil y su correspondiente enseña, las que bendice, juntamente con las instalaciones del establecimiento escolar, el R.P. Julio Gigliotti. Dirige la escuela la señora Nilda Pennello de Penutto.

Centro Asistencia del Mogólico. El Consejo de la Comunidad refiriéndose a una solicitud del Sector de Ituzaingó acerca de la cesión de un terreno para la Asociación Pro-Rehabilitación Integral del Mogólico informa: “Considerando que dentro del éjido que comprende el Partido de Morón no existe centro asistencial para los afectados por ese mal, y los mismos deben trasladarse a la Capital Federal para ser atendidos, que los fines loables que movieron a la institución antes mencionada a peticionar dicha parcela deben ser apoyados, el Consejo de la Comunidad, por unanimidad, resuelve: 1°) Requerir al Señor Intendente Municipal tenga a bien interponer sus buenos oficios antes las autoridades de la Subsecretaría de Asuntos Municipales, solicitando el pronto despacho del expediente 4079/146-69, ya que en caso de recaer una resolución favorable sobre el mismo, se podrá cristalizar en breve plazo la instalación de un centro asistencial que beneficiaría a los habitantes de este Partido y localidades aledañas”.
Nada se ha provisto hasta el momento. Se encuentra en trámite la gestión para otra escuela diferenciada que serviría por el lugar de su ubicación a una importante zona que comprende los barrios Pintemar, San Alberto, 21 de Setiembre y Grand Bourg. Será solamente necesario arbitrar los fondos para la construcción del edificio, ya que existe para ese fin un terreno en la calle Los Laureles.

Academias Castelli
Fundada por el matrimonio Manuel Castelli y María Elena Balderramos el 20 de octubre de 1952, funciona en los altos de la casa de Rivadavia 21885, para la enseñanza comercial y profesional. En sus comienzos se denominó Academias Ituzaingó, cuyo capital inicial lo constituían unas máquinas de escribir usadas y un gran entusiasmo. La actividad desarrollada en los tres primeros años requirió más amplitud en sus instalaciones y el 1° de agosto de  1955 pasa la entidad al local de la calle Mariano Acosta n° 83. La competencia, experiencia y dinamismo del señor Castelli han hecho de las Academias un centro de estudios especializados, con el asentimiento de los vecinos de Ituzaingó. Millares de alumnos pasaron por sus aulas, en demanda de conocimientos que los capacitaran para hacer frente a las exigencias de la vida. Posteriormente, incorporan sus propietarios un Centro de Estudios Dirigidos, Administrativos y Técnicos, y abren una sucursal en la vecina localidad de Merlo.

Escuela Juana de Ibarbourou
Inició actividades en marzo de 1964 en la calle Bacacay 1040, trasladándose en 1956 a Villa Grand Bourg, calle Famatina 1171. Fue incorporada al régimen oficial en el mismo año e imparte enseñanza primaria con jardín de infantes. Posee comedor escolar al que asisten niños en calidad de medio pupilos que por la tarde preparan sus deberes o realizan otras tareas y en verano funciona como colonia de vacaciones.
La escuela participa con entusiasmo en el progreso del barrio, en las inquietudes de la Sociedad de Fomento y de otras entidades de bien público. Cuenta con un Centro de Madres. Es su directora la diligente propietaria, Nélida M. Manera de Cagnoli.

Universidad Dr. Francisco Javier Muñiz
Nacida en noviembre de 1966 con las facultades de medicina y odontología, concretó su apertura por el esfuerzo conjunto de padres y docentes universitarios de carrera, ocupando un hermoso edificio de Avda. Brandsen y Pringles. Fue la primera casa de estudios superiores en la localidad, pero efímera fue su existencia.
Aun cuando sus estatutos, programas y reglamentaciones eran comunes a toda otra universidad, no se consiguió que fuera inscripta en el Registro de Universidades Privadas del Ministerio de Educación de la Nación. Ello motivó el éxodo constante de alumnos y consiguientemente se produjo una fuerte crisis económica, dando lugar a la imposibilidad de cumplir con las obligaciones hipotecarias inherentes a la compra del inmueble, concluyendo todo en la clausura y cese de actividades y presentándose el desagradable espectáculo del remate en subasta pública de una universidad. Además, y como lamentable saldo del intento, alumnos que perdieron tres años de estudios y con serias dificultades para proseguirlos en otras facultades.

Instituto Privado Americano. Abraham Lincoln es su patrono, se halla en la calle Santa Rosa 2390, fundado el 23 de setiembre de 1962 por María Rosa Siladi.